El matrimonio igualitario, presente en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos

La 43ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha comenzado en Guatemala este martes, centrada en el problema del narcotráfico y el consumo de drogas pero abordando también cuestiones tan polémicas en la región como el aborto y el matrimonio igualitario. Al parecer estos dos últimos temas estarán incluidos en las resoluciones que serán presentadas en la asamblea, pese a la postura contraria de los organizadores locales, reflejadas en las declaraciones del presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, en contra tanto del aborto como del matrimonio entre personas del mismo sexo.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, habría promovido una serie de debates alrededor del aborto y el matrimonio igualitario. Johana Ramírez, una activista por los derechos de los grupos transgénero, habló sobre la discriminación que sufren las minorías sexuales, y se sumó a otros activistas al exigir que los países miembros de la OEA «firmen, ratifiquen y ejecuten» la Convención Interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia, así como la Convención Interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia.

Pero no han faltado las protestas desde sectores anti-LGTB. El propio presidente de Guatemala, Pérez Molina, afirmó que el suyo es un país conservador y por tanto está en contra del aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo. «Nosotros vamos a poner una reserva marcando nuestra posición. Los países tienen la libertad de hacer las reservas del caso y nosotros lo vamos a hacer», declaró el gobernante. Y un grupo de manifestantes se ha venido congregando a las puertas del hotel que sirve de sede a la Asamblea, con pancartas «en favor de la vida» y en contra del matrimonio igualitario. Según uno de los manifestantes, miembro de la organización guatemalteca Provida y profamilia, «la OEA debe fortalecer el derecho humano a la vida desde la concepción hasta su muerte natural», así como reforzar «la institución del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer con fines de procreación».