El Tribunal Supremo de Canadá confirma la sanción a un activista homófobo por crear un clima de odio hacia los homosexuales
El Tribunal Supremo de Canadá ha dictado sentencia, confirmando la sanción impuesta en 2005 por la Comisión de los derechos humanos de Saskatchewan a Bill Whatcot, conocido activista homófobo, por distribuir folletos cuyo contenido estaba destinado a “crear un clima de odio” hacia los homosexuales. Los hechos se remontan a 2001, cuando Whatcot distribuyó unos folletos en los que trataba a los homosexuales de sodomitas y los relacionaba con el abuso infantil.
Los folletos fueron distribuidos en las localidades canadienses de Saskatoon y Regina e iban firmados por Bill Whatcot «Activista Cristiano de la Verdad». Como puede comprobarse en la reproducción que se encuentra al final de la sentencia, eran de cuatro tipos. En dos de ellos se denunciaba un proyecto para tratar los asuntos referentes a la homosexualidad en los programas de las escuelas públicas bajo títulos como “Mantened la homosexualidad fuera de las escuelas públicas de Saskatoon” y “Sodomitas en nuestras escuelas públicas”. En este último se relacionaba la actual tolerancia hacia la homosexualidad en Canadá con las costumbres de las antiguas Roma, Sodoma y Gomorra, y se consideraba que su promoción en las escuelas ocasionaría “la muerte temprana y enfermedad de muchos niños”. También se afirmaba que los “sodomitas” eran “tres veces más propensos a abusar sexualmente de niños”, o “430 veces más propensos a contraer el sida”. En los otros dos se hacía referencia a la sección “hombre busca hombre” de una revista local. Cuatro personas que habían recibido los pasquines en sus domicilios interpusieron sendas demandas ante la Comisión de los derechos humanos de Saskatchewan.
La Comisión decidió en 2005 que Whatcot debía indemnizar con 17.500 dólares a los cuatro demandantes y suspender la distribución de los folletos, en base a un artículo del Código de Derechos Humanos de Saskatchewan que prohíbe la publicación de material «que exponga o pueda exponer al odio, la ridiculización, el desprecio o cualquier otra forma de ofensa a la dignidad de cualquier persona o grupo de personas en base a materias específicamente protegidas “, incluida la orientación sexual.
Bill Whatcot apeló al Tribunal de Apelaciones de Saskatchewan, que le dio la razón en el año 2010, revocando la decisión de la Comisión de derechos humanos. Este último organismo decidió recurrir al Tribunal Supremo, que este miércoles 27 de febrero decidió por unanimidad de sus miembros anular la decisión del Tribunal de Apelaciones y confirmar la indemnización fijada en primera instancia para dos de los cuatro demandantes. El Tribunal considera que los folletos que concernían a la enseñanza pública “representan al grupo objetivo como una amenaza que podría poner en peligro la seguridad y el bienestar de los demás (…) y utilizan ilustraciones difamatorias y despectivas para crear un clima de odio», sin embargo, considera que el otro grupo de pasquines “aunque contienen declaraciones impactantes, no reflejan el grado odio que requiere la aplicación de la prohibición”.
Whatcot ha declarado que continuará distribuyendo este tipo de folletos “hasta que esté en una cama de hospital o en la cárcel. No creo que el Tribunal Supremo tenga derecho a censurar este tipo de discursos. Si lo hacen, se equivocan”.