El papa afirma que «no es necesario estar hablando sin cesar» del matrimonio entre personas del mismo sexo
Importantes declaraciones de Jorge Bergoglio en una larga entrevista concedida a Antonio Spadaro, director de la revista jesuita italiana La Civiltà Cattolica, y que publican de forma simultánea 16 revistas de la Compañía de Jesús de todo el mundo, entre ellas la española Razón y Fe (puedes descargar aquí el texto completo, 27 páginas en formato PDF). Por lo que se refiere a los católicos homosexuales, sin proporcionar ninguna sorpresa doctrinal, el papa Francisco vuelve a mostrarse comprensivo y reconoce de forma explícita que la Iglesia ha concedido una importancia excesiva a la oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo. «No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible (…) No es necesario estar hablando de estas cosas sin cesar», afirma.
La entrevista es larga y en ella el papa aborda numerosos temas. Generará sin duda reacciones, tanto por la forma elegida para hacer lo que puede considerarse toda una declaración de intenciones sobre su pontificado como por su fondo.
Por lo pronto, a continuación reproducimos el fragmento en el que Bergoglio se refiere a las relaciones entre personas del mismo sexo. Lo hace como respuesta a una pregunta de Spadaro. «Recojo lo que está diciendo el Santo Padre para hablar de aquellos cristianos que viven situaciones irregulares para la Iglesia, o diversas situaciones complejas; cristianos que, de uno u otro modo, mantienen heridas abiertas. Pienso en los divorciados vueltos a casar, en parejas homosexuales y en otras situaciones difíciles. ¿Cómo hacer pastoral misionera en estos casos? ¿Dónde encontrar un punto de apoyo? El papa da a entender con un gesto que ha comprendido lo que quiero decirle y me responde», escribe el director de La Civiltà Cattolica.
«Tenemos que anunciar el Evangelio en todas partes, predicando la buena noticia del Reino y curando, también con nuestra predicación, todo tipo de herida y cualquier enfermedad. En Buenos Aires recibía cartas de personas homosexuales que son verdaderos ‘heridos sociales’, porque me dicen que sienten que la Iglesia siempre les ha condenado. Pero la Iglesia no quiere hacer eso. Durante el vuelo en que regresaba de Río de Janeiro dije que si una persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, yo no soy quién para juzgarla. Al decir esto he dicho lo que dice el Catecismo. La religión tiene derecho de expresar sus propias opiniones al servicio de las personas, pero Dios en la creación nos ha hecho libres: no es posible una injerencia espiritual en la vida personal. Una vez una persona, para provocarme, me preguntó si aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta: ‘Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena?’. Hay que tener siempre en cuenta a la persona. Y aquí entramos en el misterio del ser humano. En esta vida Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su condición. Hay que acompañar con misericordia. Cuando sucede así, el Espíritu Santo inspira al sacerdote la palabra oportuna», responde el papa.
«Esta es la grandeza de la confesión: que se evalúa cada caso, que se puede discernir qué es lo mejor para una persona que busca a Dios y su gracia. El confesionario no es una sala de tortura, sino aquel lugar de misericordia en el que el Señor nos empuja a hacer lo mejor que podamos. Estoy pensando en la situación de una mujer que tiene a sus espaldas el fracaso de un matrimonio en el que se dio también un aborto. Después de aquello esta mujer se ha vuelto a casar y ahora vive en paz con cinco hijos. El aborto le pesa enormemente y está sinceramente arrepentida. Le encantaría retomar la vida cristiana. ¿Qué hace el confesor?«, continúa.
«No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible. Yo he hablado mucho de estas cuestiones y he recibido reproches por ello. Pero si se habla de estas cosas hay que hacerlo en un contexto. Por lo demás, ya conocemos la opinión de la Iglesia y yo soy hijo de la Iglesia, pero no es necesario estar hablando de estas cosas sin cesar», remata Bergoglio.
En la línea de sus anteriores declaraciones
El tono del discurso papal en esta importante entrevista está en la línea del que ya había anticipado en anteriores intervenciones, y que ha revitalizado esperanzas entre los sectores más aperturistas de la Iglesia católica.
