Un juez estadounidense establece que la persecución contra las personas LGTB es un crimen contra la humanidad
Un juez federal estadounidense ha resuelto en contra del recurso presentado por Scott Lively, líder evangélico acusado de promover la persecución de las personas LGTB en Uganda, estimando que el derecho a la libertad de expresión no puede “eximir de su responsabilidad a quien comete un crimen contra la humanidad”.
La organización de defensa de los derechos LGTB Sexual Minorities Uganda presentó en marzo de 2012 una demanda en los Estados Unidos contra el líder evangélico Scott Lively, por promover la violencia contra las personas LGTB en el país africano. La legislación estadounidense permite a los ciudadanos extranjeros demandar en su territorio cuando es conculcado el derecho internacional.
Scott Lively, presidente de la organización homófoba Abiding Truth Ministries, visitó Uganda en 2009 junto a otros líderes evangélicos para participar en una serie de conferencias en las que animó a los ugandeses a luchar contra el movimiento homosexual, al que calificó de “genocida” y “pedófilo”. Se piensa que Lively tuvo entonces un papel fundamental en la puesta en marcha del polémico proyecto de ley ugandés, aún en trámite, que propone penas de cadena perpetua y en algunos casos pena de muerte para las relaciones homosexuales.
Tras la presentación de la demanda, el líder evangélico interpuso un recurso aduciendo que sus declaraciones homófobas estaban amparadas por el derecho a la libertad de expresión recogido en la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense. El juez federal Michael Ponsor ha rechazado el recurso por medio de una resolución en la que afirma con contundencia que “la persecución generalizada y sistemática de los individuos en base a su identidad de género y orientación sexual constituye un crimen de lesa humanidad que viola las normas internacionales”. Asimismo, establece que no se puede amparar en el derecho a la libertad de expresión, puesto que “la existencia actual e histórica de discriminación contra las personas LGBTI es precisamente lo que los califica como un grupo objetivo distinto, con derecho a protección en virtud del derecho internacional. El hecho de que un grupo continúe siendo vulnerable a una persecución generalizada y sistemática en determinadas partes del mundo, hace que no se pueda eximir de su responsabilidad a quien comete un crimen contra la humanidad”. El juicio contra el líder homófobo, pues, debe proseguir.
Independientemente de la demanda contra Scott Lively en particular, el texto del juez Ponsor es de gran relevancia, al ser la primera vez que una resolución judicial estadounidense establece que la persecución contra las personas LGTB constituye un crimen contra la humanidad.
El líder evangélico se atribuye la idea de las leyes homófobas rusas
En una carta dirigida al pueblo húngaro, en respuesta a los requerimientos de una publicación de ese país, Scott Lively ha querido atribuirse el dudoso honor de haber sido quien promovió la legislación homófoba rusa contra la llamada “propaganda homosexual”. “No puedo señalar a ningún país del mundo de hoy como un modelo para el resto del mundo, excepto tal vez a Rusia, que acaba de dar un paso muy importante y francamente necesario al criminalizar la propaganda homosexual para proteger a la sociedad de ser ‘homosexualizada’. Esa fue una de mis recomendaciones a los líderes rusos en mi gira por cincuenta ciudades de la antigua Unión Soviética en 2006 y 2007”, afirma en un texto plagado de odio.
En el mismo texto, Lively aboga por dejar de utilizar el término “gay” y usar el acrónimo SADD (Same-Sex Atraction Disorder), que se corresponde a las siglas en inglés para “trastorno de atracción hacia el mismo sexo”.
Además, SADD es fonéticamente idéntico a sad, «triste», mientras que gay significaba originalmente «alegre».
A lo mejor con una buena temporada a la sombra le da para inventarse más acrónimos coloristas.
no creeré nada de lo anterior hasta que se produzca una condena, basta de blablabla y envien a este demente a prision
Este tiene pinta de que le acabarán pillando con un prostituto. Cuando tienen esa obsesión, no falla.
Ya era hora de que alguien lo dijera alto y claro.
Los vendedores de odio y guardianes de la tradición, no dan puntada sin hilo. En este caso, aparte de todo lo de arriba, vemos como una vez mas intentan llevar su batalla al lenguaje, con lo del acrónimo ese.
La persecución de personas del colectivo LGTB es un crimen contra la humanidad, ya que el colectivo LGTB forma parte de la humanidad!
Si es que parece increíble que tengamos que esperar al siglo XXI para darnos cuenta de algo tan evidente. Y que en sitios como Rusia vayamos para atrás es indignante…
El tal Lively es un homófobo recalcitrante, un descerebrado pues, miren parte de lo que escribió en su blog:
«En el tope de la corta lista de ejemplos de la «persecución» de homosexuales en Uganda (mayormente sin corroborar, incidentes relativamente menores, auto-reportados por las «víctimas»), está el brutal asesinato del activista «gay» David Kato.», luego concluye que Kato fue asesinado por un prostituto, al cual no le pagó por sus servicios.
Se pueden dar cuenta de la clase de persona que es.
Yo solo espero que lo condenen.