El Senado francés no escuchará a los grupos homófobos convocantes de las manifestaciones contra el matrimonio igualitario

Se ha dado a conocer la respuesta que Jean-Pierre Michel, vicepresidente primero de la comisión legislativa del Senado francés y futuro ponente en la cámara alta de la ley de matrimonio igualitario, ha dirigido a los convocantes de las manifestaciones contra la igualdad de derechos para las personas LGTB, que habían solicitado ser recibidos en audiencia cuando la comisión inicie el debate de la ley el próximo 4 de abril. En ella no duda en calificarles como la representación “de la peor de las homofobias” y en reprocharles que los recursos que han gastado en sus convocatorias no hayan sido destinados a las organizaciones solidarias de la iglesia católica.

La respuesta ha indignado a diputadas como la cristianodemócrata Christine Boutin, de la UDF (Unión por la Democracia Francesa), una de los adalides de los opuestos al matrimonio igualitario. En su cuenta de Twitter ha llegado a calificar el texto de “insulto a los franceses”, afirmando que “el Estado se ha vuelto totalitario”. Jean-Pierre Michel insiste en lo ajustado del calendario, pues las vacaciones de Pascua son la semana próxima, y después deben trabajar sobre las enmiendas, pero además aclara que “hemos recibido (en audiencia) a más adversarios que partidarios del texto. A diversas asociaciones familiares y representantes religiosos (…) Incluso los senadores de la UMP (Unión por un Movimiento Popular, la oposición derechista) opuestos al texto agradecieron las audiencias, que encontraron muy completas «.

El contenido de la carta, fechada el 23 de febrero y con el membrete oficial del Senado, es el siguiente:

Señoras y señor:

Por la presente doy respuesta a su escrito de fecha 14 de febrero, en el que solicitaban audiencia a la comisión legislativa en referencia al proyecto de ley que abre el matrimonio a las parejas del mismo sexo.

Debo indicarles que, como ponente de la ley, por numerosas razones, no veo la utilidad de escucharles.

Las audiencias comenzaron el martes 5 de febrero de 2013, hubo aproximadamente 50 horas de audiencias públicas y 15 horas de audiencias de los ponentes; el conjunto de las opiniones ya ha sido escuchado, el calendario está totalmente sobrecargado, y no hay resquicio alguno para su organización.

Por otra parte, mantengo muchas reservas respecto a su colectivo. Escriben que “no tenemos ningún recurso, ningún medio de financiación. Sin embargo, las manifestaciones se han desarrollado, en opinión de todos los observadores, organizadores y manifestantes, con dignidad y respeto para todos, comenzando por el debido a las personas homosexuales”. Desde mi punto de vista está claro que ustedes representan la peor de las homofobias, aquella de “no tengo nada en contra de los homosexuales, tengo un montón de amigos homosexuales, pero me opongo a la igualdad que se les debe”. Para mí, eso está en la línea del “yo no soy racista, mi vecino es negro”. Ustedes niegan su homofobia como otros niegan su racismo.

Como católico, estimo que las cantidades gastadas en la organización de sus actos y las cantidades gastadas en el mantenimiento de su colectivo podrían haber sido destinadas a las organizaciones solidarias próximas a la iglesia católica.

Me han impactado, y no soy el único, las declaraciones efectuadas por manifestantes y organizadores  a lo largo de la marcha del 17/11/2012, sobre todo por usted, señor Xavier Bongibault, cuando hizo una peligrosa similitud entre el concepto que de los homosexuales tenía Adolf Hitler y el que tiene François Hollande.

Esta carta, igual que la suya, será publicada en mi página web y en las redes sociales.

Atentamente,

Jean-Pierre Michel, Senador del Alto Saona, vicepresidente primero de la comisión legislativa.

El senador, confirmando la veracidad del texto, ha comentado en su cuenta de Twitter que ha “rechazado escuchar a Frigide Barjot y su colectivo”.

La carta ha sido acogida con satisfacción por organizaciones de defensa LGTB como Act Up-Paris, que en un comunicado han calificado el texto como “una lección de democracia,  consistente en hacer patente el odio que pone en peligro no solo a las minorías, sino a la democracia misma”. Además, alientan a los representantes políticos partidarios de la igualdad a que sigan el ejemplo de Jean-Pierre Michel y denuncien como homófobos y propagadores de odio a los convocantes de las manifestaciones contra el matrimonio igualitario.