Por lo que se refiere al colectivo LGTB, el papa cuenta en su historial con antecedentes contradictorios, que se remontan a su época como arzobispo de Buenos Aires: por un lado, sus duras declaraciones a propósito de la aprobación del matrimonio igualitario en Argentina, que llegó a calificar de “pretensión destructiva al plan de Dios”. Por otro, las referencias de dos personas, un activista católico LGTB y un pastor protestante gay, a los que habría asegurado que “en la Iglesia hay opositores más acérrimos que yo” y les habría expresado su acuerdo con la idea de una unión civil entre personas del mismo sexo. Ya siendo papa, están las ya famosas declaraciones durante su viaje de vuelta de la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Brasil, en las que afirmó que “si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?”.
En cualquier caso, y sin que hasta la fecha haya habido cambio doctrinal alguno sobre la materia, parece que sí se consolida un cambio significativo en el modo de referirse a la cuestión LGTB respecto a papados anteriores. Un detalle que no pasa desapercibido es, por ejemplo, la naturalidad con la que el papa utiliza la expresión «matrimonio homosexual». Por el momento parece difícil que ello se traduzca en una mayor inclusividad por parte de la Iglesia católica, pero no resulta descabellado pensar en una cierta relajación de la oposición frontal a los avances en materia de derechos LGTB, al menos por lo que a las grandes declaraciones públicas de condena a las que Joseph Ratzinger nos tenía acostumbrados se refiere.
Ni un comentario? He mirado otras webs más o menos progresistas y la reacción a las palabras del Papa suele ser «a buenas horas mangas verdes» (con otras palabras, claro) y «estos cambian de opinión para seguir siendo relevantes».
Relevantes dónde? En Europa las iglesias más inclusivas son las más vacías. En Alemania cierran muchos más templos protestantes que católicos. La antigua Prusia protestante es hoy la región más atea del mundo. Las iglesias nacionales del norte de Europa reciben una asistencia bajísima, se habla de que solo un 2% de los suecos va a la iglesia regularmente, pero se mantienen por su relación con la monarquía y el dinero público…
Resulta que los ateos no van a ir a la iglesia por mucho que estas cambien su doctrina.
Dicho lo cual, bienvenido sea el Papa al siglo XXI.
Las palabras del Papa son de una profundidad a la que yo, sinceramente, no me veo capacitado para llegar. De las cosas que me llaman la atención de la teología es su profundidad intelectual: es imposible para casi nadie bucear en el sentido de los grandes teólogos de la Historia, y quizá por eso son tan llamativos.
En cualquier caso, el Papa habla para lo más alto de la Iglesia a nivel intelectual: sus hermanos jesuitas. Me gustaría que «tradujese» todo esto a un nivel más coloquial, más llano y más sencillo.
Las implicaciones de lo que dice el Papa, como comenta Xavi, son interesantes. Quizá la religión esté destinada a fenecer, y quizá ser «progresista» en temas como la igualdad entre hombres y mujeres o la homosexualidad lo acelere. Sencillamente, no lo sé. Pero siempre será mejor tener un Papa como este, que da un pasito. Ahora sé que dentro de no mucho (aunque en términos eclesiásticos puedan ser décadas), el tema de la homosexualidad tendrá acogida en la doctrina.
Recomiendo la novela Vaticano 2035, en la que se tratan de manera novelada y entretenida todos estos asuntos.
@Xavi2
Yo no soy religioso ni creo en esas cosas pero tienes razón.
Cuando un miembro de esta religión, o de cualquiera, atenta contra los LGTB ten por seguro que habrá más de 10 comentarios en ese mismo post en contra de la religión o esa persona en particular, o ambas. Te encuentras con un post de un miembro favoreciendo de alguna forma a los LGTB y puedes, PUEDES, encontrate 1 ó 2 posts agradeciendo a dicha persona.
La opinión y los actos de la gente hace saber qué tipo de personas son.
Yo todavía soy un poco esceptico con esta situación. Y aunque este papa diga «Oid LGTBs venid que no os queremos hacer daño» otra cosa es que le permitan llevar a cabo su pensamiento (a Juan Pablo I me remito…)
Y al igual que dice Xabi2, veo que todo esto es un intento de mantenerse dando «su brazo a torcer» pese a que no sirva de nada, pues la gente vive su espiritualidad cada vez más lejos de las religiones organizadas y más por su propia cuenta (incluso muchos rechazan la figura de un señor invisible que juega con nosotros a los Sims)
Por supuesto (Xabi2 te has lucido, me has dejado nada original que decir) como ateo, no voy a ir a la iglesia sólo porque ahora me acepten.
Quizás nosotros los ateos homosexuales no vayamos a las iglesias, pero muchos (y de verdad hay muchos) homosexuales creyentes irán (más?) sintiéndose uno más (como antes) y no siendo despreciados por ser lo que son.
