Perú: cristianos evangélicos y activistas LGTB se enfrentan por «la familia y los valores»
La convocatoria de una marcha «por la familia y los valores» por parte de un grupo de cristianos evangélicos motivó que activistas LGTB de Lima y aliados organizaran una contramarcha «por las familias diversas», lo que generó algunos enfrentamientos en las calles de la capital peruana el mediodía del pasado miércoles, 23 de enero.
La «Marcha por la familia y los valores» perseguía expresar el rechazo de la denominada Coordinadora Nacional Pro Familia a la despenalización del aborto y la despenalización de las relaciones sexuales consentidas con menores de 14 a 19 años (decidida por el Tribunal Constitucional hace solo unas semanas) y rechazar la ordenanza de igualdad y no discriminación propuesta por la Municipalidad Metropolitana de Lima (a la que denominan «ordenanza Sodoma»). La marcha fue convocada además en el contexto del proceso de revocatoria de la alcaldesa de Lima, la izquierdista Susana Villarán, apoyado por líderes evangélicos.
Razones que llevaron a las organizaciones LGTB a organizar, apenas en una semana, una contramarcha a favor de la diversidad familiar, una diversidad que los fundamentalistas pretendieron soslayar, al enfatizar que la «única familia» es la formada por un matrimonio heterosexual, negando así la realidad de las familias monoparentales, las familias con padres divorciados y especialmente de las familias homoparentales. Para ello, medio centenar de activistas se congregaron en la Plaza San Martín con pancartas en las que podían leerse lemas como «Sólo el Amor decide cuál es la familia perfecta» o «Todas la familias, Todos los derechos, Por una Lima sin discriminación».
Al principio, separados por algunos metros, solo hubo enfrentamiento de consignas (bastante disparejo, ya que los fundamentalistas reunieron a más de 2.000 concentrados). Cuando la marcha comenzó a desplazarse, los activistas LGTB y sus aliados de la Red Peruana de Masculinidades y familiares se colocaron al final. La policía y sobre todo la seguridad de los organizadores (voluntarios vestidos con chalecos de defensa civil) intentaron bloquear su avance. Entre gritos, empujones, algunos golpes e insultos los activistas consiguieron avanzar unos 200 metros por la vía que une la Plaza San Martín y la Plaza de Armas antes de ser bloqueados. Durante unos minutos hubo un acalorado intercambio de consignas. Finalmente, se prefirió evitar mayor violencia y la contramarcha dio la vuelta hasta finalizar en el mismo lugar en el que había empezado.
Pese a la diferencia numérica de manifestantes, se considera importante que por primera vez el activismo LGTB peruano se haya enfrentado a los sectores conservadores en torno al significado, simbólico y legal, de familia.
Me alegro mucho que el activismo no solo el LGBTTI sino también el activismo de derecho para las minorías en general este despertando en ese país.
Este grupo de personas LGBT le decían a un policía que no los dejaba pasar a la marcha homofóbica, que querían entrar a la marcha para marchar en ella como representación de las familias homoparentales porque ellos también eran familias. Tiene sentido, porque si la marcha es a favor de las familias, eso incluye a las familias homoparentales que tienen iguales o mejores valores, porque enseñan a sus hijos a respetar a las personas con sus diferencias y no violentar (restringir) sus derechos; pero todos sabemos que la marcha homofóbica no era para la familia, era en contra de la igualdad en derechos para las personas LGBT; “¡TODAS LAS FAMILIAS TODOS LOS DERECHOS!” era lo que gritaban, con esta acción querían dejar un mensaje, no es que fueran ingenuos y no supieran que era en su contra y no estaban invitados; era una reacción de protesta.
Es una pena que en algunos países para protestar por sus derechos la gente tiene que ser agredida por el mismo estadoe en este caso la policía que son pagados con los mismos impuestos de los ciudadanos.
Por mis experiencias la iglesia católica ha logrado formar una sociedad acomplejada no libre de pensamientos y propuesta a maltratar a otros por diferentes, la iglesia es un peligro en la conciencia de los seres humanos debería ser anulada, solo provoca violencia e injusticias y ese país es un ejemplo más de eso.