Satisfacción entre los colectivos LGTB estadounidenses por la elección de John Kerry como nuevo secretario de Estado

Satisfacción entre los colectivos LGTB estadounidenses ante el anuncio de que el senador John Kerry será el próximo secretario de Estado, en sustitución de Hillary Clinton. A día de hoy John Kerry está considerado una de las personalidades más abiertamente pro-LGTB de la escena política estadounidense, habiéndose implicado personalmente en algunas de las luchas más significativas.

John Kerry presionó en 2010 tanto al secretario de Justicia Eric Holder como a Janet Napolitano, secretaria de Interior, para que inmigración concediera un permiso de residencia a un ciudadano brasileño que en su momento fue expulsado del país pese a estar casado en Massachusetts (estado por el cual Kerry es senador) con un estadounidense. Desde entonces Kerry ha sido una de las voces más críticas contra la DOMA (Defense of Marriage Act), que impide a la administración federal reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo. Una ley declarada ya inconstitucional por varios tribunales federales y que ahora espera el dictamen del Tribunal Supremo.

Kerry fue también uno de los promotores de la reforma legislativa que desde enero de 2010 permite que las personas que viven con VIH puedan visitar Estados Unidos sin necesidad de un permiso especial. La prohibición databa de 1987 (aunque fue reconfirmada en 1993). Solamente bajo circunstancias especiales, como asistencia a congresos médicos, eventos internacionales, etc., era posible obtener de las autoridades un permiso temporal de entrada cuya obtención era en cualquier caso engorrosa.

Por lo que se refiere al matrimonio igualitario, John Kerry es desde hace tiempo un firme partidario, pese a que no siempre fue así: siendo candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos (en 2004) Kerry defendió reservar el matrimonio en exclusiva a las parejas heterosexuales. Pocos años después cambió sin embargo de opinión. En 2011 defendió abiertamente el derecho a experimentar esta evolución ideológica. “No podemos permitirnos ser prisioneros de una política que dice que tus puntos de vista no pueden evolucionar conforme ganas experiencia y conocimiento. No hay nada malo en aceptar que tus opiniones han cambiado. ¿Acaso no nos enorgullecemos de aprender de lo vivido?”, argumentó entonces.

Las organizaciones LGTB estadounidenses, siempre muy sensibles al historial de sus políticos, consideran en cualquier caso que el expediente de Kerry es muy positivo por lo que a la defensa de los derechos LGTB se refiere, y lo consideran a este respecto un buen sucesor de Hillary Clinton, una figura difícil de sustituir por lo que a la promoción de los derechos LGTB se refiere.

Y el posible secretario de Defensa pide perdón por antecedente homófobo…

Las organizaciones LGTB también se han mostrado complacidas por el hecho de que Chuck Hagel, un antiguo senador republicano cuyo nombra suena como favorito para hacerse con la secretaría de Defensa en la nueva administración Obama haya pedido expresamente perdón por un comentario homófobo que hizo en 1998.

En aquel entonces el presidente Bill Clinton había propuesto a James Hormel, abiertamente gay, como embajador de Estados Unidos en Luxemburgo. Hormel fue de hecho el primer embajador abiertamente gay de la historia del país. Chuck Hagel, entonces senador republicano, mostró su oposición al hecho de que un gay representara a Estados Unidos. Aunque en un principio no se mostró contrario a la idea, Hagel acabó uniendo sus voces a las de otros republicanos conforme la polémica fue subiendo de tono. «Los puestos de embajador son muy sensibles. Representan a América, nuestro estilo de vida, nuestros valores, nuestros estándares. Creo que ser gay, abierta y agresivamente gay como lo es el señor Hormel, es un factor que impide hacer este trabajo de forma eficaz», llegó a declarar. Unas declaraciones sobre las que, como era de esperar, las organizaciones LGTB han exigido explicaciones una vez que el nombre de Hagel suena como futuro miembro del Gobierno.

«Mis comentarios de hace 14 años, en 1998, fueron insensibles. No reflejan mis puntos de vista ni mi historial político. Me disculpo ante el embajador Hormel y ante las personas LGTB estadounidenses que puedan cuestionar mi compromiso con los derechos civiles. Apoyo de forma plena el servicio abierto [en referencia al final de la política de ‘Don’t ask, don’t tell’] y estoy absolutamente comprometido con las familias LGTB militares», ha declarado ahora Chuck Hagel. Unas disculpas explícitas que han sido bien recibidas. «Apreciamos la disculpa del senador Hagel y su comunicado de apoyo en favor de la igualdad LGTB, que muestran lo lejos que nuestro país ha llegado cuando un antiguo senador conservador por Nebraska es capaz de cambiar su opinión por lo que a los temas LGTB respecta», ha expresado Chad Griffin, presidente de Human Rights Campaign. «Nuestra comunidad continúa ganando aliados a nuestra causa y estamos orgullosos de que el senador Hagel sea ahora uno de ellos», ha añadido.

Desconocemos hasta qué punto Griffin cree realmente que el cambio de Hagel es sincero, pero de lo que no cabe duda es de la voluntad de las organizaciones LGTB estadounidenses de tender puentes y ganar aliados…