La alcaldesa francesa que se negó a celebrar el matrimonio de dos lesbianas accede tras ser demandada
Marie-Claude Bompard, alcaldesa de extrema derecha de la localidad francesa de Bollène, ha accedido a delegar en el concejal de Cultura la celebración del matrimonio de Angélique Leroux y Amandine Gilles. La decisión ha sido tomada tan solo un día después de que la prefectura de Vaucluse iniciara una investigación preliminar y las demandantes fueran recibidas en audiencia por la fiscalía.
Poniendo como excusa sus convicciones religiosas, Marie-Claude Bompard se negó el pasado 23 de agosto a celebrar el matrimonio de Angélique y Amandine por ser ambas contrayentes del mismo sexo. Asimismo rehusó, como era su atribución, delegar la celebración del enlace en un concejal o adjunto, impidiendo que la pareja pudiera ejercer su derecho legal al matrimonio. Presentada la correspondiente denuncia, la alcaldesa se enfrentaba a penas de hasta 75.000 euros de multa y 5 años de prisión, por impedir la aplicación y buen funcionamiento de la ley en el ejercicio de sus funciones como cargo público.
El pasado día 26 la fiscalía inició una investigación preliminar sobre el caso, recibiendo en audiencia a las demandantes. Tan solo un día después, la prefectura de Vaucluse anunció que el matrimonio de Angélique y Amandine se celebraría en la alcaldía de Bollène, siendo el encargado de la ceremonia el concejal de Cultura. En el comunicado, el prefecto Yanick Blanc se felicitaba por la pronta resolución de este asunto, pues en su opinión “ilustra la capacidad del Estado de hacer respetar la igualdad de derechos de los ciudadanos en todo el territorio”.
La decisión de la alcaldesa fue criticada incluso desde las filas del ultraderechista Frente Nacional, del que el partido de Bompard, la Liga del Sur, es una escisión. Interrogado al respecto, Florian Philippot, vicepresidente de la formación, declaraba: “yo opino que debe respetar la ley de la República. O bien les casa ella, o delega para que les casen. El argumento religioso es totalmente inadmisible en una república laica, aunque entiendo su convicción personal”.
Parece pues que la simple presentación de una demanda derriba las convicciones religiosas más arraigadas. Recordemos que también en su día el alcalde de la localidad meridional de Arcangues se negó a oficiar matrimonios entre personas del mismo sexo, para finalmente claudicar tras ser demandado.
Muy bueno que hallan hecho ejercer suus derecho, FElicitaciones a la pareja y pues a la alcaldesa… sera carma jajaja 😀