El Gobierno británico desvela su propuesta de matrimonio igualitario, que permitirá a las iglesias que lo deseen celebrar bodas religiosas
El periodo de consultas abierto en marzo en el Reino Unido sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo ha llegado a su fin y ya se han hecho públicos sus resultados. Como respuesta, el Gobierno británico ha presentado este martes una propuesta (que puedes descargar pinchando aquí) sobre la que el Parlamento discutirá a lo largo del 2013. El resultado final abrirá las puertas del matrimonio igualitario a los ciudadanos de Inglaterra y Gales y permitirá su celebración religiosa por parte de aquellas confesiones que lo deseen, como adelantábamos hace pocos días. Habrá no obstante garantías legales para las confesiones contrarias a la igualdad LGTB.
Maria Miller, secretaria de estado de Cultura y ministra de Mujer e Igualdad, ha sido la encargada de presentar la propuesta ante la Cámara de los Comunes. Una vez aprobada, las parejas del mismo sexo de Inglaterra y Gales podrán contraer matrimonio en igualdad de condiciones a las parejas de distinto sexo. Las confesiones religiosas cuyos órganos de gobierno hayan optado expresamente por celebrar dichas ceremonias podrán además celebrar matrimonios religiosos con validez civil, pero se garantizará por ley a aquellas confesiones que no lo deseen, como la iglesia de Inglaterra o la iglesia católica, que no podrán ser objeto de demandas judiciales por ello. Confesiones como la cuáquera, la unitaria o el judaísmo liberal, en cambio, sí podrán celebrarlos, tal y como deseaban.
Ha sido un largo proceso desde que la coalición de Gobierno entre conservadores y liberal-demócratas diera sus primeros pasos en este sentido. Inicialmente parecía que el proceso se demoraría hasta el final de la legislatura, en 2015. Pero hace apenas dos meses el primer ministro británico, David Cameron, pedía a su Gobierno que acelerase los trámites parlamentarios frente a las protestas del sector más tradicionalista de su partido, que no solo no se han frenado sino que han ido en aumento. Todo parece indicar, a día de hoy, que más de un tercio de los conservadores (que tendrán libertad de voto) se opondrán a la reforma. Este martes se conocía por cierto que, al igual que los conservadores, liberal-demócratas y laboristas darán libertad de voto a sus diputados, aunque se espera que solo una minoría de ellos vote en contra.
La propuesta del Gobierno británico mantendrá en cualquier caso la figura jurídica de las uniones civiles, que seguirán reservadas en exclusiva a las parejas del mismo sexo (una decisión sin duda controvertida) aunque se establecerá un mecanismo para que las parejas ya unidas civilmente que lo deseen puedan convertir sus uniones civiles en matrimonios sin renunciar a sus derechos ya adquiridos.
Escocia ya ha iniciado su propio proceso
La nueva norma será de aplicación en Inglaterra y Gales, dos de las naciones que componen el Reino Unido, y cuya legislación matrimonial dicta el Parlamento de Londres. Escocia ya ha iniciado, de la mano del Gobierno del Partido Nacionalista Escocés, su propio proceso, que podría culminar antes que el de Inglaterra y Gales.
Peores son las perspectivas en Irlanda de Norte, donde hace poco más de dos meses una propuesta de matrimonio igualitario presentada por Sinn Féin y Verdes fue derrotada. Una situación curiosa, si se tiene en cuenta la correlación religioso-política existente en ese territorio. La propuesta contó con el apoyo unánime de los nacionalistas que representan a la población católica, mientras que la gran mayoría de los unionistas partidarios de mantener Irlanda del Norte en el seno de Reino Unido votaron en contra.
Me parece bien que cada iglesia pueda escoger si celebrar o no. Es la verdadera libertad.
Eso sí, también me parece que sería de recibo que, ya que se blinda su opción de elegir, se terminaran de una vez sus privilegios.
No puede ser que para unas cosas sea una organización privada (celebración de matrimonios) que escoja como mejor le convenga, y para otras cosas sea considerada poco menos que una entidad pública parte del estado.
Incluso aunque en Gran Bretaña la iglesia no católica sea parte del estado.
A esto se llama libertad de culto: protege a todas las denominaciones religiosas y sus ceremonias (siempre y cuando con estas no violen los derechos de las personas), aunque esta solo tenga una sola congregación (templo) en el país. Dentro de los mismos cristianos hay diferentes denominaciones, y una congregación puede estar de acuerdo con los matrimonios entre LGBT y hacer ceremonias de matrimonio con dichas parejas. Y si en el país civilmente es balido o reconocido los matrimonios entre LGBT, entonces sería una violación a la ley de libertad de culto si no validan legalmente este matrimonio religioso como lo hacen con todos los de las demás religiones. O se reconocen los matrimonios religiosos de todas las denominaciones religiosas o de ninguna. La libertad de culto protege a todas las iglesias, no solo a las homofóbicas.