Ciudadano británico lucha por liberarse de las consecuencias legales de una antigua condena por homosexualidad
John Crawford, un londinense de 73 años, fue condenado en 1959 por mantener relaciones homosexuales. Aunque acabó siendo indultado bajo ciertas condiciones, la condena ha permanecido todo este tiempo en su ficha policial, impidiéndole ejercer, por ejemplo, tareas de voluntariado. Ahora Crawford es de los primeros en acogerse al Acta de Protección de Libertades, aprobada en mayo de este año en el Reino Unido y que permite borrar cierto tipo de condenas de entre los antecedentes penales.
Crawford fue detenido en 1959 por mantener relaciones homosexuales, algo que por entonces era ilegal en el Reino Unido. Confesó sólo tras tres semanas de torturas por parte de la Policía, que incluyeron deprivación de sueño y palizas diarias. “Querían que admitiera que era un ‘jodido maricón’, y yo me negaba”, contó. Su ficha, en la que constaba el antecedente por “sodomía”, continuó registrada en los archivos policiales británicos hasta hace 2010, cuando “de forma excepcional” la Policía accedió a limpiar su expediente para evitar un juicio.
Sin embargo, Crawford, que dedica su tiempo a trabajar como voluntario en el campo de la asistencia social, todavía está obligado a mencionar la existencia de estos antecedentes al solicitar el acceso a este tipo de trabajos en los que se está en contacto con colectivos vulnerables. En este caso concreto, la legislación británica establece una excepción para los antecedentes de índole sexual, que deben ser comunicados en cualquier caso por el solicitante aunque hayan desaparecido de su ficha policial. Así, al presentarse como voluntario para prestar apoyo a los reclusos gays de una prisión en Londres, Crawford descubrió con horror que aún contaba con antecedentes penales. “Miré hacia atrás y comprendí que había perdido todos aquellos trabajos a lo largo de los años debido a mi ficha policial”, cuenta Crawford. “Los gays no se dan cuenta de la suerte que tienen por poder besarse por la calle. En mis tiempos en los años 50 te habrían arrestado inmediatamente”.
La historia de Crawford no es la única, y desgraciadamente también nos recuerda situaciones vividas en España. Una organización LGTB, Galop, ofrece ayuda a todos los hombres homosexuales que desean ver eliminados sus antecedentes policiales en el Reino Unido. De hecho, según cifras del Ministerio del Interior británico, en torno a 16000 personas fueron condenadas bajo la arcaica ley utilizada para perseguir a hombres homosexuales arrestados por practicar, por ejemplo, cruising.