Elecciones en Italia y derechos LGTB: completamos nuestro análisis (II)
Completamos hoy el análisis de la actualidad política italiana con la vista puesta en las elecciones que tendrán lugar los días 24 y 25 de febrero. Ya hicimos una primera valoración de las primarias que el Partido Democrático (PD) e Izquierda Ecología Libertad (SEL) celebraron en diciembre para elegir sus candidatos, así como de la posición de uno de sus líderes principales, Nichi Vendola, en materia LGTB. Hace pocos días dedicamos otra entrada a analizar, bloque político a bloque político, sus posiciones. Nos centramos entonces en la coalición de centro de Mario Monti y el Movimiento 5 Estrellas. En esta última entrada dedicamos nuestra atención a la derecha, la coalición izquierdista “Revolución civil, Ingroia” y el resto de fuerzas.
Para mantener la claridad, enumeramos hoy de nuevo los principales bloques que participan en estas elecciones:
- La coalición de centro-izquierda “Italia. Bien Común“, liderada por el secretario del Partido Democrático Pierluigi Bersani (las encuestas le otorgan entre el 33 y el 38% de los votos);
- La coalición de derechas liderada por el exprimer ministro Silvio Berlusconi, de la además del PdL forma parte también la Liga Norte (según las encuestas, entre el 25 y el 28% de los votos);
- La nueva coalición de centro “Juntos con Monti. Por Italia” liderada por el primer ministro Mario Monti (entre el 12 y el 15% de los votos);
- El Movimiento Cinco Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo (entre el 10 y el 14% de los votos).
- La coalición de izquierdas “Revolución civil, Ingroia”, liderada por el exjuez Antonio Ingroia y de la que forman parte el Partido de la Refundación Comunista, Italia de los Valores (IdV, liderado por el exjuez Antonio Di Pietro), el Partido de los Comunistas Italianos, los Verdes y el Movimiento Naranja liderado por el alcalde de Nápoles, el exjuez Luigi de Magistris (entre el 4 y el 6% de los votos).
Las últimas encuestas pronostican un aumento sensible de la intención de voto a favor de Berlusconi, pero de momento prevén una holgada victoria de la coalición de centro-izquierda en la Cámara de Diputados, donde la ley electoral favorece a la formación que obtenga más votos. Mucho más incierto es el panorama en el Senado, donde los “premios a la mayoría” se distribuyen regionalmente. Los sondeos muestran también un claro rechazo a los partidos políticos y una falta creciente de confianza en las instituciones, incluida por primera vez la jefatura del estado. El 73,2% afirma no tener confianza en Italia y el 89,7% desconfía de su Parlamento.
Por lo que a los derechos LGTB se refiere, ninguna de las coaliciones que se presentan a las elecciones defiende una posición clara y definida, y desde luego ninguna propone en su programa el matrimonio igualitario. La posición menos reaccionaria parece la del centro-izquierda, cuyo acuerdo electoral se refiere al tema de manera vaga. La fuerte presencia católica en sus listas -como en las de otras formaciones- hace dudar en cualquier caso de hasta qué punto su compromiso es firme. Avvenire, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana, ha publicado por cierto un listado de los candidatos afines a la iglesia católica presentes en todas las listas (apodados «la falange parlamentaria» por La Repubblica) a los que ha llamado a defender los «valores no negociables» en la próxima legislatura.
La derecha y los derechos LGTB
En una reciente entrada nos referíamos a un nuevo comentario homófobo de Silvio Berlusconi, en el que el exprimer ministro ponía a la misma altura “ser gay” y “robar el dinero de los italianos”. Pero este no ha sido el único ataque lanzado en los últimos días por Berlusconi y sus partidarios contra la comunidad LGTB italiana. Berlusconi (que ya en 2011 aseguró que mientras su partido estéuviera en el Gobierno las parejas del mismo sexo no se equipararían con las familias tradicionales), ha declarado que su partido “seguirá defendiendo la familia” y ha asegurado que en caso de victoria de la izquierda habrá una “inflación de matrimonios gays”. Y es que por increíble que resulte, pese a estar siendo juzgado por prostitución de menores y de haber protagonizado innumerables escándalos sexuales, Berlusconi, recién separado de Veronica Lario, su segunda esposa, y tras anunciar que tiene una novia 50 años más joven, parece decidido a hacer de la defensa de la familia tradicional y de la lucha contra los derechos LGTB uno de los ejes de su campaña…
El único momento en el que Berlusconi pareció romper con el guión fue en una entrevista concedida a la cadena de radio RTL 102.5 el 7 de enero, cuando el líder del PdL pareció cambiar de opinión y mostrarse a favor de reconocer derechos limitados a las personas homosexuales si existe una mayoría dispuesta a legislar en este sentido en el Parlamento (es importante subrayar que en realidad no dijo nada, se limitó a asentir con la cabeza en respuesta a una pregunta). Ello desató la inmediata reacción, tanto del diario Avvenire como de muchos exponentes de su partido, que insistieron en su oposición a los derechos LGTB. Tras esta oleada de críticas Berlusconi reafirmó de nuevo su oposición al matrimonio igualitario y aseguró haberse referido a una proposición de ley presentada hace unos meses por el senador homófobo Carlo Giovanardi.
