Asesinato homófobo en México

Tenía 32 años. Se llamaba Roberto Zamudio. A las 04:30 horas del sábado salía de un local frecuentado por la comunidad gay de México Distrito Federal en compañía de Jorge Jordán, de 26. Al parecer, el hecho de que caminaran abrazados molestó a dos o tres individuos (las versiones en prensa difieren) que en ese momento pasaban por allí en un vehículo, que les gritaron «pinches putos». Roberto se encaró con ellos, lo que hizo que los agresores se bajaran del coche e iniciaran una discusión que terminó con la muerte del joven tras recibir un balazo en el pecho.

Que se trata de un crimen homófobo está desde luego fuera de toda duda. «Salieron de un bar, iban caminando sobre República de Cuba [céntrica calle de la capital mexicana] y se abrazaron, en eso pasó un auto con tres tipos y que les gritaron ‘pinches putos’. Beto los enfrentó y el copiloto se bajó del auto, se liaron a golpes, luego escucharon la detonación y todos se abrieron. Jorge le dijo a Beto: ‘ya déjalos’, pero luego Beto escupió sangre e intentó levantarse la camisa, luego se desvaneció», ha declarado un amigo de la pareja. «Nuestro testigo dice que hubo algo verbal, una mentada de madre, algo que quizá también tiene que ver con sus preferencias, contestan las víctimas la agresión y hay una pelea, posteriormente el tema de la detonación», ha declarado por su parte un funcionario policial.

Tras asesinar a Zamudio los agresores huyeron del lugar. La Policía examina ahora las cámara de seguridad de la zona así como las declaraciones de los testigos para intentar identificarlos.

Pareja asesinada tras ser expulsada de local de ambiente

No es por desgracia la única noticia espeluznante que nos llega desde México. Al menos un agente de Policía, así como personal de seguridad de un local de ambiente, están siendo investigados por otro asesinato, el de dos jóvenes gays ocurrido en extrañas circunstancias hace ahora una semana. Al parecer las víctimas fueron expulsadas por orden del gerente del Living, conocida discoteca de ambiente de la capital mexicana, supuestamente tras iniciar una riña. La seguridad avisó al agente, que acudió al local pese a que no correspondía a su zona de patrulla, e introdujo a la pareja a golpes en un vehículo que el agente de policía escoltó.

Poco más se sabe de lo sucedido entre ese momento y el momento en el que eran encontrados los cuerpos de los dos jóvenes sin vida, tiroteados y con signos de haber sido torturados, posiblemente para que pareciera que las muertes habían sido obra del crímen organizado. Esperamos que la investigación aclare lo sucedido, y con independencia de si se trató de un crimen de odio o mediaron otras razones los asesinos respondan ante la justicia.