Obama, al Supremo: es inconstitucional prohibir a la administración federal reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo
Importantísimo posicionamiento de la administración Obama, que en un informe jurídico presentado al Tribunal Supremo de Estados Unidos pide la declaración de inconstitucionalidad de la DOMA (Defense of Marriage Act), en concreto de su sección 3, que impide a la administración federal el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo.
«La sección 3 de la DOMA viola la garantía constitucional fundamental de igualdad de protección. La ley niega a decenas de miles de parejas del mismo sexo que están legalmente casadas bajo las leyes de sus estados toda una batería de importantes beneficios federales disponibles para las parejas de distinto sexo legalmente casadas. Dado que no es imposible justificar que esta discriminación sea de interés relevante para el Gobierno, la sección 3 es inconstitucional», afirma el informe, obra de Donald Verrilli, procurador general de Estados Unidos (encargado de argumentar en nombre del Gobierno ante el Supremo cuando este es parte de un caso). La argumentación del Gobierno apela así al denominado «heightened/strict scrutiny», término propio del sistema constitucional estadounidense: no se basa solo en un mero argumento racional, sino en un análisis del conflicto entre los supuestos intereses legítimos del Gobierno federal (que podrían justificar la vigencia de una disposición discriminatoria) y los principios constitucionales.
El informe del abogado del Gobierno alude también uno de los argumentos esgrimidos por la Cámara de Representantes, bajo control republicano, personada en el proceso a favor de la DOMA, y que hace un llamamiento a dejar al «proceso democrático» seguir su curso. «Esta aproximación debe ser adoptada en muchas circunstancias. Sin embargo, este es uno de esos casos en los que la deferencia hacia el proceso democrático debe someterse al mandato constitucional fundamental de igual tratamiento bajo la ley. La sección 3 de la DOMA hace a las muchas personas gays y lesbianas legalmente casadas bajo la legislación de sus estados objeto de una dura discriminación que no se corresponde con su potencial beneficio. Está suficientemente probado que esta discriminación no aporta ningún avance sustancial en la protección del matrimonio o de cualquier otro interés importante. La normativa es simplemente incompatible con la garantia de igualdad de protección que otorga la Quinta Enmienda. La Constitución, en consecuencia, requiere la invalidación de la sección 3″, explica el informe.
El caso de Edie Windsor
El Tribunal Supremo, recordemos, debe pronunciarse sobre el caso de Edie Windsor, una anciana que a la muerte de su esposa no pudo acogerse a una serie de beneficios fiscales para los matrimonios en materia de herencia, lo que la obligó a desembolsar 360.000 dólares en impuestos. Edie Windsor reclamó que el no reconocimiento de su matrimonio por la administración federal violó las garantías de igualdad de protección contenidas en la Constitución de los Estados Unidos. Un tribunal federal le dio la razón en primera instancia, fallo que confirmó en octubre de 2012 una Corte Federal de Apelaciones de Nueva York, estableciendo que no existe argumento constitucional que justifique tratarla diferentemente.
Se trata de la segunda sentencia en el mismo sentido dictada a este nivel, ya que antes del verano fue una Corte Federal de Apelaciones de Boston la que reafirmó otra sentencia de inconstitucionalidad contra la DOMA, dictada en este caso en Massachusetts. Son las dos sentencias más importantes, pero no son las únicas: se han producido ya otras a un nivel inferior. La sentencia sobre el caso de Edie Windsor es sin embargo la de mayor calado jurídico, al apelar al ya mencionado “heightened scrutiny». Según los jueces ello quedaba justificado por el hecho de que las personas homosexuales son una minoría históricamente perseguida y discriminada. Será ahora el Supremo el que decidirá si apoya la sentencia de la Corte de Apelaciones de Nueva York, en cuyo caso la sección 3 de la DOMA quedará invalidada.
La discriminación que esta norma resulta tan indiscutible que el propio Gobierno de Estados Unidos decidió ya a principios de 2011 dejar de defenderla en los tribunales civiles cuando se planteasen demandas (luego tomó la misma decisión en el ámbito militar). Ya el Departamento de Justicia, de hecho, había admitido ante un tribunal federal de San Francisco que la DOMA viola la Constitución. Una decisión que no gustó nada a la mayoría republicana de la Cámara de Representantes, que decidió ejercer el papel de defensor de la ley ante los tribunales. De hecho la Cámara lleva gastados ya casi millón y medio de dólares en ello, un gasto denunciado por los demócratas.
El proceso de derogación legislativa de la DOMA (el «proceso democrático», si atendemos a los argumentos presentados ante el Supremo) se inició el año pasado, pero resulta imposible que llegue a buen término mientras los republicanos mantengan el control de la Cámara de Representantes (que renovaron el 6 de noviembre, aunque con una mayoría menos holgada).
¿Se pronunciará Obama ante el Supremo sobre la Proposición 8?
La administración Obama no se ha posicionado ante el Supremo por lo que al otro gran caso relacionado con el matrimonio igualitario se trata, el de la Proposición 8, la polémica enmienda a la Constitución de California que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo en ese estado, declarada también inconstitucional por la justicia federal.
Conviene aclarar que en este caso la administración federal no es parte implicada, por lo que no está obligada a hacerlo. Sí que tiene capacidad, si así lo desea, para presentarse como amicus curiae y ofrecer su opinión. Muchos esperan que así lo haga, reforzando aún más la posición de Obama a favor de los derechos LGTB. El plazo no concluye hasta el 28 de febrero.
