Gay británico teme regresar a Zambia tras formalizar la unión civil con su pareja en el Reino Unido
Andrew Anthony y Markus Muller-Tenckhoff formalizaron el pasado 29 de junio su unión civil tras veinticinco años de relación. Andrew regenta un hotel en Lusaka, la capital de Zambia, país al que ahora teme regresar tras haberse difundido su unión, pues podría enfrentarse a una pena de hasta catorce años de cárcel.
La ceremonia de unión civil se celebró en la isla de Wight, y acudieron a ella cerca de setenta invitados. La noticia se difundió en el país africano a través del periódico online Zambian Watchdog, que hasta llegó a publicar fotografías del evento que se suponían privadas. Los comentarios a la noticia incluían todo tipo de insultos e incluso amenazas de muerte. Aunque la noticia ha sido eliminada del diario digital, aún puede verse un enlace a la misma dentro de su página en Facebook. Al parecer, Anthony no habría comunicado a sus empleados del hotel el motivo de su viaje a Europa, quizás por temor a que se difundiese su orientación sexual, cuestión que ahora es de dominio público.
Ahora Anthony teme regresar a Zambia, pues las leyes del país africano establecen fuertes penas de prisión para las relaciones homosexuales. El pasado mes de junio, una joven pareja homosexual fue detenida en el norte del país tras ser denunciada por sus propios familiares, acusados de “sodomía o de mantener relaciones sexuales contra natura, infringiendo las leyes de Zambia”.
Zambia heredó la legislación homófoba de la época colonial británica tras su independencia en 1964. Tanto las relaciones homosexuales masculinas como las femeninas son ilegales, con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel. Se trata, de hecho, de uno de los países africanos en los que la homofobia social es más fuerte: hasta el 98% de la población considera la homosexualidad moralmente inaceptable, según datos de 2010.
La fuerte influencia evangélica no sería ajena a este clima de odio homófobo, que parece además estar en plena ebullición. Ya en 2010 recogíamos como múltiples instituciones del país (incluidos dos de los principales partidos políticos y diferentes líderes cristianos) se posicionaban con fuerza en contra de la homosexualidad como reacción al anuncio por parte del Gobierno sueco de que apoyaría a colectivos pro derechos humanos de Zambia, incluidos grupos LGTB. Y en abril de 2013, era detenido el activista Paul Kasonkomona tras defender en un programa de televisión los derechos de las personas homosexuales.