El Vaticano, preocupado por los avances del matrimonio igualitario en España, Francia y Estados Unidos

Honda preocupación en el Vaticano por la progresiva normalización del matrimonio igualitario, que en muy pocos días ha conocido importantes avances en España, Francia y Estados Unidos. Así lo ha reconocido el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, en un editorial publicado en la última edición de Octava Dies, semanario informativo del Centro Televisivo Vaticano.

«En los últimos días se han registrado tres acontecimientos preocupantes en lo que se refiere a la legislación sobre el matrimonio. En España el Tribunal Constitucional ha rechazado un recurso contra la ley actual, que excluye toda referencia a la diferencia entre el hombre y la mujer y habla simplemente de cónyuge A y B. En Francia, el Gobierno ha presentado un proyecto de ley para la transformación del matrimonio, de modo que incluya el matrimonio homosexual. En Estados Unidos, algunos de los referéndums celebrados a la vez que las elecciones presidenciales en diferentes estados han arrojado, por primera vez, un resultado favorable al matrimonio homosexual. Está claro que en los países occidentales existe una tendencia extendida de modificar la visión clásica del matrimonio entre hombre y mujer, o, es más, que busca abandonarla, cancelando un reconocimiento legal específico y privilegiado con respecto a otras formas de unión», se lamenta Lombardi.

Ante esta situación, el portavoz vaticano hace un llamamiento a «conservar una visión de la persona y de las relaciones humanas en las que el reconocimiento público del matrimonio público monógamo entre hombre y mujer sean una conquista de la civilización». «Si no, ¿por qué no se contempla también la poligamia libremente escogida, y naturalmente, para no discriminar, la poliandria?», se pregunta.

Lombardi, que considera que «se deben utilizar otros modos» para evitar «las discriminaciones injustas para los homosexuales», insiste en la necesidad de «admitir que el esposo y la esposa sean reconocidos públicamente como tales y que los niños que vienen al mundo puedan saber y decir que tienen un padre y una madre«.