Yo dudo mucho que el gobierno federal se presente como amicus curiae en el caso de la Proposición 8, y hasta podría ser contraproducente, ya que el matrimonio es competencia estatal y Estados Unidos tiene un sistema federal muy celoso del reparto de competencias.
Está claro que el matrimonio igualitario está ya encaminado a su logro con la decidida actuación a su favor del Gobierno Federal.
Oscar De Madrid
La verdad es que yo opinaba como MonEsVil hasta hace muy poquito tiempo. Y sospecho que no era un pensamiento aislado, sino que la inmensa mayoría del activismo LGBT norteamericano no consideraba madura la situación para que la cuestión de la discriminación en el acceso al matrimonio para las parejas del mismo sexo fuera estudiada por el Tribunal Supremo. Es más, en muchos de los artículos del activismo LGBT de ese país, sobre esta cuestión, se puede leer entre líneas un serio temor a que el fin de la prohibición de los matrimonios entre personas del mismo sexo, impuesto en todo e país a través de una sentencia de la corte suprema, puede llevar a una importante reacción de la opinión pública de hostilidad hacia las personas LGBT en general, comprometiendo así buena parte de lo avanzado en el terreno de la igualdad social en la última década, y quizás más allá.
Pero desde las elecciones de noviembre pasado, las cosas parecen haber evolucionado a una velocidad de vértigo. Es posible que hayamos entrado de lleno en una etapa de slippery slope al fin. Yo animo a leer con detalle el link del post al resumen de la sentencia y simplemente a prestar toda a atención posible a la traducción del párrafo más destacada que incluye el propio post y a la explicación de la terminología que hace Flick.
La argumentación escogida por Obama no habla de conflictos entre las competencias de los estados y la administración federal, habla de los derechos fundamentales de las personas. Hay que estár además atentos al lenguaje empleado, como muy bien explica el post, que no es gratuito, ya que esa terminología técnica es fundamental para entender en todo su alcance la postura tomada por la Casa Blanca en estos momentos, que va mucho más allá de la tradicional defensa de la autonomía de los estados a lo hora de regular el matrimonio.
Los mismo argumentos son válidos para defender la inconstitucionalidad de la Proposición 8, aunque dependerá de los términos empleados en una hipotética sentencia que asumiera buena parte de estos argumentos que su alcance al conjunto de los Estados Unidos fuera inmediato, o simplemente abriese el camino a la derogación de las normas discriminatorias estado a estados en procesos singularizados. Yo creo que la Casa Blanca si se va a presentar en el caso de la Proposición 8 y; que las posiciones de los magistrados del Tribunal Supremo ya están manifestadas de forma directa o indirecta, es posible que lo que ahora está en juego es si el alcance de la setencia se limita a California o alcanza a todo el país, y me temo que la postura que adopte Obama va tener un peso sustancial en que se opte por una u otra vía.
Se puede dar la paradoja de que tras muchos años con el inquilino de la Casa Blanca a remolque de los requerimientos de activismo LGBT, en esta recta final, se puede poner al frente de la vanguardia más ambiciosa…
Y no soy el único que considera los argumentos empleados como válidos para intervenir en la cuestión de la Proposición 8, he encontrado este artículo después de escribir mi comentario:
http://www.christianpost.com/news/is-obama-aiming-for-federal-fight-in-support-of-gay-marriage-90660/
La DOMA, firmada por Clinton hace menos de 20 años. Quién lo iba a decir! Otras cosas cambian en sentido contrario. Clinton prohibió en 1994 los rifles de asalto con muchísima más facilidad que Obama, que probablemente no podrá hacerlo.
En 2004 en un debate para senador de Illinois Obama se oponía al matrimonio gay. Un año antes un tal David Koch (de los «terribles» hermanos Koch que según algunos son el cerebro «extremista» del partido republicano) defendía en público la igualdad, cuando no estaba de moda.
Vaya, todavía recuerdo la campaña de las primarias, cuando la prensa conservadora afín al Tea Party del Partido Republicano, hizo todo lo posible para evitar que con Hillary pudieran volver los Clinton a la Casa Blanca, con lo que había costado bloquear las políticas progresistas durante los años de presidencia de Bill. A estas alturas algunos se estará planteando muy seriamente si se equivocaron al valorar a Obama. Yo desde luego, reconozco que no estuve muy atinado, pensé que desde los medios conservadores habían levantado un ídolo con los píes de barro al que poder anular a los pocos meses de gobierno, y derrotar en las primeras presidenciales. Pero parece que resultado ser un hueso duro de roer. Ahora mismo no se puede descartar una mayoría demócrata en las dos cámaras para 2014. Si se llega a esa situación, los dos últimos años de mandato de Obama podrían muy bien suponer el mayor giro institucional y social en la historia de Estados Unidos, desde los tiempos de Franklin Delano Roosevelt…
Y lo mismo después vuelven los Clintos a la Casa Blanca 🙂
No soy nada entendida en asuntos jurídicos norteamericanos, pero ojala Nazareno, por el bien del colectivo, y en extensión de la humanidad toda, tengas razón.
Ojalá Chani, Ojalá 🙂
De momento un grupo de republicanos de cierta relevancia se han adelantado a Obama al presentar un documento en apoyo al matrimonio igualitario ante el tribunal supremo en relación con el caso de la Proposición 8. Teniendo en cuenta que 5 de los 9 magistrados que lo integran son considerados como conservadores, digo yo que alguno puede leer con interés los argumentos «conservadores» presentados:
http://www.nytimes.com/2013/02/26/us/politics/prominent-republicans-sign-brief-in-support-of-gay-marriage.html?pagewanted=all&_r=0