Profesora acusada de «volver lesbiana» a una alumna
La historia ejemplifica a la perfección como la homofobia es nociva no solo para las personas LGTB. Juliet Hibbs, profesora de un instituto de Florida que descubrió el acoso lesbófobo que sufría una de sus alumnas por parte de su padrastro, se ha tenido que enfrentar a una investigación por las acusaciones de la familia de «haber vuelto lesbiana» a la chica. Hibbs es, curiosamente, heterosexual.
Juliet Hibbs descubrió los mensajes que su alumna recibía en Twitter por parte de su padrastro tras enterarse de que su hijastra era lesbiana, mensajes que se correlacionaban en el tiempo con el desplome anímico de la chica. Al considerar que su alumna podría estar siendo víctima de acoso lesbófobo, Hibbs denunció el caso. Un consejero especializado informó a la chica (de 18 años) de que al ser mayor de edad no tenía obligación de vivir en la misma casa que su padrastro si no lo deseaba. Efectivamente la chica no volvió a su casa, tras lo cual su familia acusó a Hibbs de haber contribuido a volverla lesbiana y de incitarla a abandonar el hogar familiar. El director del instituto y el consejo escolar del distrito abrieron entonces expediente a la profesora por conducta profesional inadecuada.
La investigación finalmente quedó en nada: la chica confirmó que había tomado la decisión después de hablar con el consejero especializado en este tipo de acoso y se consideró que la acusación de volver a la alumna lesbiana carecía de base. Pero Hibbs, muy afectada por lo sucedido, considera que su historial como profesora ha quedado gravemente tocado. Ha denunciado, de hecho, al consejo escolar y a la dirección del instituto ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos por por lo que considera un manejo inadecuado del caso. Les acusa incluso de haber intentado aprovechar la situación para desprestigiarla debido a su actitud crítica en otros asuntos conflictivos.
Lo sucedido también ha causado preocupación entre los defensores de los derechos LGTB, que consideran inasumible que se pueda dar pábulo a una acusación a un profesor de «determinar» la orientación sexual de un alumno. Acusaciones que a su juicio conllevan el riesgo de que aquellos profesores decididos a ayudar a sus alumnos LGTB con problemas decidan que quizá es mejor no involucrarse.
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Flick
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