Un cardenal escocés y un párroco de Churra (Murcia): dos historias de clérigos católicos y sexo homosexual
Dos noticias que no dejan de ser, en última instancia, muestra de la hipocresía con la cual la jerarquía católica sigue manejando una realidad, la homosexualidad de muchos de sus clérigos, a los que aboca a una vida de ocultación, vergüenza y en el peor de los casos represión de sentimientos e incluso conductas abiertamente homófobas. Este es por ejemplo el caso de Keith O’Brien, el cardenal escocés que fue azote del matrimonio entre personas del mismo sexo y del cual hace pocas semanas se conocía su «conducta sexual inapropiada» hacia otros jóvenes sacerdotes, que ahora iniciará un periodo de «renovación espiritual, oración y penitencia», según ha anunciado la Santa Sede en un breve comunicado. Mientras tanto en Churra, una pedanía de Murcia, su párroco ha sido destituido de forma fulminante tras difundirse imágenes practicando sexo oral con otro hombre.
La historia de Keith O’Brien es conocida por los seguidores de dosmanzanas. El que era el único británico llamado a formar parte del cónclave que eligió papa a Jorge Bergoglio (finalmente no acudió) se había hecho famoso en los últimos tiempos por su homofobia. En agosto pasado, poco después del anuncio del Gobierno escocés de que impulsaría una ley de matrimonio igualitario, se leyó en todas las parroquias católicas de Escocia una carta suya en la que en la que mostraba su “profundo malestar por el hecho de que el Gobierno escocés haya decidido redefinir el matrimonio”. “La enseñanza de la iglesia sobre el matrimonio es inequívoca, es únicamente la unión de un hombre y una mujer, y está mal que los gobiernos, los políticos o los parlamentos traten de alterar o destruir esta realidad”, añadía. Antes, en septiembre de 2011, cuando el proyecto estaba todavía en el periodo de consultas, el entonces arzobispo de Edimburgo opinó que el proyecto suponía “reescribir la naturaleza”. Sus críticas no limitaron a Escocia: hace poco más de un año, O’Brien dirigía un duro ataque al proyecto de ley de matrimonio igualitario para Inglaterra y Gales anunciado por el primer ministro David Cameron, calificándolo de “locura” y de “subversión grotesca de un derecho humano aceptado universalmente”.
Este es el mismo O’Brien que, paradójicamente, se veía abocado a tener que reconocer su «conducta sexual inapropiada» después de ser acusado por cuatro sacerdotes que mantuvieron contacto con él en el pasado (después surgieron nuevas acusaciones). Tras desaparecer de la vida pública por voluntad propia, ahora la Santa Sede ha anunciado que el cardenal abandonará Escocia durante unos meses para iniciar un periodo de «renovación espiritual, oración y penitencia». Según el comunicado oficial, la decisión habría sido tomada conjuntamente por el cardenal y el papa. El futuro de O’Brien, transcurrido ese tiempo, será decidido también por ambas partes.
Y en Churra, destitución del párroco
Otra historia que a muchos parecerá incluso divertida, pero que no deja de ser lamentable. El obispo de Cartagena, José Manuel Lorca, ha destituido este miércoles al párroco de Nuestra Señora de la Encarnación, de Churra (una pedanía de Murcia) después de que circularan a través de las redes sociales fotografías en las que parece ser el padre Francisco Javier Ruiz quien aparece practicando sexo oral con otro hombre en el coto Los Cuadros de Murcia.
En el comunicado en el que se informa de la destitución del párroco (cuyo nombre ni siquiera se digna a mencionar) la diócesis de Cartagena aclara que, de manera provisional, se encargará de la parroquia el vicario episcopal de la zona pastoral suburbana II, Antonio Ballester, «encomendando la parroquia a la intercesión de la Santísima Virgen María, en su advocación de la Encarnación».
¿Cómo se puede llegar a eso? ¿Qué pasará por la cabeza de estas personas? La homofobia del cardenal, ¿será real o impuesta por su cargo? En cualquier caso, resulta asombroso que un homosexual pueda comportarse de esa manera. Respecto al cura de Churra, y aunque reconozco que es una putada salir en todos los medios pillado en plena «faena», debo admitir que soy de los que encuentran la anécdota divertida. Y please, dejadme que me ponga cotilla: ¿os habéis fijado que lleva alzacuellos? ¿Se lo dejará puesto cuando va de cruising para provocar el morbo? Es que menuda tela, ¿eh?
La iglesia trata de reprimir algo tan natural como el amor, la pasión y el sexo en distintos grados según toque, heterosexuales y homosexuales. Las personas tienen relaciones sexuales les guste o no y cada uno con lo que le gusta, siempre ha sido así y siempre será. Dicho esto…
El delito aquí es la hipocresía de un colectivo homófobo cuya represión es proporcional a la condena que ejercen a otros seres humanos.
Como el 99% de los jóvenes de mi edad, suelo masturbarme. Estaba en eso cuando llegué al clímax, no tenía ninguna intención de manchar mi ropa, ya que como sabrán sacar es blanquecina mancha no es nada fácil.
Con la otra mano abrí un cajón, escudriñé visualmente su interior y saque el primer papel que vi.
Para mi sorpresa era una hoja del nuevo testamento, no había tiempo para segundas oportunidades, así que no me quedó otra opción que emplearla en tan noble labor.
No me definiría como creyente, por lo que no siento gran culpa ni me cuesta dormir por las noches después de esta peculiar experiencia, sin embargo, creo que es algo digno de ser contado, y si algún creyente se siente aberrado por tan indecoroso suceso, no dude en expresarlo en los comentario.
P.D: El papel no sirvió de mucho ya que como sabrán el presupuesto de la Iglesia no considera especialmente el grosor y la calidad de las hojas de su libro sagrado. ¿Cómo no piensan en los onanistas poco previsores como yo?
El cura de churra ya podía haber tenido más cuidado, que hacer cruising en un sitio donde te puede ver cualquiera q pase en bicicleta… ¿cómo se puede ser tan tonto?
yo creo q son ellos mismos los q hipócritamente eligen esa vida de ocultación y homofobia, no deben de sentirse muy orgullosos de si mismos.