Esta viñeta ejemplifica el cambio perfectamente:
http://www.lapulgasnob.com/2013/09/cambio.html?m=1
¿Cambio?¿que cambio?¿que ahora usan un tono mas bien de paternalismo buenista y mas bien patologizante?
Venga por favor.
Que este señor tenga cara de bueno y diga cosas de forma sosegada no significa que haya un camibo sustancial con respecto a Benedicto. Y no lo hay. ¿Acaso han dejado de presionar contra la igualdad allí donde están presentes?
Hasta ahora sigue siendo la misma doctrina pero expresada con hermosas palabras.
Antes negaban bendecir a los homosexuales mientras que organizaban fiestas para bendecir animales. Ahora parece que ya estamos a la altura de los burros y los perros, nos acarician la cabecita mientras piensan: «animalitos». Pero falta aún para alcanzar el status de la mujer, y mucho más todavía para llegar al status del hombre como dios manda.
Por mi parte lo que espero de esa organización es que deje de presionar internacionalmente para impedir que se condenen los asesinatos de homosexuales. Y ya, si dejan de hacer daño, y hay tan buena voluntad como se dice, podrían seguir con una condena pública contra la persecución que los LGTB sufren por todo el mundo, pues no pocas veces el catolicismo está metido de una forma u otra en esa persecución.
Pienso que «la naturalidad con la que el papa utiliza la expresión “matrimonio homosexual” se debe al hecho de ser de Argentina, donde el debate previo a la aprobación del matrimonio igualitario fue muy amplio y participativo, también con mucha argumentación en la legislatura y en los medios.
A pesar de que en la cultura de ese país el machismo está siempre presente,como en todas las culturas latinas,también la sociedad ha sido bastante liberal y la Ley nunca penalizó la homosexualidad, y por la Constitución las relaciones íntimas entre las personas, siendo libres y consentidas, son actos que entran en el ámbito privado.
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Oscar De Madrid
En fin, está claro que el discurso de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad ha ido creando una atmósfera hostil para esta que incluso empezaba a alcanzar una cierta expresión disidente en ciertos ámbitos. Francisco no quiere contribuir a las demostraciones públicas de rechazo que sistemáticamente generaba Benedicto en sus declaraciones y desplazamientos. No hay ningún cambio estratégico, es simplemente un repliegue táctico. Ahora la Iglesia Católica prefiere mantenerse en una segunda línea, sobre todo ahora que han surgido otros agentes dispuestos a mantener a raya los avances hacia la igualdad de derechos de las personas LGBT. Mucho mejor que la Rusia Neomariana de Putin se convierta en el pararrayos de las doctrinas homófobas mientras que El Vaticano, desde una posición más tranquila, sigue moviendo sus influencias desde un plano más discreto, y también mucho más efectivo…y además aprovechando una mayor popularidad en sectores de opinión otrora mucho menos condescendientes.
A ver, compañeros, para creer a Bergoglio es necesario ver como suprime los articulos del catecismo de la iglesia catolica donde se nos condena :
TERCERA PARTE
LA VIDA EN CRISTO
SEGUNDA SECCIÓN
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
CAPÍTULO SEGUNDO
«AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO»
ARTÍCULO 6
EL SEXTO MANDAMIENTO
«No cometerás adulterio» (Ex 20, 14; Dt 5, 17).
«Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mt 5, 27-28).
I. “Hombre y mujer los creó…”
2331 “Dios es amor y vive en sí mismo un misterio de comunión personal de amor. Creándola a su imagen […] Dios inscribe en la humanidad del hombre y de la mujer la vocación, y consiguientemente la capacidad y la responsabilidad del amor y de la comunión” (FC 11).
“Dios creó el hombre a imagen suya; […] hombre y mujer los creó” (Gn 1, 27). “Creced y multiplicaos” (Gn 1, 28); “el día en que Dios creó al hombre, le hizo a imagen de Dios. Los creó varón y hembra, los bendijo, y los llamó “Hombre” en el día de su creación” (Gn 5, 1-2).
2332 La sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma. Concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de procrear y, de manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con otro.
2333 Corresponde a cada uno, hombre y mujer, reconocer y aceptar su identidad sexual. La diferencia y la complementariedad físicas, morales y espirituales, están orientadas a los bienes del matrimonio y al desarrollo de la vida familiar. La armonía de la pareja humana y de la sociedad depende en parte de la manera en que son vividas entre los sexos la complementariedad, la necesidad y el apoyo mutuos.
