Chile: avanza la tramitación del «Acuerdo de Vida en Pareja», un tipo de unión civil abierto a las parejas del mismo sexo
En el largo proceso del legislativo chileno para la tramitación de un proyecto de ley de uniones civiles abierto también a las parejas del mismo sexo, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado aprobó el pasado 2 de enero la fusión de los diversos proyectos legislativos presentados en el Congreso Nacional.
En el año 2010, el entonces senador de Renovación Nacional (RN) Andrés Allamand presentó el proyecto de ley de Acuerdo de Vida en Común (AVC), que consistía básicamente en un acuerdo notarial entre dos personas que regulaba principalmente las relaciones patrimoniales entre las partes, al que podrían acogerse también las parejas del mismo sexo. El proyecto no llegó a cristalizar. Ya en agosto de 2011, el actual presidente chileno, Sebastián Piñera, presentaba el proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), que creaba una nueva figura legal que concede derechos en materia de herencia, fiscalidad y seguridad social a las parejas, independientemente de su sexo. Piñera dejaba claro que el matrimonio se seguía reservando a la parejas de distinto sexo, aunque no dudaba en “reconocer que existen otras formas de relaciones afectivas” que son también “respetables y valiosas”.
Tras meses de espera, por fin en diciembre la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado iniciaba la tramitación parlamentaria del Acuerdo de Vida en Pareja. El 2 de enero resolvió además fusionar el proyecto en trámite (AVP) con el presentado en su día por Andrés Allamand (AVC), así como considerar otras propuestas similares presentadas por diversos senadores. La fusión fue aprobada por cuatro votos contra uno (el del senador Carlos Larraín, de RN). Hernán Larraín, presidente de la Comisión, explicaba que la resolución estaba motivada por el deseo de que no se pierdan “aquellas iniciativas de ley presentadas por congresistas anteriormente que digan relación con un mismo tema, porque se pierde un trabajo parlamentario. Es muy propio de los Ejecutivos, del actual y de los anteriores, monopolizar las iniciativas legislativas, y nosotros pensamos que hay que destacar el aporte que han hecho los parlamentarios” .
Por su parte, la portavoz del Gobierno, Cecilia Pérez, se mostró contraria a la resolución de la Comisión en los siguientes términos: “Nosotros planteamos que no estamos de acuerdo con la fusión. Creemos que la matriz del proyecto del Ejecutivo es muy distinto a las otras cuatro iniciativas legales y también es distinta, si bien no en su mayoría, a la del ex senador Andrés Allamand, pero acá la facultad es del Legislativo y nosotros como Ejecutivo la respetamos”.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) valoró positivamente en su día los distintos proyectos de ley de uniones civiles, sin renunciar a la plena igualdad respecto a la institución del matrimonio: “El objetivo es que cada pareja, sin importar su orientación sexual o identidad de género, puede decidir en igualdad de condiciones si quiere regular su convivencia o relación a través del matrimonio o del Acuerdo de Vida en Pareja”. De hecho, el MOVILH presentó en 2012 una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos contra el estado chileno por impedir a las parejas del mismo sexo contraer matrimonio.
Militares retirados, a favor de la discriminación
En otro orden de cosas, pero sin movernos de Chile, se ha divulgado una carta en la que once militares retirados piden al comandante en jefe del Ejército que no implemente la normativa antidiscriminatoria recientemente aprobada en el país. Tras varias consideraciones, los militares no dudan en afirmar que los homosexuales “no son compatibles con el régimen y la vida de una militar, por cuanto pondrían en severo riesgo el régimen disciplinario y el papel de seguridad asignado a las Instituciones de la Defensa Nacional”, y expresan su deseo de que las adecuaciones de las leyes militares a la Ley Zamudio “no afecten la fidelidad a nuestras tradiciones”.
La reacción de los militares retirados se producen después de que, tras las denuncias por las prácticas discriminatorias que efectuaba el ejército chileno a través de instrucciones internas que ordenaban prescindir de los homosexuales o de un reglamento médico que trataba a la homosexualidad como una perversión psiquiátrica, el ministro de Defensa ordenara al Ejército adecuar estrictamente toda su normativa interna a lo dispuesto en la “Ley Zamudio” contra la discriminación. La de estos militares no es la primera reacción contraria, de hecho. Ya hace unas semanas el diputado de la derechista Unión Demócrata Independiente Ignacio Urrutia afirmaba que la admisión de homosexuales en el Ejército conllevaría la invasión de Chile por parte de Perú y Bolivia.
El MOVILH no ha dudado en calificar el escrito de “arremetida homofóbica que pretende perpetuar la discriminación al interior de las Fuerzas Armadas, en especial en el Ejército”, aunque se felicita porque “felizmente estos uniformados son parte de una tradición que el Ejército está dejando en el pasado. En las Fuerzas Armadas no hay vuelta atrás en el incipiente proceso de aceptación a la diversidad social, motivado tras denuncias por discriminación y tras la aprobación de la Ley Zamudio”.