California aprueba una ley que prohíbe toda discriminación de los estudiantes transexuales en las escuelas públicas
Una nueva alegría nos llega desde California, cuyo Gobernador, el demócrata Jerry Brown, ha firmado la School Success and Opportunity Act, que pondrá punto final a la discriminación de los estudiantes transexuales en las escuelas públicas de California. La nueva ley, promovida por el asambleísta gay Tom Amianno (en la imagen) obliga a los centros educativos públicos del estado más poblado de Estados Unidos a respetar la identidad de género de los estudiantes en todas las circunstancias en las que se puedan producir episodios de discriminación.
Clases de educación física, participación en competiciones escolares, acceso a los baños y otras instalaciones… Aunque el estado de California ya contaba con una ley que de forma genérica prohíbe la discriminación en el ámbito escolar, en la práctica son muchas las circunstancias en las que las personas transexuales ven cuestionada su identidad del género. A partir de ahora ya no podrá ser así, al menos en las escuelas públicas, que estarán obligadas a facilitar la integración respetando en todo momento la identidad que la persona siente y expresa, y no el sexo biológico asignado al nacimiento.
La ley ha sido promovida por el asambleísta demócrata en la Asamblea de California Tom Ammiano, aunque también han participado en su elaboración su compañera Toni Atkins y los senadores estatales Mark Leno y Ricardo Lara, todos ellos demócratas y todos ellos abiertamente homosexuales. Probablemente el nombre de Tom Ammiano no os dirá nada a la mayoría, pero quizá la cosa cambie si recordamos que Ammiano fue el primer profesor de una escuela pública de California en desvelar su orientación sexual y verse obligado a luchar para no ser despedido por ello. Mano a mano con Hank Wilson y Harvey Milk, Amianno fue el promotor de la lucha contra la iniciativa Briggs, que a finales de los años 70 quiso prohibir a las personas homosexuales ser profesores, y que en 1978 fue derrotada en referéndum (un episodio que retrata fielmente la película Mi nombre es Harvey Milk). El testimonio de Ammiano es uno de los que aparece precisamente en la magnífica Los tiempos de Harvey Milk, ganadora del Óscar a la mejor película documental en 1985, en la que en buena parte se basó la más reciente (y también magnífica) película sobre el famoso activista.
La nueva ley, que entrará en vigor en enero, había sido previamente aprobada por Asamblea y Senado de California (por 46 votos contra 25 y 21 contra 9, respectivamente) y ha merecido elogios unánimes por parte de las organizaciones estadounidenses de defensa de los derechos LGTB.
Aunque os parezca una buena noticia es una medida que perpetúa el sexismo. No es lógico que haya ámbito alguno en que se pueda discriminar a los transexuales. la única forma de que pase esto es que haya división sexual.
Si niños y niñas usasen las misas instalaciones independientemente de su sexo no podría haber discriminación a los transexuales.
Pero con esta medida se perpetúa la idea de que hay que dividir a la gente en machos y hembras desde la niñez, sólo que ahora teniendo en cuenta la «identidad de género» en vez de el sexo.
Esto me recuerda mucho al «test de la vida real», un test en que se intenta adivinar la «identidad» de cada uno en función de un patrón sexista caduco.