Barack Obama defiende los derechos en materia de inmigración de las parejas binacionales del mismo sexo

En un acto celebrado en Las Vegas, el presidente estadounidense Barack Obama ha presentado su propuesta de ley inmigratoria, en la que se establece que las parejas del mismo sexo deben ser consideradas familias a efectos de obtener permisos de residencia en el país.

El principio de acuerdo de reforma de las leyes de inmigración alcanzado por senadores demócratas y republicanos, cuyo objetivo es la regularización de más de 11 millones de inmigrantes, no incluye uno de los supuestos más demandados por las asociaciones en defensa de los derechos LGTB: que las parejas del mismo sexo tengan los mismo derechos en materia de inmigración que las parejas heterosexuales. Los senadores demócratas alertaron de tal contingencia a las organizaciones LGTB, excusándose por haber tenido que obviar tal supuesto para poder alcanzar un acuerdo de mínimos con los senadores republicanos. Sin embargo, fuentes de la Casa Blanca aseguraron que el presidente Obama incluiría tal supuesto en su propuesta.

Y efectivamente así ha sido. El presidente estadounidense ha presentado su propia propuesta para la ley inmigratoria, que espera se vea recogida en el trabajo que se está efectuando en el Senado, al que ha ofrecido todo su apoyo. Los derechos de las parejas del mismo sexo se han incluido en el apartado “Racionalización de la inmigración legal”, con la siguiente redacción: “También se tratará a las familias del mismo sexo como familias, para ofrecer a los ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales la posibilidad de obtener un visado sobre la base de una relación permanente con una pareja del mismo sexo”. El senador demócrata Chuck Schumer ha asegurado que tratará de integrar estas propuestas en el proyecto de ley del Senado, posiblemente como enmiendas.

Preguntado sobre este asunto, el senador republicano John McCain, uno de los ponentes del proyecto de ley, declaró que la inclusión de las parejas del mismo sexo en la reforma no tiene una “importancia primordial”. Tras conocer la propuesta presidencial, se mostró reticente hacia lo que denominó “cuestiones controvertidas”. “Estaré encantado de hablar, de discutir cuáles son las ramificaciones, pero si alguien las presenta como el aspecto más importante de la reforma integral de inmigración, entonces tan solo obtendremos un desacuerdo fundamental… ¿Qué es más importante, los LGBT o la seguridad fronteriza?», ha añadido.

Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, declaraba lo siguiente sobre la propuesta en la habitual rueda la prensa: «El presidente ha creído, durante mucho tiempo, que los estadounidenses con parejas del mismo sexo de otros países no deberían enfrentarse a la dolorosa decisión de quedarse con la persona que aman o permanecer en el país que aman. (…) Así que creo no debería sorprender a nadie y que sería totalmente inconsistente no mantener esa postura».

Situación actual de las parejas binacionales del mismo sexo

La DOMA (Defense of Marriage Act, la ley que impide a la administración federal reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo) también tiene repercusión en el ámbito de la inmigración, de manera que los cónyuges extranjeros de un estadounidense de su mismo sexo, aunque estén legalmente casados en el estado en que residan, no pueden acceder automáticamente a la residencia tal y como ocurre entre las parejas heterosexuales. Ello puede ocasionar hasta la deportación del cónyuge extranjero si su situación en el país es considerada irregular, como por ejemplo ocurriría al vencer su visado.

La administración Obama ya difundió el año pasado unas directrices para que se consideraran familias a las parejas binacionales del mismo sexo a efectos de política inmigratoria, pero las organizaciones LGTB reclamaban una modificación expresa de la ley. Cabe recordar que la DOMA se encuentra en estos momentos recurrida ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos.