El entorno del adolescente que se suicidó tras sufrir acoso homófobo insiste en que el chico no era homosexual

Los funerales del adolescente de 15 años que se quitó la vida el pasado martes tras ser víctima, según todos los indicios, de acoso homófobo, tuvieron lugar el viernes en la Basílica de San Lorenzo Extramuros, en Roma. Una trágica muerte que ha trascendido fronteras y que parece haber abierto por fin el debate social sobre el acoso escolar homófobo en Italia. Un debate que contrasta, curiosamente, con la insistencia del entorno del chico, y singularmente de su propia familia, en negar que Andrea fuera homosexual.

Sigue viva en Italia la emoción desatada por el suicidio de Andrea S. (finalmente se desveló su nombre), adolescente romano que se ahorcó el pasado martes en su casa empujado, al parecer, por el acoso homófobo constante al que se vio sometido por sus compañeros de instituto. Son inumerables los ciudadanos que han expresado su rechazo a la homofobia en la red (aunque tampoco han faltado los comentarios homófobos infames) y ha habido manifestaciones de repulsa en varias ciudades del país. Llama la atención, sin embargo, que familia, profesores y compañeros de instituto de Andrea hayan coincidido en refutar la versión que los medios han dado de esta tragedia y, en particular, en negar rotundamente que el chico fuese homosexual. Todos coinciden en que para el chico vestirse de rosa y pintarse las uñas era solo “un modo de expresarse”. Por lo demás niegan cualquiera implicación en lo ocurrido y se culpan mutuamente de esta tragedia.

Los familiares denuncian que el chico sí fue víctima de acoso, pero niegan que fuera homosexual. El abuelo de Andrea ha llegado a afirmar que su nieto estaba enamorado de una chica y que lo que le ha matado han sido las “calumnias” porque era “demasiado sensible”. Según el abuelo, el responsable de haber difundido los rumores sobre la sexualidad del chico era un rival amoroso. La madre de Andrea, por su parte, ha asegurado que si su hijo hubiera sido gay «se lo hubiera dicho» y ha afirmado que el chico ha sido «difamado» y “crucificado como Jesús” por unos verdugos que “han querido burlarse de él, transformándole en un monstruo”.

Los compañeros y profesores (que desde el primer momento han negado cualquiera implicación en lo ocurrido) han hecho públicas sendas cartas en las que reafirman su inocencia, niegan ser homófobos e insisten en que Andrea no era homosexual. Sus compañeros, en particular, han afirmado (tanto en su carta, como en un encuentro mantenido con la diputada abiertamente lesbiana Paola Concia) que el perfil de Facebook creado para humillar a Andrea era solo una broma creada con la colaboración del propio chico. Lo cierto es que los hechos están siendo investigados por la fiscalía de Roma, ya que los creadores del perfil podrían ser acusados de instigación al suicidio.