2334 «Creando al hombre “varón y mujer”, Dios da la dignidad personal de igual modo al hombre y a la mujer» (FC 22; cf GS 49, 2). “El hombre es una persona, y esto se aplica en la misma medida al hombre y a la mujer, porque los dos fueron creados a imagen y semejanza de un Dios personal” (MD 6).
2335 Cada uno de los dos sexos es, con una dignidad igual, aunque de manera distinta, imagen del poder y de la ternura de Dios. La unión del hombre y de la mujer en el matrimonio es una manera de imitar en la carne la generosidad y la fecundidad del Creador: “El hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne” (Gn 2, 24). De esta unión proceden todas las generaciones humanas (cf Gn 4, 1-2.25-26; 5, 1).
2336 Jesús vino a restaurar la creación en la pureza de sus orígenes. En el Sermón de la Montaña interpreta de manera rigurosa el plan de Dios: «Habéis oído que se dijo: “no cometerás adulterio”. Pues yo os digo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón”» (Mt 5, 27-28). El hombre no debe separar lo que Dios ha unido (cf Mt 19, 6).
La Tradición de la Iglesia ha entendido el sexto mandamiento como referido a la globalidad de la sexualidad humana.
II. La vocación a la castidad
2337 La castidad significa la integración lograda de la sexualidad en la persona, y por ello en la unidad interior del hombre en su ser corporal y espiritual. La sexualidad, en la que se expresa la pertenencia del hombre al mundo corporal y biológico, se hace personal y verdaderamente humana cuando está integrada en la relación de persona a persona, en el don mutuo total y temporalmente ilimitado del hombre y de la mujer.
La virtud de la castidad, por tanto, entraña la integridad de la persona y la totalidad del don.
La integridad de la persona
2338 La persona casta mantiene la integridad de las fuerzas de vida y de amor depositadas en ella. Esta integridad asegura la unidad de la persona; se opone a todo comportamiento que la pueda lesionar. No tolera ni la doble vida ni el doble lenguaje (cf Mt 5, 37).
2339 La castidad implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humana. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ellas y se hace desgraciado (cf Si 1, 22). “La dignidad del hombre requiere, en efecto, que actúe según una elección consciente y libre, es decir, movido e inducido personalmente desde dentro y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa. El hombre logra esta dignidad cuando, liberándose de toda esclavitud de las pasiones, persigue su fin en la libre elección del bien y se procura con eficacia y habilidad los medios adecuados” (GS 17).
2340 El que quiere permanecer fiel a las promesas de su Bautismo y resistir las tentaciones debe poner los medios para ello: el conocimiento de sí, la práctica de una ascesis adaptada a las situaciones encontradas, la obediencia a los mandamientos divinos, la práctica de las virtudes morales y la fidelidad a la oración. “La castidad nos recompone; nos devuelve a la unidad que habíamos perdido dispersándonos” (San Agustín, Confessiones, 10, 29; 40).
2341 La virtud de la castidad forma parte de la virtud cardinal de la templanza, que tiende a impregnar de racionalidad las pasiones y los apetitos de la sensibilidad humana.
2342 El dominio de sí es una obra que dura toda la vida. Nunca se la considerará adquirida de una vez para siempre. Supone un esfuerzo reiterado en todas las edades de la vida (cf Tt 2, 1-6). El esfuerzo requerido puede ser más intenso en ciertas épocas, como cuando se forma la personalidad, durante la infancia y la adolescencia.
2343 La castidad tiene unas leyes de crecimiento; éste pasa por grados marcados por la imperfección y, muy a menudo, por el pecado. “Pero el hombre, llamado a vivir responsablemente el designio sabio y amoroso de Dios, es un ser histórico que se construye día a día con sus opciones numerosas y libres; por esto él conoce, ama y realiza el bien moral según las diversas etapas de crecimiento” (FC 34).
2344 La castidad representa una tarea eminentemente personal; implica también un esfuerzo cultural, pues “el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la sociedad misma están mutuamente condicionados” (GS 25). La castidad supone el respeto de los derechos de la persona, en particular, el de recibir una información y una educación que respeten las dimensiones morales y espirituales de la vida humana.
2345 La castidad es una virtud moral. Es también un don de Dios, una gracia, un fruto del trabajo espiritual (cf Ga 5, 22). El Espíritu Santo concede, al que ha sido regenerado por el agua del bautismo, imitar la pureza de Cristo (cf 1 Jn 3, 3).
