El cine de Xavier Dolan
El reciente éxito de Laurence Anyways en Lesgaicinemad de 2012 nos lleva a hablar del cine de este director canadiense cuya fecha de nacimiento (1989) generalmente causa escándalo cuando uno piensa que a sus veintipocos años ya es un director consagrado y va por la tercera película.
Dolan es de los que dejan bien claras sus referencias y sus intenciones: en tres minutos es capaz de homenajear a Wong Kar-wai, Ozon y Almodóvar sin el más mínimo recato. Y con su orientación sexual pasa lo mismo, algo que es muy de agradecer. Es imposible para el espectador no vincular al actor Dolan con el director Dolan y con la persona real Dolan: que él mismo sea el protagonista de sus dos primeras películas, además de autor del guion y que (al menos la primera) sea bastante autobiográfica nos acerca de tal modo a él que, como si se tratase de un Woody Allen quebequés, una vez vistas, parece como si le conociéramos de toda la vida (algo que al pobre le debe resultar de lo más molesto, imaginamos).
Con un título tan salvaje como J’ai tué ma mère (2009) (He matado a mi madre) y veinte añitos como veinte soles, Dolan tira por tierra el estereotipo ese sobre que los gays se llevan estupendamente bien con sus madres y nos ofrece una especie de Dos en la carretera en la que Audrey Hepburn es el hijo gay y Albert Finney la madre absorbente. O algo así. A través de momentos que en ocasiones son difícilmente soportables, otros delicadamente sentimentales y muchos salvajemente divertidos, una madre y su hijo gay nos acercan a una relación viciada que a veces nos recuerda a esos reportajes de la Cuatro en los que dan ganas de liarse a guantazos con padres e hijos indistintamente. Uno no puede evitar ese prurito que le entra siempre e imaginar el casting de una supuesta adaptación española (sea en cine, sea en teatro) de esta ópera prima de Dolan y babear pensando en Loles León con Eduardo Casanova.
Les amours imaginaires (2010) es algo peor, lastrada por un metraje excesivo pero que cuenta con la maravillosa Monia Chokri en papel principal. Esta vez son dos amigos (chico y chica) que se enamoran a la vez del mismo muchacho: para ella es el David de Miguel Angel, para él, uno de los marineros de Cocteau. El lánguido (y ciertamente insoportable, pero el amor es así) chaval no les presta demasiada atención de manera individual a ninguno de los dos, pero quizá parece que se hubiera enamorado de la pareja que forman. La aparición al final de la película del guapísimo Louis Garrel nos confirma lo que habíamos pensado durante el resto del metraje: aquí hay mucho de The Dreamers de Bernardo Bertolucci. Pero el que cita no copia: homenajea, investiga.
Por cierto: alguien debería escribir una tesis sobre el uso de Bang Bang (My Baby Shot Me Down) en la banda sonora del cine LGTB. ¿Somos gays porque nos gusta la canción? ¿Nos gusta la canción porque somos gays? ¿Puede tener orientación sexual una canción, aunque no entendamos ni una puñetera palabra de la letra? (no creo que sea necesario aclarar cuál es mi respuesta a la tercera pregunta).
Dejamos Laurence Anyways para otro Desayuno en Urano.
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He visto ambas películas y la verdad que sorprende la juventud del artista.
Sobre lo que comentas de Bang, bang, acabas de traerme a la memoria la primera vez que la escuché en una película. Sé que era francesa (aún no recuerdo el título, pero lo haré) y la cantaba Sheila B. Devotion, ¡oh my god, como pasa el time!
Ya me acordé, en la película Un robe d’été, versionando la canción de Cher. Y en nuestro país la recordaremos por poner música a la vuelta ciclista de 1.977 versionando el legendario Singing in the rain
esa misma! el corto (maravilloso) de Ozon
Por cierto, acabo de leer en un periódico digital la nueva película de Steven Soderbergh, «Behind the candelabra» con Matt Damon y Michael Douglas. Sobre la vida del artista Liberace.
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Vaya, qué precocidad. Yo creo ahora que con 20 años estaba aún con los madelman….
Hay que ver «los amores imaginarios», ser puede ver algo mas maravillosamente kitch y gay, pero sin ser esopecificamente gay? verla en el cine es espectacular. Xavier Dolan eres el amo, sin duda.
Bueno el corto de Dolan es muy bestia. Pero no veo porque la gente protesta. Peor es el de James Franco. Besos. Edu.
Por cierto, corrijo mi errata sobre la canción Bang bang que ya fué un éxito de Sheila B. Devotion allá por 1.966 y Cher fue la que grabó una versión en inglés.