La Asamblea Nacional francesa escucha la opinión de las principales confesiones religiosas sobre el matrimonio igualitario
En el proceso de aprobación de la ley de matrimonio igualitario, y ante la fuerte oposición de derecha y sectores religiosos, el gobierno francés se propuso que el debate sobre la misma fuera lo más amplio posible. En el marco de ese proceso, el pasado 29 de noviembre los representantes de las cinco confesiones religiosas más importantes del país intervinieron ante la comisión legislativa de la Asamblea Nacional.
Los convocados fueron el cardenal André Vingt-Trois, presidente de la Conferencia Episcopal católica; el pastor evangélico Claude Baty, en representación de las iglesias protestantes; Mohammed Moussaoui, presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán; el metropolita Joseph, representando a los obispos ortodoxos; el Gran Rabino de Francia Gilles Bernheim y la venerable Marie-Stella Boussemart, que preside la Unión Budista de Francia. Para el representante católico, la nueva ley supone «un cambio profundo y radical que trastoca el equilibrio general de las relaciones sociales, es un nuevo modelo de sociedad«. El representante protestante rechazó por su parte la reivindicación de igualdad de derechos, porque «el matrimonio igualitario no es más que un eslógan«. Los ortodoxos propusieron retrasar el proyecto de ley, «con el fin de organizar un debate nacional sobre este tema«. En representación de la confesión judía, Gilles Bernheim estimó que el matrimonio «es la institución que articula la alianza del hombre y la mujer con la sucesión de generaciones«. El presidente del Consejo musulmán condenó los actos de violencia homófoba, pero advirtió contra «la transformación profunda de una institución milenaria que ha permitido a la humanidad continuar existiendo«. Por último, la presidenta de la Unión Budista explicó que, para los budistas, el matrimonio «es un acto civil, no religioso, el matrimonio no tiene connotaciones sagradas, es un contrato social entre dos personas«. Eso sí, defendió la celebración de un referéndum como una opción «interesante«.
A pesar de que los partidos de la derecha francesa reivindican repetidamente la necesidad de reflexionar sobre las consecuencias del proyecto de ley, los únicos que expresaron su opinión en este debate fueron diputados de la izquierda y favorables a la ley. El diputado del Partido Radical de Izquierda, Alain Touret, calificó de lobbies a los representantes de las confesiones religiosas, en especial al de la iglesia católica, y habló sobre los cambios históricos en la definición del matrimonio: «cuando en 1792, el matrimonio, una institución conservada por la iglesia católica en Francia, fue secularizado, mantuvo el término matrimonio. Ahí quizás radica toda la ambigüedad. Ustedes no admiten la transformación que vamos a hacer, que responde al concepto de igualdad, porque globalmente se han quedado en una postura anterior a 1792«. Más tarde, Touret recordó a los representantes religiosos que «nuestra sociedad se creó sobre la homofobia, desde siempre. Es una realidad. Se creó en el rechazo a los diferentes. Y ustedes lo saben mejor que nadie (…) ¿No es hora ya de poner fin a la exclusión de una de las partes esenciales de nuestra sociedad?«.
Por parte del Partido Socialista intervino Jean-Yves Le Bouillonnec, que se felicitó por la celebración de este debate y agradeció su presencia a los distintos representantes de las confesiones. «Ustedes dicen que el matrimonio es una institución, un fundamento, un pilar de nuestra sociedad. Por supuesto que no (…) El matrimonio no es el pilar de la sociedad. Lo que importa es la vida del ser humano, hombre, mujer u hombres y mujeres entre sí «, les contestó, recordando por ejemplo como el PACS (Pacte Civil de Solidarité, la unión civil vigente en la actualidad en Francia y que otorga derechos limitados a las parejas convivientes con independencia de su relación afectiva) ha unido a más de 200.000 parejas en un año, al igual que hay parejas que deciden no casarse. «Ustedes hablan de un matrimonio que no siempre ha sido como lo conocemos hoy en día, que ni siquiera tiene ya la misma naturaleza en sus instituciones. El matrimonio es un instrumento entre tantos otros para compartir cosas«, añadió.
El recién elegido nuevo líder de la derechista UMP (Unión por un Movimiento Popular) en sustitución de Sarkozy, Jean-François Copé, criticó el debate, al que calificó de «mascarada» y «falta de respeto a las grandes religiones«. Adujo que los representantes de las confesiones no tuvieron más que cuatro minutos para explicarse «en un clima hostil«. Lo cierto es que el debate se prolongó durante casi dos horas, como atestigua el vídeo disponible en el canal de la Asamblea. Sin explicar por qué los representantes de su partido no participaron activamente en el intercambio de opiniones, Copé expresó su deseo de que se celebre «un debate nacional«, advirtiendo que si el gobierno lo rechaza lo organizará la propia UMP.
Manifestaciones para los próximos días
Cabe recordar que hay convocadas dos grandes manifestaciones para los próximos días 16 de diciembre y 13 de enero. La primera, en apoyo a la igualdad de derechos, la convoca Inter-LGBT, la más importante federación de asociaciones francesa, y ha sido respaldada por los principales sindicatos y los partidos de izquierda. El Partido Socialista, en boca de uno de sus portavoces, ha hecho un llamamiento para haya una participación masiva por parte de quienes apoyan la ley. La segunda está convocada por los opositores a la ley, encabezados por la ultraconservadora Frigide Barjot, y ha sido apoyada por el presidente de la UMP, que ha solicitado a todos los militantes de su partido que participen.
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Calibán
...así que despierto y lloro por seguir soñando.