Grande-Marlaska habla sobre su salida del armario y defiende el concepto de Orgullo ante sus entrevistadores de la SER
Tras el discurso de Jodie Foster hablando de su orientación sexual en la entrega de los Globos de Oro, el programa La ventana de la Cadena Ser se interesó por la opinión al respecto del juez abiertamente gay Fernando Grande-Marlaska, que por cierto se vio obligado a defender con ahínco conceptos como el de «Orgullo» ante las opiniones de algunos de los intervinientes en la entrevista…
Sobre la salida del armario de la actriz norteamericana, el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional opinó que Foster “ha encontrado su momento, el momento en que ha sido capaz de decirlo y así lo ha hecho”. El conductor del programa, Carles Francino, aprovechó entonces para interrogar al invitado sobre su propia experiencia. Grande-Marlaska contó cómo tuvo que esperar a los 25 o 26 años (“lo cual es bastante tarde dentro de la vida de una persona”, añadía) para sincerarse en principio con sus amigos más cercanos. Más difícil le resultó el momento en que decidió contárselo a su madre, “una persona que realmente es esencial en tu vida, en tu construcción como persona, a quien has tenido y tienes como modelo… cuando crees que la recepción va a ser distinta a la que es en realidad… es un momento muy duro” . Tras ello, afirmó con contundencia “ya no existía ningún obstáculo que se me pudiera poner por delante”.
Más adelante rememoró el momento en que decidió hacer pública su orientación sexual a través de los medios, decisión que tomó con el propósito de colaborar a la visibilidad del colectivo. Aunque cree que haberlo hecho le proporcionó alivio (“alivia ser uno mismo y mostrarte como eres, ser capaz de eso”) no deja de pensar que todavía hay mucho por hacer: “me da rabia cuando se dice que todo está ya conseguido. Todavía hay mucha gente que lo está pasando mal en sitios y ciudades pequeñas”. Al hilo de estas y otras dificultades, más tarde, recordando de nuevo la decisión de Jodie Foster, comentaba: “una persona como ella, con una vida profesional realizada y una personalidad fuerte… ha necesitado cincuenta años para poder decirlo”.
Cuando se le adujo que hablar de la orientación sexual podría considerarse una injerencia en la vida privada, lo negó rotundamente: “la orientación sexual forma parte de la estructura de la persona, la vives desde que te levantas hasta que te acuestas, como si tienes los ojos azules o eres gordo o flaco… y tienes que manifestarte así. Cuando se nombran ministros, se comenta… casado o casada, soltera o divorciado, con dos hijos… ¿y alguien dice que va a poner una demanda porque afecta a su vida privada? (…) La privacidad comienza cuando tú llegas a casa y cierras la puerta de tu casa. Ese es el núcleo duro de la privacidad.” El juez se preguntó por qué se considera alardear de la orientación sexual cuando un homosexual cuenta, por ejemplo, cómo ha pasado el fin de semana, “yo no alardeo [cuando cuento esto], expreso mi vida”.
En ese momento intervinieron la periodista Raquel Martos y el comentarista deportivo Michael Robinson para aducir que lo que no está bien enfocado es, en palabras de Martos (dichas con cierto tono despectivo) “eso del orgullo gay”. Robinson, cuyas declaraciones sobre los homosexuales en el deporte no son precisamente afortunadas, aprovechó para argumentar el sempiterno “yo soy heterosexual y no hablo de orgullo heterosexual”. Grande-Marlaska fue contundente en la respuesta: “el Orgullo es una conmemoración de una historia (…) El Orgullo es decir que ya está bien, ya no me van a pisar más. Yo también tengo derecho a decir y a manifestarme como soy”.
El juez de la Audiencia Nacional se lamentó finalmente de que se le llame para tratar de estos asuntos, sobre todo porque significa que no ha habido muchas más personas de relevancia social que hayan salido del armario desde que él lo hizo: “es como si no hubiera conseguido nada apenas [haciendo pública su orientación sexual], al final es una frustración”.
Puedes escuchar la entrevista a continuación:
Me encanta Grande Marlaska, y no tanto por ser gay como por el hecho de que aquí en el País Vasco le han caído chuzos de punta, como también le cayeron a Garzón.
Viva la gente valiente, sea en el ámbito que sea.
o son ciegos o son tonotos la gente que dice que no hablan de heterosexualidad ni orgullo heterosexual. Todo está colapsado de orgullo heterosexual, heterosexista, sexista y homófobo, desde estúpidos anuncios de tv, radio, carteles, series, películas y conversaciones de bar, oficina, etc… la inclusión de la homosexualidad en cualquiera de estos ámbitos conlleva convertir a la persona homosexual en un bufón histriónico porque al parecer es la única forma de concebir la homosexualidad para el heterosexual que vive en un mundo de fantasía donde los demás tienen cabida solo si son objetos de burla
Qué pesados, ignorantes y odiosos son los del «orgullo heterosexual», por favor. ¿Acaso ellos han sido alguna vez o son perseguidos, amenazados, insultados, encerrados, vilipendiados, humillados, lobotomizados o marginados por ser heterosexuales? ¿Entonces de qué orgullo hablan? ¿Cuántas dificultades y obstáculos han tenido que superar por su condición sexual? No tienen ni idea, así que mejor que se callen.
Es tremendo que todavía haya personajes en los madios de difusión que salgan con el argumento absurdo del orgullo hétero. Por otro lado es muy reconfortante saber que hay personas que luchan por un mundo inclusivo lgbt con argumentos sólidos e incuestionables en lugares donde la homofobia está tan arraigada como África.
Alice Nkom, la abogada de los homosexuales
Para Alice Nkom, “nuestra pertenencia común a la Humanidad nos impone respetar al hombre en toda su dignidad, a pesar de nuestras diferencias, por la sola razón de que somos criaturas humanas”. “Por eso el Estado se compromete a apoyar a todos y protegerles” –concluye- “Tenemos el derecho de exigir esa protección y el respeto de ese compromiso para todos. Aquellos que disfrutan tranquilamente de sus derechos sexuales no deben olvidar que su situación es el resultado de luchas que las generaciones anteriores han mantenido, muchas veces con peligro para sus propias vidas, y no deben excluir a otros, si no hacer lo posible para que todo el mundo acceda a la plenitud de sus derechos fundamentales”.
La letrada también recuerda la importancia de la sexualidad en el desarrollo individual y sus implicaciones en otros derechos fundamentales como el derecho a la salud.
“Sólo los ignorantes pueden mantener que los derechos de las minorías sexuales, que son derechos humanos, no son una prioridad: al contrario, son el alfa y el omega de las preocupaciones de cualquier dirigente digno de ese nombre en el siglo XXI”, apunta.
http://blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais/2013/01/homosexuales-en-camerun.html
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Oscar De Madrid
He pensado ¡Qué grande! lueg me he dadoc uenta que podía parcere un juego de palabras. En cualquier caso, dicho con todo el respeto me encanta este hombre.