Denuncian la homofobia del Estado peruano tras la negativa a dar una mayor protección a las personas LGTB contra los crímenes de odio
Una vigilia contra los crímenes de odio reunió a unas 200 personas la noche del pasado lunes 15 de julio frente a la puerta principal del Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema y el Poder Judicial en Lima. La concentración tuvo lugar pocos días después de que el Congreso de Perú decidiera excluir la orientación sexual y la identidad de género de la ley contra crímenes por discriminación (“crímenes de odio”).
“Estamos aquí manifestándonos por la negativa del Congreso de la República de incluir las categorías de orientación sexual e identidad de género en la modificatoria del código penal en la cual se agrava las penas en homicidios hacia estas personas”, señaló Óscar Espinoza, uno de los promotores de la convocatoria, al diario La República. “Estamos pidiendo que las penas se agraven que se sumen más años a los homicidios por que estamos convencidos que acá en el Perú se asesinan a lesbianas, gays, trans y bisexuales por el solo hecho de serlo”, agregó.
La vigilia se inició hacia las siete de la tarde con una instalción de ataudes y lápidas y las fotos de los estilistas Martín Flores y Alex Quiroga, víctimas recientes de violentos asesinatos, y del adolescente Luis Enrique Ramírez, que se quitó la vida debido al acoso homofóbico de su propia familia. De la muerte de Alex Quiroga y del suicidio de joven Ramírez informamos la semana pasada. Martín Flores fue asesinado pocos días después. Flores fue apuñalado y degollado dentro de su propio establecimiento.
Tras corear consignas por algunos minutos, se realizó una perfomance en la que decenas de los concurrentes «murieron» simbólicamente sobre una bandera arco iris en recuerdo de las muertes de tantas personas LGTB que ocurren en el país ante la indiferencia de las autoridades. Finalmente, se guardó un minuto de silencio y se realizó el compromiso de no descansar hasta que el Estado peruano tome en cuenta y otorgue el mismo valor a la vida de todos sus ciudadanos y ciudadanas.
Os dejamos con un reportaje del evento:
Todavía es un país donde queda mucho que hacer. Pero ya va habiendo voces que piden el cambio.