Hong Kong rechaza, por ahora, proteger a gays y lesbianas contra la discriminación
El jefe de Gobierno de la Región Administrativa Especial (SAR) china de Hong Kong, Leung Chun-ying (más conocido como CY Leung) ha desvelado en su discurso de intenciones para este año que entre las mismas no se incluye el iniciar un proceso de consultas para aprobar una ley contra la discriminación de las “personas de diferente orientación sexual”.
Como referíamos en noviembre del año pasado, el Consejo Legislativo de la excolonia británica ya decidió no tomar en consideración esta propuesta de ley. A ello se refiere el comunicado de Leung, que añade que la sociedad hongkonesa “está profundamente dividida en este asunto. Algunos están a favor desde la perspectiva de la igualdad de oportunidades. Otros se preocupan de que iniciar una consulta podría constituir un golpe a la familia, la religión y la educación”, opinó, por lo que seguirá “escuchando diferentes puntos de vista de sectores varios” pero por lo pronto no tiene “ningún plan para llevar a cabo una consulta”. Hace unos días, grupos homófobos organizaban una protesta frente a los edificios gubernamentales de Hong Kong para protestar contra la posible aprobación de esta normativa.
Activistas locales protestaron el miércoles contra la decisión del ministro. “No tiene ninguna lógica. ¿Quieren decir que tener una esposa en Hong Kong y otra en Shenzhen sí es un valor familiar aceptable?”, se preguntaba Anshuman Das ante los argumentos del jefe del Gobierno. Los organizadores de la protesta rompieron y quemaron un papel con el discurso de Leung y anunciaron nuevas movilizaciones para intentar hacer cambiar de posición al Ejecutivo de Hong Kong.
La negativa del Gobierno a aprobar la normativa, de hecho, parece estar dando impulso al movimiento LGTB de la excolonia británica. Anthony Wong y Denise Ho, dos estrellas locales del pop abiertamente homosexuales (gay y lesbiana, respectivamente) han unido también sus voces a la de varios activistas a favor de los derechos LGTB y han formado la denominada Big Love Alliance, que ya ha puesto en marcha una campaña a favor de la ley contra la discriminación.
La realidad LGTB en Hong Kong
Hong Kong vive en un equilibrio a veces complicado entre el control del Gobierno chino (receloso de cualquier reivindicación ciudadana, incluida la de los LGTB) y su autonomía como SAR, herencia de su antiguo estatus de colonia británica. Pese a su reputación como centro financiero internacional, la ciudad es relativamente conservadora en lo referente a derechos LGTB, no habiendo legalizado las relaciones homosexuales hasta 1991. Los últimos vestigios de la ley contra la sodomía heredada de la época colonial siguieron sin embargo vigentes hasta 2007, cuando fueron totalmente anulados por la Corte Suprema de Hong Kong. Poco antes, en 2005, tuvo que ser otra decisión judicial la que equiparó la edad de consentimiento para las relaciones homosexuales a la de las relaciones heterosexuales (pasó de los 21 a los 16 años). Y no fue hasta 2008 que Hong Kong celebró formalmente su primer Orgullo LGTB, evento del que nos hicimos eco en su momento. El celebrado el pasado noviembre congregó a unas cuatro mil personas.
En junio de 2011 hacíamos referencia a la polémica contratación, por parte del Departamento de Asuntos Sociales de Hong Kong, de un psiquiatra defensor de las “terapias reparadoras” de la homosexualidad para formar a los asistentes sociales. Semanas antes la policía había impedido un acto en el Día Internacional Contra la Homofobia y la Transfobia. Una tímida medida a favor de la población LGTB llegaba ese mismo año cuando las autoridades de la SAR empezaron a poner en práctica el que podría considerarse uno de sus primeros avances hacia el reconocimiento de las parejas del mismo sexo: la posibilidad para las parejas del mismo sexo de aquellos trabajadores extranjeros que trabajen en la excolonia británica de solicitar el visado de residencia mientras su pareja deba permanecer en su territorio.
Lo que más miedo da es que China va camino de convertirse en primera potencia mundial.