Por lo que se refiere a la derechista Liga Norte, que formará coalición con el partido de Berlusconi, ha sido siempre una firme opositora al reconocimiento de los derechos LGTB. Nada cabe esperar de ella, a pesar de lo que no ha dudado en intentar captar votos en la aplicación geosocial gay Grindr.
También forma parte de la coalición derechista «Hermanos de Italia. Centroderecha Nacional”, formación recién fundada por el exministro Ignazio La Russa, muy conocido por su oposición a los derechos LGTB, que por si hubiera dudas ha reafirmado su oposición a las adopciones por parte de parejas del mismo sexo afirmando que los hijos adoptados por estas se crían en un entorno que casi les obliga a ser homosexuales y sufren menoscabo y discriminación por no poder ser criados por padres de distinto sexo.
Revolución Civil y los derechos LGTB
La nueva coalición de izquierdas “Revolución civil, Ingroia”, liderada por el juez Antonio Ingroia (que abandonó temporalmente la magistratura para presentarse a las elecciones tras protagonizar un duro enfrentamiento con el jefe del estado Giorgio Napolitano) decepcionó a muchos al no mencionar los derechos LGTB en su manifesto. La coalición ha preferido centrarse en la lucha contra la mafia, dejando por completo de lado los derechos civiles, la igualdad de género y los derechos de las minorías sexuales. Posición que le ha valido críticas por parte de intelectuales y exponentes de la sociedad civil. Algunos de sus líderes han hecho frente a estas críticas, de hecho. El lider de IdV Antonio Di Pietro ha querido reafirmar su apoyo a los derechos LGTB y el propio Ingroia se ha declarado a favor del matrimonio igualitario y la adopción por parejas del mismo sexo. Pero su programa electoral, presentando esta misma semana, no difiere sin embargo del presentado por el centro-izquierda. Afirma que la coalición combatirá la homofobia y se muestra a favor del «reconocimiento de los derechos de los individuos y de las parejas independientemente de su género«. Resulta particularmente llamativo que el texto solo se refiera a los derechos de los individuos y no se atreva a usar la palabra «familia».
Los Radicales
Son el partido que lideró la batalla para los derechos civiles en Italia en los años setenta. Gracias a ellos, y en particular a sus líderes Marco Pannella y Emma Bonino, hoy el divorcio y el aborto son legales en Italia. Nunca han sido una fuerza mayoritaria, pero hoy día se les puede calificar incluso de marginales: los sondeos les promostican alrededor del 1%. En las últimas elecciones se presentaron en coalición con el PD. En estas elecciones presentan una lista propia, llamada «Amnistía, justicia y libertad«, centrada exclusivamente en el problema de las cárceles y han buscado, sin mucho éxito, un acuerdo para sumarse a la coalición de centro.
Por si fuera poco, hace varios días Marco Pannella desató la indignación de muchos de sus seguidores al anunciar su apoyo a la candidatura del líder del partido ultraderechista La Destra, Francesco Storace, en las elecciones regionales del Lacio. El presidente de la asociación Certi Diritti, Yuri Guaiana, ha anunciado de hecho su renuncia a formar parte de las listas radicales (era candidato en Lombardía, aunque sin posibilidad de sacar escaño) en señal de protesta. Finalmente los radicales han renunciado a esta alianza, pero el daño ya está hecho. Parece improbable en cualquier caso que consigan representación parlamentaria.
Extrema derecha
No entraremos en detalle, debido a la multiplicidad de listas. El resultado que obtendrán estas es, din duda, un dato que habrá que mirar con lupa. Según los sondeos, de momento ninguna de ellas parece en condiciones de lograr representación parlamentaria.
La elección del próximo Presidente de la República
Finalizamos el análisis recordando que una de las labores del Parlamento que salga de las elecciones será elegir al próximo Presidente de la República, dado que el mandato de Giorgio Napolitano termina en mayo (El jefe del estado italiano es elegido en una votación conjunta de las dos cámaras a la que se suman representantes elegidos por las regiones).
Sería deseable que su sucesor siguiera el ejemplo del actual inquilino del Quirinal y continuara esforzándose desde su elevada posición institucional en combatir la homofobia que, como refería recientemente el diario El País, “en Italia es una enfermedad grave“. Desgraciadamente, entre los nombres que en este momento maneja la prensa italiana (Giuliano Amato, Anna Finocchiaro, Romano Prodi, Mario Monti, Massimo D’Alema, Rosy Bindi, Mario Draghi) ninguno destaca especialmente por su apoyo a los derechos LGTB. Alguno de ellos es, de hecho, abiertamente homófobo.