Un político gay australiano anuncia su intención de casarse en un pueblo de Granada
El respaldo del Tribunal Constitucional español a la ley que posibilita el matrimonio entre personas del mismo sexo ha tenido consecuencias incluso en las antípodas. A la luz de esta resolución, el ministro de Asuntos Sociales del estado de Australia Meridional, Ian Hunter, ha declarado su intención de contraer matrimonio con su novio Leith Semmens en la localidad granadina de Jun el próximo enero.
El alcalde del pueblo, el socialista José Antonio Rodríguez, ha explicado que ambos se pusieron en contacto con él hace unos meses, “aunque la decisión se había pospuesto esperando que el Tribunal Constitucional español se pronunciara sobre la legalidad del matrimonio homosexual”. El único trámite que falta ahora es que uno de los dos se empadrone en el municipio.
El edil de Jun ganó notoriedad hace un año, cuando ante la previsible victoria del Partido Popular en las elecciones generales se ofreció a casar sin trámites previos a las parejas del mismo sexo que lo desearan. Según Rodríguez, Hunter y Semmens “se casarán en el Pabellón de las Artes de Jun, que lo han visto muchas veces por fotos mías y les ha encantado”.
Hunter, perteneciente al partido Laborista, ya fue noticia el año pasado cuando se enfrentó a la primera ministra y su compañera de filas Julia Gillard al declarar que iniciaría los trámites para casarse en Nueva York, ante la imposibilidad de hacerlo en Australia. Gillard, recordamos, es una firme opositora al matrimonio entre personas del mismo sexo. “No quiero esperar a tener 75 años para casarme”, declaraba entonces Hunter, que tiene pareja estable desde hace 23 años.
Australia: una larga lucha por la igualdad
El debate en torno al matrimonio igualitario en Australia ha estado sobre todo marcado por la división del gobernante Partido Laborista. El momento clave fue su último congreso nacional, celebrado a finales de 2011, cuando el partido decidía incorporar a su ideario la defensa del matrimonio entre personas del mismo sexo pero al mismo tiempo convertía dicho ideario en papel mojado al aceptar la propuesta de la primera ministra de dar libertad de voto a sus legisladores. Una libertad de voto que le les fue negada a los suyos por el líder liberal-conservador, Tony Abbott, y que finalmente desembocó en el fracaso de la iniciativa para aprobar el matrimonio igualitario a nivel federal.
Pero la igualdad tarde o temprano se abre camino. Negada la vía federal, el campo de batalla se trasladó inmediatamente a los estados y territorios de Australia (una situación similar a la existente en Estados Unidos). Es el caso por ejemplo de Tasmania, cuya cámara baja aprobó una ley de matrimonio igualitario que contaba con el apoyo del Gobierno estatal laborista, pero que fue tumbado por la cámara alta en la que los independientes son mayoría.
Pero hay más candidatos a aprobar leyes de matrimonio igualitario. Verdes y laboristas han llegado ya a un acuerdo para aprobarlo en el Territorio de la Capital Australiana (ACT), en el que se localiza Canberra, la capital federal. El pacto forma parte de un amplio acuerdo de gobernabilidad alcanzado entre ambos grupos políticos tras las recientes elecciones de octubre. Los Verdes también presentaron en febrero un proyecto de ley en Australia Meridional, cuyo jefe de Gobierno laborista le ha dado su apoyo (si bien los diputados laboristas tendrán libertad de voto para decidir).
Los Verdes también han presentado proyectos en Victoria (cuyo Partido Laborista se posicionó a favor del matrimonio igualitario en 2009) y en Australia Occidental, aunque en estos estados la mayoría parlamentaria liberal-conservadora hace muy complicada su aprobación. También en Nueva Gales del Sur se prepara un proyecto, y aunque también aquí gobierna el centro-derecha en este caso parece seguro que los diputados liberales dispondrán de libertad de voto, lo que aumenta las posibilidades de éxito. En el Territorio del Norte, finalmente, los laboristas (que también controlan el Gobierno) se han comprometido a dar libertad de voto a sus diputados si se presenta un proyecto de ley en ese sentido.