El Parlamento de Polonia rechaza las uniones civiles abiertas a parejas del mismo sexo incluso en su versión más recortada
El Parlamento de Polonia ha rechazado tres propuestas de ley de uniones civiles abiertas a las parejas del mismo sexo, una de ellas propuesta por un diputado de la gubernamental Plataforma Cívica (PO). El resultado supone de hecho una derrota política del primer ministro Donald Tusk, que se ha enfrentado al líder del sector conservador de su propio partido, el ministro de Justicia Jarosław Gowin. Varios diputados del sector liberal de la PO han pedido disculpas por lo ocurrido y han cargado con dureza contra sus compañeros conservadores. El propio Tusk ha pronunciado un histórico discurso a favor de los derechos de las parejas del mismo sexo en Polonia.
Sin sorpresas, tal y como adelantaba la prensa polaca hace unos días, la cámara baja del Parlamento (Sejm) rechazaba este viernes seguir adelante con la tramitación parlamentaria de tres proyectos de ley de uniones civiles abiertas a las parejas del mismo sexo. Dos de ellos habían sido presentados conjuntamente por la Alianza de Izquierda Democrática (SLD) y el Ruch Palikota (RP), mientras que el tercero fue introducido por el diputado de la PO Artur Dunin. Los textos en polaco son accesibles aquí (primer proyecto, presentado en febrero de 2012), aquí (segundo proyecto, presentado en mayo de 2012) y aquí (tercer proyecto, el presentado por Dunin, en agosto de 2012).
Se trata de la segunda vez en esta legislatura que el Parlamento polaco rechaza tramitar leyes similares. Ya en julio de 2012 desestimó por amplísima mayoría la toma en consideración de otros dos proyectos de unión civil entre personas del mismo sexo presentados por el RP y por la SLD calificándolos de “inconstitucionales”.
Conviene precisar que en los tres casos se trataba de proyectos de alcance limitado que excluían el derecho a la adopción conjunta y ni siquiera preveían la equiparación de las uniones civiles al matrimonio en materia fiscal. Las propuestas habían sido elaboradas, de hecho, con la vista puesta en la necesidad de pasar el filtro constitucional, ya que nadie ponía en duda que partidos de derecha populista como Ley y Justicia (PiS, segunda fuerza del país) o Polonia Solidaria (SP, una escisión del PiS) recurrirían ante el Tribunal Constitucional cualquiera medida de este tipo (la Constitución polaca define el matrimonio como «la unión entre un hombre y una mujer»). Los proyectos de RP y la SLD eran, eso sí, más ambiciosos, e incluían la posibilidad de hacer la declaración de la renta conjunta, el acceso conjunto al seguro de salud, el derecho de visita hospitalaria, planes de jubilación y derechos sucesorios, mientras que el proyecto de la PO era más limitado y reconocía solo derechos como la pensión de alimentos en caso de separación, los derechos sucesorios y el derecho de visita hospitalaria.
Las votaciones
Los textos han sido rechazados gracias a los votos de los diputados de PiS, SP y el Partido Campesino Polaco (PSL, partido que junto a la PO forma la coalición de Gobierno en Polonia), así como del sector conservador de la PO. Los diputados del RP, de la SLD y una amplia mayoría de los diputados de la PO han votado a favor. Los resultados han sido los siguientes:
- 276 diputados han votado a favor de rechazar el primer proyecto presentado por la SLD y el RP, 150 han votado en contra y 23 se han abstenido.
- 283 diputados han votado a favor de rechazar el segundo proyecto presentado por la SLD y el RP, 137 han votado en contra y 30 se han abstenido.
- 228 han votado a favor de rechazar el proyecto de PO, 211 en contra, 10 se han abstenido y 11 no han tomado parte en la votación.
El debate
La votación se ha producido después de un debate que ha confirmado lo que muchos analistas aseguran: que los diputados polacos son mucho más conservadores que la sociedad a la que representan. El debate ha estado marcado, de hecho, por los gritos y proclamas homófobas de los diputados más extremistas. Krystyna Pawłowicz (PiS) ha llamado a los homosexuales “inútiles” y ha calificado los textos de “atentado contra la familia, el matrimonio y la Constitución”, Artur Górski (PiS, conocido sobre todo por haber definido en 2008 a Barack Obama como un “criptocomunista negro” cuya elección representaba el “fin de la civilización del hombre blanco”) ha afirmado por su parte que entre dos personas del mismo sexo “no puede existir amor”, mientras que Tadeusz Woźniak (SP) ha lanzado toda una diatriba homófoba y ha pedido al ministro de Salud Bartosz Arłukowicz si «es en el interés del estado apoyar a los homosexuales, visto que su manera de descargar la tensión sexual perjudica su salud«.
