«Las bodas de Sálvame» celebró su primera boda gay
Las bodas de Sálvame, el programa que recrea en directo en el plató de Telecinco la celebración de una boda, vivió este sábado su primera ceremonia de matrimonio entre dos personas del mismo sexo. Con independencia de la opinión que pueda merecer el programa, desde dosmanzanas nos felicitamos de que una relación gay haya sido documentada de una forma tan intensa en un horario televisivo familiar. Más de 1.200.000 personas siguieron la historia de Nacho y Ricardo.
Para información de muchos de los que nos leen desde fuera de España, Sálvame es una especie de tertulia en la que periodistas del corazón y personajes conocidos (de segunda o tercera línea, generalmente) debaten la actualidad del mundo del famoseo. Ocupa la franja de tarde en Telecinco, de lunes a viernes, y pese a ser un programa muy popular es muy criticado por su tono frecuentemente zafio y chillón (muchos lo consideran el prototipo de «televisión basura»). Las bodas de Sálvame es un spin off de dicho programa que se emite los sábados por la tarde desde el 13 de abril, y que en un tono mucho más amable recrea la celebración de una boda con presencia de familiares y amigos (las parejas celebran antes del programa una boda civil con plena validez legal). A cambio de «desnudar su intimidad» ante toda España, a las parejas participantes se les sufraga la celebración de la boda en un restaurante madrileño, los gastos (trajes, anillos, etc.) y el viaje de luna de miel.
Este sábado Las bodas de Sálvame celebraba su primera boda gay. Los protagonistas, Nacho y Ricardo, una pareja de Zaragoza. El programa, de más de dos horas de duración, fue seguido por más de 1.293.000 espectadores (si tienes interés, puedes verlo completo pinchando aquí). Pese a los lógicos temores sobre cómo sería tratado el tema, lo cierto es que el tono del programa, aunque desenfadado (como el de todas las bodas celebradas hasta ahora) fue correcto, la historia de la pareja -con seis años de duración a sus espaldas- fue narrada de forma simpática y respetuosa, y no faltaron alusiones a la dificultad para salir del armario ante su familia y al acoso homófobo que uno de los novios recibió en el pasado.
En definitiva, televisión popular, que a muchos de nuestros lectores habituales horrorizará, pero que creemos puede ser considerado un ejemplo correcto por lo que al tratamiento televisivo de la homosexualidad se refiere. Esperamos, en cualquier caso, vuestras opiniones…
Os dejamos mientras tanto con un emotivo fragmento del programa, que recoge las lecturas de familiares y amigos y de los propios novios (no apto para diabéticos…):