Uganda: asaltan de nuevo la sede de una organización LGTB
La oficina de Sexual Minorities Uganda, una asociación de defensa de los derechos LGTB, ha sido asaltada por desconocidos, que han causado varios destrozos y robado diverso material, entre el cual se encuentran datos sensibles de sus miembros.
El robo, que ocurrió el pasado 26 de diciembre, fue presenciado por uno de los miembros de la asociación que se encontraba en la sede recogiendo unos documentos. Entre el material robado se encuentran unos ordenadores que contenían datos sensibles de los integrantes del grupo, como su dirección y teléfono. Frank Mugisha, líder de la asociación, ha expresado su temor: “desde que he conocido la noticia estoy preocupado por si los que han robado obtienen información de los ordenadores”, ha afirmado. El asalto ha sido denunciado ante la policía y se encuentra en proceso de investigación. Hay que recordar que Sexual Minorities Uganda es una de las ONG defensoras de las minorías que fueron prohibidas este mismo año por “promover la homosexualidad”.
No se trata de la primera que vez que ocurre un suceso de este tipo en Uganda, En agosto de 2011, la oficina de Freedom and Roam Uganda (FARUG), organización presidida por la activista Kasha Nabagesera, fue víctima de otro asalto. Entre el material desaparecido figuraba también un listado electrónico de sus miembros.
Obispo anglicano afirma no conocer homosexuales en Uganda
Precisamente en Uganda acaba de ser aplazada al nuevo año 2013 el proyecto de ley endurecedor del tratamiento penal de la homosexualidad, que la presidenta del Parlamento, Rebecca Kadaga (bendecida este mismo mes por el Papa Ratzinger) pretendía ofrecer a los ugandeses “como regalo de Navidad”. A este respecto, estos días se han conocido unas declaraciones en contra del proyecto de ley efectuadas por el obispo anglicano Godfrey Makumbi, quien ha afirmado que Uganda tiene otras prioridades a las que enfrentarse como “la corrupción, la deshonestidad, la impudicia y la impunidad, los sacrificios humanos, la deficiente prestación de servicios y la extrema pobreza”. A este sensato planteamiento ha añadido que el proyecto de ley sería irrelevante porque “en realidad eso [la homosexualidad] no está en nuestra cultura, porque nuestros valores sexuales africanos son completamente heterosexuales, personalmente no he conocido a nadie atraído por ello aquí, tan solo en Europa”.
Quizás el obispo no ha tenido noticias de la celebración del festivo primer Orgullo LGTB en Uganda, que tuvo lugar en agosto de este año, y que se saldó con la detención de varios activistas, entre ellos el antes citado Frank Mugisha, que finalmente fueron puestos en libertad sin cargos.
Realidad de las personas LGTB
En Uganda las relaciones homosexuales, conviene precisarlo, son ilegales. Reina, además, una fuerte homofobia social. Allí fue asesinado en enero de 2011 el activista gay David Kato (su asesino fue condenado a 30 años de cárcel, una de las pocas noticias positivas que nos han llegado de aquel país). Kato era uno de los 100 ciudadanos homosexuales cuyo nombre y fotografía habían sido publicados por Rolling Stone (una publicación local), acompañados de la leyenda “Hang Them” (“a la Horca”). Hace pocos meses era encarcelado el británico David Cecil, productor de una obra teatral que denuncia la grave situación que viven las personas homosexuales en Uganda. Cecil fue liberado bajo fianza y se encuentra a la espera de juicio (podría ser condenado a dos años de cárcel).
Y pese a todo, los activistas LGTB siguen al pie del cañón, como demostraron en junio, cuando miembros de Ice Breakers Uganda inauguraron en Kampala la primera clínica del país dedicada a las necesidades del colectivo, con un enfoque especial sobre VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual. Más recientemente Uganda ha sido también protagonista en dosmanzanas por la campaña de activistas informáticos boicoteando las redes de gobiernos africanos que persiguen a sus minorías LGTB, entre ellos el ugandés.