De nada han servido las maravillosas intervenciones de los diputados del RP Robert Biedroń (activista LGTB, antiguo líder de la organización Campaña contra la Homofobia, KPH) y Wincenty Elsner, que han pedido a sus colegas que reconozcan la realidad de un país donde cada vez más ciudadanos viven en parejas de hecho y donde casi el 20% de los niños vive hoy en familias no tradicionales (una parte significativa criados en familias homoparentales).
Divisiones en la Plataforma Cívica
En cualquier caso, ha sido la división en el seno de la PO la que ha resultado determinante para que el texto de Dunin, el único con posibilidades reales de ser aprobado, acabara siendo rechazado. El sector católico liderado por el ministro de Justicia Jarosław Gowin ha votado en contra del proyecto de su propio partido (de los 206 diputados de la PO, 46 han votado a favor de rechazar el proyecto, 146 en contra y 6 se han abstenido). Gowin (al que ya hemos hecho referencia en alguna ocasión) ha sostenido como ministro de Justicia que los textos eran inconstitucionales. Se trata, conviene precisarlo, de un político vinculado al Opus Dei, que en el pasado ha llegado a afirmar que las relaciones fuera del matrimonio son “patológicas” y que en ellas se dan más casos de pederastia (ya cuando en la anterior legislatura se discutió otro proyecto de este tipo proclamó que haría “todo lo posible” para bloquearlo).
La intervención de Gowin ha desatado la inesperada reacción del primer ministro Donald Tusk, que ha tomado la palabra para desautorizar a su ministro. Tusk ha afirmado que Gowin hablaba a titulo personal, ha criticado con dureza el comportamiento de los diputados conservadores y ha defendido el reconocimiento jurídico de las parejas del mismo sexo afirmando que estas son “un hecho social frente al cual no podemos cerrar los ojos». «No se puede poner en duda sus existencia, utilizar palabras insultantes [contra las personas homosexuales]«, ha añadido, subrayando además que el objetivo de los textos es solo “mejorar la vida” de las parejas. Robert Biedroń ha agradecido al primer ministro sus palabras calificándolas de “históricas y importantes”.
El comportamiento del sector conservador de la PO ha desatado de hecho una crisis interna en el partido. Varios diputados del sector liberal han cargado con dureza contra sus compañeros conservadores, pidiendo que sean sancionados y calificando a los que han votado contra el proyecto de Dunin como la “lista de la vergüenza”. Agnieszka Pomaska y Cezary Tomczyk, por ejemplo, han afirmado sentirse «avergonzados», mientras que Sławomir Nowak ha calificado lo sucedido como una “cobardía política”. También muchos electores de la PO han expresado su decepción en las redes sociales.
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Polonia tienen bien implantadas sus raices en el catolicismo. Naturalemente el catolicismo es sectario, fanatico y obscurantista. Los poloneses han sido instruidos en esta cultura, los prejuicios, y son muchos, son parte de la mentalidad dominante de la sociedad. En este aspecto, Polonia no estaba preparada para entrar en el Unión Europea, pero los intereses políticos han sido más fuertes que los principios proclamados por la Unión de los derechos humanos. Las mentalidades se cambian con la instrucción en las escuelas, pero como en otras muchas naciones la instruccioón es el catecismo, lo que no podrá producirse cambios impostates en la sociedad. Por otra parte, la homosexualidad, como fenomeno en la especia humana, no es algo que se escuche para comprender el fenómeno. No es suficiente reclamar derechos, por supuesto legítimos e importantes, pero es necesario abordar la homosexualidad desde una èperspectiva cientifica, como se pueden abordar otros temas que la ciencia ha clarificado y con ello eliminado creencias erroneas de ladiversidad de la humanidad y el universo.
Hay que decir que Plataforma Cívica es del PP europeo y estamos hablando de uniones civiles. La CDU alemana también las acepta pero de matrimonio no quieren saber nada.