Nichi Vendola, presidente de Apulia y político en alza de la izquierda italiana, expresa su deseo de casarse con su novio y tener hijos
Nichi Vendola, político abiertamente gay y posible participante en las primarias que el centro-izquierda italiano celebrará para elegir candidato a primer ministro, ha declarado públicamente su intención de casarse con su novio y tener un hijo. Unas declaraciones que han generado un sinfín de reacciones y han contribuido a mantener los derechos LGTB en el centro del debate público italiano.
En los últimos meses el presidente de la región de Apulia, sin duda uno de los políticos en alza en Italia, ha mostrado una evolución radical en las posturas que públicamente ha defendido respecto a los derechos LGTB. Nichi Vendola, que pese a su condición de gay hasta hace tan solo unos meses se mostraba en contra del matrimonio igualitario y de la adopción homoparental, no solo se ha posicionado ahora a favor de ambos, sino que ha sorprendido a muchos al declarar públicamente su intención de casarse con su novio, el ciudadano canadiense Eddy Testa.
Fue a principios de septiembre, en un debate organizado durante la fiesta del Partido Demócratico en Reggio Emilia, cuando Vendola hizo sus primeras declaraciones. “Tengo 54 años y quiero casarme con mi compañero por lo civil y por mi iglesia. Como persona y como cristiano quiero poder vivir una discusión verdadera y pedir a mi Estado y a mi iglesia [Vendola es católico] el motivo por el cual mi proyecto afectivo no puede liberarse de una etapa medieval que ha hecho tanto daño a la vida de mucha gente”, declaró el político, que ha delarado además que le gustaría tener hijos y que de hecho cree que sería un buen padre.
Estas declaraciones, reiteradas luego a varios medios, han desatado un autentico tsunami de reacciones. Vendola ha recibido insultos homófobos en Twitter, ha sido ridiculizado por la cómica Luciana Litizzetto y ha sido atacado por la derecha política y mediática y por los sectores católicos, que le han acusado entre otras cosas de utilizar fondos públicos para financiar la «música gay» y de obligar a los alumnos de la Universidad de Bari a «estudiar sus tesis» sobre los derechos LGTB. El diario derechista Libero ha llegado incluso a realizar una encuesta entre sus lectores preguntándoles si estarían dispuestos a confiar la custodia de un niño al presidente de Apulia.
En contra de Vendola y de los derechos LGTB se han posicionado también políticos de la propia izquierda italiana, como la presidenta del Partido Democrático (PD) Rosy Bindi (muy conocida por su oposición a los derechos LGTB), que durante el debate en Reggio Emilia le contestó afirmando “no puedes casarte” porque según ella la Constitución no lo permite; el alcalde de Salerno Vincenzo de Luca, que afirmó que el matrimonio «no le apasiona” y recomendó a Vendola permanecer “libre como un pájaro”; el exministro Beppe Fioroni, otro de los líderes del sector católico del PD, que ha declarado que la homoparentalidad es un “acto egoísta” o el ex primer ministro Massimo D’Alema, que en tono imperativo ha pedido al presidente de la región de Apulia “hablar menos de las bodas gays”. Vendola ha respondido a sus críticos que la sociedad italiana “está preparada para el matrimonio igualitario” y ha defendido que el centro-izquierda lo incluya en su programa.
Aunque no han faltado los que con razón han reprochado a Vendola su tardanza en posicionarse a favor de los derechos LGTB, lo cierto es que su postura actual no admite dudas. Solo cabe esperar que la siga defendiendo si finalmente llega a alcanzar responsabilidades de gobierno en Italia.
Otros políticos homosexuales piden el reconocimiento de sus uniones
El presidente de Apulia no ha sido el único político en pedir el reconocimiento de su unión. Alessandro Cresci, concejal provincial del partido Italia de los Valores (IdV), ha solicitado al Registro Civil de Pontassieve el reconocimiento del matrimonio que ha contraído con su novio en Oslo. Si no se les concede, la pareja ha anunciado que demandará al Estado italiano ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Cresci y su esposo, Juanito Giovanni Berrittella, han recibido por cierto el apoyo del presidente de la provincia de Florencia, Andrea Barducci, que en una ceremonia en el magnífico palacio Medici Riccardi de Florencia les hizo entrega de una certificación simbólica en la que se reconoce su “vínculo afectivo”.
También la diputada abiertamente lesbiana del PD Paola Concia ha anunciado la presentación de un recurso ante el Ayuntamiento de Roma para obtener el reconocimiento de la unión civil que contrajo el año pasado en Frankfurt (Alemania) con su novia, Ricarda Trautmann.
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Si eso lo dice dalema es grave , significa que no tienen agenda política propia y están para defenderse, o peor dejaran que otros les impongan su propia agenda, para hacerse perdonar que tienen apoyo gay.
no me extraña que berlusconi gobernara tantos años Italia, y ahora monti.