Un adolescente se suicida en el Reino Unido tras años de acoso homofóbico, dejando una hija de cuatro meses

El cuerpo de Anthony Stubbs, un adolescente de 16 años de Lancashire y padre de una pequeña de 4 meses de edad, ha sido encontrado en el bosque, colgado de un árbol y junto a una nota de suicidio. El joven había desaparecido a mediados del pasado noviembre, y su madre culpa de lo sucedido al acoso homofóbico que Anthony llevaba dos años sufriendo.

Es una de esas historias que dejan un terrible sabor. Apenas hace unos días informamos de la muerte del joven de 15 años Jadin Bell, y de nuevo tenemos que hablar de otra tragedia, en este caso en el Reino Unido. Anthony Stubbs desapareció el pasado noviembre tras pasar el día con su novia -Charlotte Mason, de 18 años- y su hija Lily, por entonces de dos meses de edad. Dos meses después el joven se adentró en un bosque de Lancashire para ahorcarse dejando una nota de suicidio. Su cuerpo fue hallado días después, el 14 de enero.

Según su madre, Denise Machin, “Anthony era maltratado por chicas desde hacía dos años. […] Le gritaban ‘chico gay’, lo abofeteaban, le destrozaban la ropa y hasta le robaron el teléfono. […] Fui a hablar con sus profesores, pero Anthony me suplicó que no interviniera, porque estaba empeorando las cosas y le daba vergüenza”. Machin cuenta que las cosas mejoraron cuando nació la hija de la joven pareja. “Él y Charlotte parecían tan enamorados que pensé que quizá había pasado simplemente por una fase difícil y que había asimilado su sexualidad. Iba tan bien en clase y planeaba ir a la universidad. Quería conseguir un buen trabajo y hacer todo lo que pudiera por Lily y Charlotte. […] Creo que se le daba bien esconder cómo se encontraba en realidad, y hacernos creer que estaba bien”.

Su madre siempre había sospechado que Anthony era gay, pero sólo reunió el valor para decirle que no había ningún problema si lo era cuando el joven iba a convertirse en padre. “Gritó que no era gay y que quería a Charlotte, pero al poco confesó que quizá era bisexual”, cuenta su madre. Cuando desapareció, su madre y su novia enviaron un mensaje de texto a un número sospechoso que hallaron en el móvil del joven, y recibieron una respuesta sexualmente explícita de alguien del sexo masculino. Las mujeres pensaron que Anthony se había marchado para “experimentar” e intentar encontrarse a sí mismo. “Creo que le resultaba difícil saber qué hacer con su atracción por el mismo sexo”, añade su madre. “Creo que fue demasiado para él. Asimilar estos sentimientos, ser padre y portarse bien con Charlotte. […] Pienso que debería haber alguien en las escuelas para ayudar a los adolescentes que puedan estar pasando por una confusión así”.

En la nota de suicidio encontrada en su mochila escolar Anthony decía a su madre que la quería y dejaba a su hermano pequeño su consola Xbox. ”Bueno, me voy pero no del todo”, decía la nota. “Estaré pendiente de vosotros, asegurándome de que tomáis las decisiones correctas. Y no me olvidéis, estaré mirando desde el cielo. Por favor no sufráis e intentad seguir adelante como podáis, os quiero a todos muchísimo”.

Descansa en paz, Anthony, y maldita sea la intolerancia.