Agresión al diputado gay Robert Biedroń tras finalizar el Orgullo LGTB de Varsovia
Varios miles de personas participaron el pasado sábado en la denominada Marcha por la Igualdad, que recorrió las calles de Varsovia reclamando la aprobación de una ley de uniones civiles entre personas del mismo sexo. Pese a la ausencia de incidentes durante el desarrollo de la marcha, el evento quedó ensombrecido por la agresión homófoba al diputado abiertamente gay Robert Biedroń, ocurrida posteriormente en un café de la capital polaca.
El diputado se encontraba tomando algo con un grupo de amigos después de haber participado en la marcha cuando un individuo comenzó a dirigirles insultos homófobos y abofeteó a uno de ellos. Cuando el agresor reconoció al propio Biedroń, le escupió en la cara y le propinó una patada en el estómago, para después huir corriendo del lugar. Afortunadamente los agredidos no sufren secuelas de consideración y el individuo pudo ser detenido. «No se puede llamar patriotas a estos bandidos, una tendencia que a menudo se oye en boca de ciertos políticos», ha declarado al respecto Biedroń, que pese a todo quiso destacar el hecho de que este año la marcha del Orgullo LGTB -no otra cosa era en realidad la Marcha por la Igualdad- pudo celebrarse en mejores condiciones que en años anteriores, sin amenazas explícitas de grupos homófobos.
Robert Biedroń, antiguo líder de la organización Campaña contra la Homofobia (KPH) es diputado del Ruch Palikota, el movimiento de izquierda y a favor de la laicidad liderado por Janusz Palikot que en octubre de 2011 se convertía en la tercera fuerza política del país (y que también tiene como diputada a Anna Grodzka, abiertamente transexual).
Polonia, una realidad en evolución
Y es que la tradicionalmente católica Polonia, pese a agresiones como la sufrida por Robert Biedroń, está cambiando a marchas forzadas en materia LGTB, pese a las fuertes resistencias de su clase política.
Buen ejemplo de ello es los sucedido en enero, cuando el Parlamento polaco rechazó tras un acalorado debate tres proyectos de unión civil abierta a las parejas del mismo sexo, uno de ellos promovido desde la gobernante PO (Plataforma Cívica) con el apoyo del primer ministro, Donald Tusk. Una derrota que provocó una auténtica fractura en el seno la PO entre su sector más liberal y su sector más conservador, liderado por el entonces ministro de Justicia Jarosław Gowin, vinculado al Opus Dei y con conocidos antecedentes homófobos. El resultado de la votación, que se acompañó además de furibundas proclamas homófobas lanzadas por algunos diputados, generó de hecho una importante frustración en los sectores más avanzados de la sociedad polaca.
Jarosław Gowin, por cierto, fue destituido hace pocas semanas después de insinuar la existencia de un comercio de embriones entre Polonia y Alemania, en lo que supuso la gota que colmó el vaso de la paciencia del primer ministro Tusk.
No podemos bajar la guardia por más que digan que se nos acepta y respeta. Si llevas algo que te identifica como GAY vete por la callle mirando hacia atrás.
yoel Shalom valencia