Sara Montiel no ha muerto
Cuando murió Cantinflas (hace ya unos cuantos años), estaba viendo la tele con mi sobrino pequeñito. El pobre niño no daba crédito y se puso a llorar:
— ¿Se ha muerto Cantinflas?
— Sí, una pena.
— Entonces ¿no vamos a ver nunca más sus películas?
— No hombre, no te preocupes. Eso no.
— Entonces ¿qué más da que se haya muerto?
Porque, ciertamente, a usted y a mí nos da igual que haya muerto Sara Montiel. Es un tópico pero no deja de ser muy real: algunas personas no mueren nunca. Yo me voy a poner ahora mismo a ver Yuma, Veracruz, La violetera o El último cuplé hasta que me salga sangre. Pero el caso de Sara me lleva a reflexionar algo más lejos, hacia algo más misterioso: si bien es claro que Sara Montiel nunca morirá ¿no es menos cierto que existía desde siempre? ¿No es menos cierto que Sara Montiel, lo que fuera que fuese, ocupó durante (al menos) 85 años el cuerpo de María Antonia Abad Fernández hasta que lo abandonó igual que lo poseyó?
Sara Montiel ni actuaba, ni cantaba y su belleza (algo vulgar) fue, desde luego, puntual. Sin embargo, ahí está, entre los más grandes. Pienso que Sara Montiel era algo primigenio, una fuerza, una diosa manchega de la naturaleza, de la seducción, tan inexplicable como el viento de agosto al mediodía que azota los molinos de Campo de Criptana. A lo mejor esto no es el mejor obituario y es más una reflexión pseudo-filosófica sobre la muerte y la vida, porque ¿se muere el sol de verano en La Mancha, se mueren los trigales, las tormentas al final de la tarde?
Sara Montiel no ha muerto porque existía ya antes del tiempo y de la vida, porque es algo que estaba ahí y que seguirá. Si es que hablar de un antes y un después tiene sentido tratándose de dioses.
Sara Montiel fue un gran icono gay. Gracias por haber existido Saritisima.
¿No es más* cierto…?
Sara vivirá siempre. Siendo eso cierto, no es menos cierto que existía desde siempre.
No veo el problema, gracias de todas formas.
No es un problema si la respuesta que buscabas a tus preguntas es «no». Supuse, error mío, que buscabas un sí.
Aclarado 🙂
Su lucecita personal se ha apagado. Pero brilla con más fuerza la llama que tenía en el Olimpo de las diosas.
Pues parece que no a todo el mundo le molaba Sara Montiel:
http://blogs.publico.es/shangaylily/2013/04/09/sara-ni-icono-gay-ni-rebelde-ni-margarita-nelken/