Obama apoya de forma oficial la causa del matrimonio igualitario en los cuatro estados que celebran referéndums
El 6 de noviembre no solo se decide la presidencia de Estados Unidos o la renovación de Cámara de Representantes y parte del Senado. También, entre otras muchas decisiones locales, la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en tres estados: Maine, Maryland y Wahington. El presidente Barack Obama ha mostrado su apoyo oficial a la causa del matrimonio igualitario en los tres referéndums.
Aunque Obama no suele pronunciarse personalmente en campaña electoral sobre los múltiples referéndums locales, el pasado junio lo hizo al respecto de la pregunta 6 en el reférendum de Maryland, con ocasión de un evento en que participó. En ese estado, el matrimonio entre personas del mismo sexo ha sido ya aprobado por vía legislativa, pero la entrada en vigor de la ley ha quedado supeditada a su validación mediante referéndum gracias a la presión de los grupos homófobos. Por lo que se refiere a las preguntas 74 en Washington y 1 en Maine, han sido los portavoces de prensa de Obama los que esta semana han emitidos comunicados oficiales de apoyo. En Washington la situación es similar a la de Maryland, mientras que en Maine son los activistas LGTB los que han promovido un nuevo referéndum, después de que los grupos homófobos ganaran el anterior en 2009.
Se celebra además un cuarto referéndum sobre la materia en Minnesota, pero en este caso no se vota propiamente la aprobación del matrimonio igualitario, sino la de una enmienda a la Constitución del estado que impida por ejemplo su aprobación por vía judicial. Sobre este referéndum también se pronunció Obama a través de un comunicado en abril.
Obama habla sobre el matrimonio igualitario en MTV
Precisamente este viernes el presidente Obama era preguntado sobre el matrimonio igualitario en una entrevista en MTV. Obama confirmaba su ya conocida posición: siempre ha sido partidario de que las parejas del mismo sexo tengan los mismos derechos, pero mientras que hace años creía que las uniones civiles eran suficientes para garantizarlo ahora piensa que solo el matrimonio lo hace.
Respecto a las iniciativas que él intentaría promover sobre el tema, ha reiterado que es una cuestión sobre la que cada estado tiene capacidad de legislar, y es partidario de que así siga siendo, pero se ha mostrado decidido a impulsar la derogación de la DOMA (Defense of Marriage Act), la ley que precisamente impide a la administración federal reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en aquellos estados que ya lo permiten. Una ley que ya ha sido declarada inconstitucional por diversos tribunales federales, y sobre la que es muy posible que el Tribunal Supremo acabe pronunciándose más pronto que tarde.
Respecto a la derogación legislativa de la DOMA, lo cierto es que parece muy poco probable que pueda conseguirse mientras los republicanos mantengan el control de la Cámara de Representantes, y según auguran las encuestas así seguirá siendo después de noviembre (aunque quizá con una mayoría menos holgada que la que consiguieron hace dos años).
¿Los votantes LGTB, decisivos esta vez?
Acaba de conocerse, precisamente, un informe de Gallup, la conocida empresa demoscópica, que considera que el importante apoyo que Barack Obama recibirá por parte de los votantes LGTB podría ser un factor fundamental de cara a su reelección en un contexto como el actual, en el que ambos candidatos aparecen virtualmente empatados en los pronósticos.
Según el informe de Gallup, Romney goza de una mínima ventaja de un punto entre los votantes registrados no LGTB, pero al añadir a la muestra los votantes registrados que se identifican como LGTB, la ventaja se invierte a favor de Obama, también por un solo punto. Y es que entre los votantes registrados que se identifican como LGTB (grupo que según Gallup, recordamos, asciende al 3,4% de la población estadounidense), un 71% apoya la reelección de Obama, frente a un 22% que apoya a Romney.
Conviene recordar, en cualquier caso, que la elección de presidente de Estados Unidos no depende del número de votos totales que cada candidato obtiene a nivel nacional, sino de los «votos electorales» que consigue (cada estado aporta un número distinto de votos electorales). Es perfectamente posible, por tanto, que un candidato consiga la victoria con menos votos totales que su oponente (como sucedió por ejemplo en el año 2000, en las elecciones que enfrentaron a Al Gore con George Bush).
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Acerca del Author
Flick
Flick no es más que el "nick" con el que empecé a comentar (y discutir, y razonar...) en dosmanzanas, allá por 2006. Me sabía a poco, por eso decidí colaborar y compartir mi pasión por estar informado. Y aquí sigo.
Creo que lo he dicho alguna otra vez, pero no está de mas repetirlo. El próximo 6 de noviembre sólo votan los ciudadanos norteamericanos, pero su decisión tendrá repercusiones en todos el mundo. Para el colectivo LGBT, va a ser un día de especial transcendencia, para las personas LGBT en España, más si cabe. Sobre todo si tenemos en cuenta que en nuestro país es muy probable que para ese fecha (faltan 10 días, la mitad festivos), seguirá sin resolver el recurso de inconstitucionalidad sobre la reforma que permite a las parejas del mismo sexo acceder al matrimonio…
Lo veo muy difícil para Romney. Aún ganando el voto popular no sería presidente.
En 2004 Bush ganó con 286 votos electorales, siendo necesarios al menos 270.
De los estados que ganó Kerry en 2004, según las encuestas, Romney solo tiene serias posibilidades en New Hampshire y Wisconsin.
En cambio Obama, de los estados que ganó Bush en 2004, tiene asegurado New Mexico y serias posibilidades en Colorado, Nevada, Florida, Iowa, Ohio y Virginia.
Por cierto, Log Cabin ha pedido el voto para Romney. En 2004 y 2008 no pidió el voto.
El día 6, en los estados de Maine, Maryland y Washington votarán para que las parejas del mismo sexo puedan obtener los mismos derechos que aquí en España llevamos disfrutando (con recurso o sin recurso) desde hace siete años. Además, ni aquí ni en el resto de los países donde se han aprobado legislaciones semejantes, se han sometido a referéndum los derechos civiles de las minorías.
O sea, que en Maine, Maryland y Washington, los ciudadanos LGTB tendrán que esperar a que la mayoría de los votantes les conceda unos derechos (o no), en vez de que les sean reconocidos por los principios de igualdad ante la ley y no discriminación.
Me parece que no son vanguardia de nada, aunque, por supuesto, espero que el resultado sea favorable a nuestros derechos. Pero, repito, en todo caso están votando por conseguir los mismos derechos que los holandeses disfrutan desde hace 11 años (mas de una década ya), los belgas desde hace 9 años y los españoles desde hace 7 años. Los tres primeros países en reconocer la igualdad entre las relaciones heterosexuales y homosexuales.
El log cabin ha perdido el respeto que por mi parte se había ganado con su lucha contra el DADT.
Hay que estar loco para ser gay y pedir el voto para Romney y su cohorte de payasos y fanáticos.