El primer ministro ruso no cree necesaria una ley que prohíba la «propaganda homosexual» a nivel nacional
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha declarado que su país no necesita una normativa que prohíba la «propaganda homosexual» a nivel federal. Medvédev parece enfriar las expectativas de los que intentan la extensión a toda la Federación Rusa de las normativas homófobas ya aprobadas en algunos de sus territorios.
Varios meses después de que se plantearan por primera vez, a finales de noviembre se reactivaban las intenciones de aprobar en la Duma (parlamento ruso) un proyecto de ley que extienda a todo el país las normativas homófobas ya vigentes en algunos territorios, como San Petersburgo, cuya ley recibió a principios de octubre el aval del Tribunal Supremo ruso. Ya en septiembre ese mismo tribunal había dado su visto bueno a una ley similar aprobada en la región de Arkhangelsk. No son las únicas: por desgracia son ya numerosas las regiones rusas que están adoptando normativas similares, que con el argumento de «prohibir la propaganda homosexual a menores» impiden informar positivamente sobre la realidad LGTB e incluso celebrar eventos públicos como las marchas del Orgullo. En dosmanzanas hemos mencionado ya los casos de Ryazan, Kostroma, Novosibirsk o el Krai de Krasnodar, pero también hay normativas similares en Magadán (en el extremo este de Rusia) y Bashkortostán (al sur de los Urales). Sorpresivamente Moscú, la capital rusa, rechazaba en noviembre seguir sus pasos.
Ahora Medvédev, preguntado expresamente sobre el tema, ha declarado que ni él ni su partido Rusia Unida (que es también el del presidente ruso, Vladimir Putin, y que tiene mayoría en la Duma) creen necesario una ley así. «No todos los temas morales, de comportamiento o de comunicación entre las personas deben ser regulados», ha argumentado. «No creo que este tema preocupe a tantas personas en el país, y no es como para discutirlo a todos los niveles», ha añadido.
Unas declaraciones que han sido bienvenidas por el líder LGTB ruso Nicolai Alekseev, que cree que constituyen «una señal poderosa» de que la Duma no aprobará una normativa de este tipo a nivel federal. Alekseev ha advertido, no obstante, de que el propio primer ministro ruso parecía desconocer, en el momento de hacerlas, que la propuesta ya ha sido presentada y en principio será abordada en primera lectura el 19 de diciembre.