La situación de la comunidad LGTB en Armenia
A lo largo de los últimos meses la comunidad LGTB de Armenia ha sido víctima de una serie de graves ataques homófobos, que en algunos casos pueden calificarse abiertamente como de carácter terrorista, perpetrados por elementos vinculados a grupos de extrema derecha. Más grave aún, los homófobos han contado con el respaldo de políticos y funcionarios públicos. Lo ocurrido es evidencia del acelerado proceso de deterioro de los derechos humanos de las personas LGTB en Armenia. Es por ello que nos ha parecido interesante ofrecer a nuestros lectores una visión general de la situación de la comunidad LGTB en Armenia.
Los ataques homófobos que han sacudido a la pequeña comunidad LGTB armenia se suman a un marcado aumento de las agresiones tránsfobas y son evidencia, tanto de la arraigada LGTBfobia que existe en este país, como de la preocupante ascensión de la ultraderecha en esta pequeña república exsoviética del Cáucaso meridional. Ideas extremistas que parecen estar difundiéndose particularmente entre los jóvenes y que sustentan un discurso con claros componentes racistas, misóginos y homófobos. Intelectuales armenios como el escritor Christopher Atamian o el profesor de Derecho Vahan Bournazian han publicado artículos muy interesantes (que puedes leer, en ingles, pinchando sobre los respectivos enlaces) denunciando el auge de la extrema derecha en el país.
Los derechos LGTB en Armenia
En general, la situación de los derechos LGTB en Armenia es poco alentadora. Las relaciones homosexuales masculinas permanecieron ilegales durante todo el periodo soviético y no fueron despenalizadas hasta el año 2003 (las femeninas no eran consideradas delito). Por lo demás la situación legal de las minorías sexuales en la actualidad puede resumirse así:
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No existe reconocimiento alguno de las parejas y familias LGTB.
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Las parejas del mismo sexo no pueden adoptar.
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Las personas transexuales no pueden obtener la rectificación registral del sexo.
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No hay leyes contra la homofobia.
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No hay ninguna ley contra las discriminaciones.
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Nunca se han celebrado manifestaciones LGTB.
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El Ejército armenio sigue considerando la homosexualidad una enfermedad mental.
Vista esta situación no sorprende que Armenia ocupe uno de los últimos lugares en Europa en materia de derechos LGTB. En el último informe anual publicado por ILGA Europe, Armenia obtuvo -4 puntos (junto a Azerbaiyán y Ucrania) en una escala que iba desde los -4,5 puntos de Rusia y Moldavia hasta los +21 del Reino Unido.
Una realidad marcada por una fuerte homofobia social
Pero si algún elemento marca la realidad LGTB en este país es sin duda la existencia de una homofobia social muy fuerte. La situación de gays y lesbianas sigue siendo muy difícil, ya que la mayoría de la opinión pública es mayoritariamente hostil. La homosexualidad sigue siendo considerada por muchos como una “perversión” y muy pocas personas se atreven a declararse abiertamente homosexuales. Los partidos políticos, incluyendo los de izquierdas, no parecen tampoco muy abiertos hacia el tema.
El movimiento LGTB armenio es, por otra parte, muy reciente, pero se está mostrando muy activo. Su estructuración y desarrollo es un signo muy esperanzador para el futuro de la comunidad LGTB de este país. El colectivo PINK Armenia ha hecho público recientemente un estudio muy detallado (que puedes descargar pinchando aquí) sobre las actitudes sociales hacia la comunidad LGTB en las principales ciudades armenias (Ereván, Gyumri y Vanadzor). Los datos que arroja el informe son terribles. Las personas LGTB encuentran discriminaciones y violencias en todos los ámbitos de su vida: educativo, laboral, sanitario, etc.
El 18,6% de las personas encuestadas considera que la homosexualidad es una enfermedad. El 72.1% declara abiertamente su actitud negativa hacia las personas LGTB (el 87,6% de este 72,1% afirma incluso que no usaría un plato o un cubierto que antes hubiera usado una persona LGTB); el 52,7% considera que no es apropiado para un armenio ser homosexual; el 66,9% considera que las personas LGTB deberían ser condenadas por la sociedad; el 55,3% afirma que rechazaría cualquier contacto con algún conocido si descubriera que este es homosexual. En otro orden de cosas, el 74,5% cree que el estado no se preocupa de los derechos de las personas LGTB, mientras que el 71,5% piensa que de hecho el estado debería actuar contra las minorías sexuales.
El estudio de PINK Armenia detalla también varios casos de violencia policial, tanto hacia mujeres transexuales como hacia hombres homosexuales, y denuncia la pasividad y la indiferencia de las autoridades públicas ante este tema, así como la hostilidad de parte de las organizaciones de la sociedad civil y el papel deletéreo que desempeñan en la promoción de la homofobia la iglesia apóstolica armenia (confesión mayoritaria del país) y los medios de comunicación.