Colorado: una pastelería se niega a servir para celebraciones de parejas del mismo sexo, pero sí para festejar bodas entre perros
Una pareja de lesbianas quiso celebrar su unión civil en el estado de Colorado, y acudió a una conocida pastelería a encargar los dulces para la fiesta. Los responsables del establecimiento se negaron a servirles, aduciendo que la política de la empresa, basada en sus creencias religiosas, les impide atender a las parejas del mismo sexo. Sin embargo, la misma empresa no puso impedimento alguno en servir dulces para una boda canina.
El 1 de mayo entró en vigor la ley de uniones civiles en el estado de Colorado. Desde esa fecha han proliferado las celebraciones de este tipo de uniones entre parejas del mismo sexo, entre ellas la del speaker de la Cámara de Representantes, Mark Ferrandino. También era el caso de Stephanie Schmalz y su pareja Jeanine, que querían festejar junto a amigos y familiares su reciente unión. En el banquete querían servir algunos pasteles, y se dirigieron a Masterpiece Cakeshop, en la localidad de Lakewood. Tras tratar con la dependienta el precio de un pedido de gran magnitud, esta se interesó por el tipo de festejo que celebraban. Al saber que era la unión de ambas, les comunicó que la empresa tenía una estricta política de no servir para celebraciones de parejas del mismo sexo, en base a sus creencias religiosas.
Stephanie entonces quiso hacer una pequeña prueba, para calibrar la magnitud de la homofobia de los responsables del establecimiento. Habló por teléfono directamente con el dueño de la empresa, Jack Phillips, y encargó una variedad de dulces para veinte invitados a la celebración de la boda de dos perros, “Roscoe” y “Buffy”. Sin problema alguno, Phillips procedió a tomar nota del pedido, comprometiéndose a elaborar el encargo a la mayor brevedad posible. Stephanie, por supuesto, presentó la correspondiente queja contra el establecimiento ante notario público.
No es la primera vez que Jack Phillips actúa de esta manera. A Katie Allen y Allison Sandlin les contestó que no servía a parejas del mismo sexo “igual que no hacía tartas para pedófilos”. De igual manera trató a Dave Mullins y Charlie Craig, pero ambos acudieron al Departamento de Derechos Civiles de Colorado a exponer su caso, y tras una investigación el organismo encontró que, efectivamente, se habían vulnerado sus derechos. Las leyes de Colorado prohíben la denegación de servicios basada en la orientación sexual de los clientes. Tan solo están exentas las confesiones religiosas en lo que respecta a sus ceremonias. Pero una pastelería no es una iglesia. Por ello, el Departamento de Derechos Civiles interpuso la correspondiente denuncia ante la fiscalía, y Jack Phillips ya ha sido citado para el juicio que se celebrará el próximo mes de septiembre.
Si por mis creencias religiosas puedo hacer lo que me salga del forro, toy por crear mi propia religion y vivir como me rote de las pelotas oye. Odio que se crean con derecho de joder a los demas por lo que «crean». si no quieren atender, que no abran un comercio publico. Osea, unos perros, son menos que dos personas, eso dice mucho de su escala de valores, y de su dios y religion.
Lo que harán a partir de ahora las pastelerías homófobas será crear su propia religión y escudarse en eso para seguir negándose a servir al colectivo LGTB…
En EE.UU. es relativamente fácil crear una religión, y obtener la legalidad a nivel federal y nacional, así que dentro de dos días podríamos ver ‘La Iglesia de las Tartas de Dos Pisos’.
No sé si es la misma pastelería, pero también leí algo de una que se negaba a hacer una tarta para la boda de dos chicos, y luego en cambio hacían (y con bastante frecuencia) tartas para fiestas de divorcio … muy cristiano, todo. Tienen una empanada mental tremenda con el «gravísimo» pecado de la homosexualidad, empanada mental sin duda alimentada por las declaraciones de sus líderes espirituales.