“Al otro lado del armario” – Vuelta a una educación en blanco y negro
Hay un sector de la sociedad que está muy preocupado y ocupado en que la homofobia no abandone los centros escolares. Wert, el ministro que quiere españolizar a los catalanes, parece que también está decidido a catolizar a todos los españoles. En la nueva ley de Educación (LOMCE) que ha redactado codo a codo con la jerarquía católica, elimina la asignatura de “Educación para la Ciudadanía” con el objetivo de borrar de un plumazo cualquier alusión a la diversidad familiar y a la lucha contra la homofobia y la transfobia. Este asunto sí que se ha mostrado prioritario para el Gobierno de Rajoy.
De esta manera, daremos marcha atrás en el tiempo, a aquellos años en los que homosexuales y transexuales no nos veíamos reflejados por ningún lado en el aula, y la homofobia campaba a sus anchas entre los pupitres y pasillos. Aquella época en la que cuando querías que la gente se diera prisa se decía aquello de “maricón el último”, se explicaba Lorca sin mencionar lo importante que fue en su vida, en su obra y en su muerte el hecho de ser homosexual y donde la homofobia era considerada una opinión tan respetable como cualquier otra. Además, Wert quiere poner la guinda a todo este desaguisado dando en la futura ley de Educación valor académico a la asignatura de Religión, por lo que los alumnos y alumnas se tendrán que estudiar para el examen afirmaciones como la que hizo hace poco el Papa Ratzinger acerca de que el matrimonio gay «es una amenaza para la paz”. Precisamente lo que desata violencia son estas palabras dichas por el “Santo” Padre.
Este asunto es una importante cuestión de salud pública ya que el Gobierno está borrando cualquier alusión a la homosexualidad en las aulas cuando un reciente estudio de la FELGTB indica que un 43% de los chavales y chavalas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales han pensado alguna vez en suicidarse debido a la exclusión que experimentan en su etapa escolar.
En fechas recientes, hemos conocido con satisfacción una sentencia que caía como un jarro de agua fría a esos sectores que a veces se disfrazan bajo el nombre de HazteOír, otras veces como los Legionarios de Cristo y otras tantas como el Foro de la familia. El Tribunal Supremo afirma que “Es difícilmente comprensible que se tenga por adoctrinadora la exposición de los distintos tipos de familia que existen en la sociedad española, tipos de familia que (…) con toda probabilidad conocen de antemano los alumnos a los que va dirigido el manual por formar parte muchos de ellos de las que son distintas de la tradicional”, argumenta el Supremo, que añade que “por lo que se refiere a los tipos de sexualidad, de nuevo, es la exposición lo que se encuentra en el texto: información y no defensa, descripción y no prescripción, de determinados patrones y llamamiento a la responsabilidad en el ejercicio de la libertad y al respeto a la otra persona”. “Exponer ordenadamente hechos, concepciones, actitudes no es adoctrinar”- apunta. Tarde llega ya esta sentencia para una educación que, aparte de excluir a la gente por su nivel de renta, la excluirá también por razones de diversidad.
‘Al otro lado del armario’ es una sección escrita por Pablo López, Director de educadiversa.org, que versará en torno a la psicología y a la educación sobre la diversidad afectivo-sexual y prevención del maltrato en el aula. Pablo es Psicólogo Clínico especializado en el colectivo homosexual y desde la plataforma Educadiversa trabaja en centros escolares la prevención del bullying homofóbico.
la iglesia católica en España si sigue con esta
homofobia (odio irracional ) se esta poniendo la soda al cuello. la mayoría de los españoles NO son
tontos .estoy seguro que no se necesitan materia par enseñar a odiar o a tener miedo a algo o a alguien ni se necesitan materias par mar o respetar la principal escuela la tenemos en casa y ahí se van haber los futuros ciudadanos. y se vera que valores tiene si tiene valores humanos como,(el respeto,la tolerancia,el amor,la inclusión,la hermandad ,la humildad,,la paz,la unión,la amistad,la generosidad,la aceptación,la armonía).
A mi no me extrañó nada que rescatasen la religión obligatoria en las aulas. Ya lo hizo «Chemari» en la segunda legislatura, así que vuelta la burra al trigo.
A ver si se entera bien la gente que estos mamertos van de la mano de la iglesia más rancia y caduca.
Es evidente que el ministro Wert es un peón de la Iglesia católica que se ha propuesto recuperar la esencia del nacionalcatolicismo. De todos modos, no nos engañemos, en España nunca hemos tenido una educación puramente laica, alejada de prejuicios e inclusiva.
El PSOE podía haberlo hecho pero claudicó ante la derecha y acabo por asumir un rol discreto y «conciliador», y así le fue. Abandonó a su electorado por que se preocupó más de los diez millones de votates del PP en 2008 que de los once millones y medio que lo apoyamos (yo incluido).
Nunca se ha respetado la Constitución en materia educativa. Si, esa que tanto dicen que defienden y a la que tanto nombran cuando les interesa. Los valores educativos hablan de defender la integridad de las personas, de desarrollar el carácter y la personalidad de los alumnos y de fomentar el respeto a la diversidad. Todo esto es pura charlatanería de feriante, por que nade lo cumple en materia afectivo-sexual. El heterosexismo sigue campando a sus anchas en las escuelas y, como consecuencia, la homofobia.