La integridad del don de sí
2346 La caridad es la forma de todas las virtudes. Bajo su influencia, la castidad aparece como una escuela de donación de la persona. El dominio de sí está ordenado al don de sí mismo. La castidad conduce al que la practica a ser ante el prójimo un testigo de la fidelidad y de la ternura de Dios.
2347 La virtud de la castidad se desarrolla en la amistad. Indica al discípulo cómo seguir e imitar al que nos eligió como sus amigos (cf Jn 15, 15), a quien se dio totalmente a nosotros y nos hace participar de su condición divina. La castidad es promesa de inmortalidad.
La castidad se expresa especialmente en la amistad con el prójimo. Desarrollada entre personas del mismo sexo o de sexos distintos, la amistad representa un gran bien para todos. Conduce a la comunión espiritual.
Los diversos regímenes de la castidad
2348 Todo bautizado es llamado a la castidad. El cristiano se ha “revestido de Cristo” (Ga 3, 27), modelo de toda castidad. Todos los fieles de Cristo son llamados a una vida casta según su estado de vida particular. En el momento de su Bautismo, el cristiano se compromete a dirigir su afectividad en la castidad.
2349 La castidad “debe calificar a las personas según los diferentes estados de vida: a unas, en la virginidad o en el celibato consagrado, manera eminente de dedicarse más fácilmente a Dios solo con corazón indiviso; a otras, de la manera que determina para ellas la ley moral, según sean casadas o célibes” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 11). Las personas casadas son llamadas a vivir la castidad conyugal; las otras practican la castidad en la continencia.
«Se nos enseña que hay tres formas de la virtud de la castidad: una de los esposos, otra de las viudas, la tercera de la virginidad. No alabamos a una con exclusión de las otras. […] En esto la disciplina de la Iglesia es rica» (San Ambrosio, De viduis 23).
2350 Los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia. En esta prueba han de ver un descubrimiento del mutuo respeto, un aprendizaje de la fidelidad y de la esperanza de recibirse el uno y el otro de Dios. Reservarán para el tiempo del matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal. Deben ayudarse mutuamente a crecer en la castidad.
Las ofensas a la castidad
2351 La lujuria es un deseo o un goce desordenados del placer venéreo. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado de las finalidades de procreación y de unión.
2352 Por masturbación se ha de entender la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo. “Tanto el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado”. “El uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine”. Así, el goce sexual es buscado aquí al margen de “la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 9).
Para emitir un juicio justo acerca de la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de angustia u otros factores psíquicos o sociales que pueden atenuar o tal vez reducir al mínimo la culpabilidad moral.
2353 La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio. Es gravemente contraria a la dignidad de las personas y de la sexualidad humana, naturalmente ordenada al bien de los esposos, así como a la generación y educación de los hijos. Además, es un escándalo grave cuando hay de por medio corrupción de menores.
2354 La pornografía consiste en sacar de la intimidad de los protagonistas actos sexuales, reales o simulados, para exhibirlos ante terceras personas de manera deliberada. Ofende la castidad porque desnaturaliza la finalidad del acto sexual. Atenta gravemente a la dignidad de quienes se dedican a ella (actores, comerciantes, público), pues cada uno viene a ser para otro objeto de un placer rudimentario y de una ganancia ilícita. Introduce a unos y a otros en la ilusión de un mundo ficticio. Es una falta grave. Las autoridades civiles deben impedir la producción y la distribución de material pornográfico.
2355 La prostitución atenta contra la dignidad de la persona que se prostituye, puesto que queda reducida al placer venéreo que se saca de ella. El que paga peca gravemente contra sí mismo: quebranta la castidad a la que lo comprometió su bautismo y mancha su cuerpo, templo del Espíritu Santo (cf 1 Co 6, 15-20). La prostitución constituye una lacra social. Habitualmente afecta a las mujeres, pero también a los hombres, los niños y los adolescentes (en estos dos últimos casos el pecado entraña también un escándalo). Es siempre gravemente pecaminoso dedicarse a la prostitución, pero la miseria, el chantaje, y la presión social pueden atenuar la imputabilidad de la falta.
2356 La violación es forzar o agredir con violencia la intimidad sexual de una persona. Atenta contra la justicia y la caridad. La violación lesiona profundamente el derecho de cada uno al respeto, a la libertad, a la integridad física y moral. Produce un daño grave que puede marcar a la víctima para toda la vida. Es siempre un acto intrínsecamente malo. Más grave todavía es la violación cometida por parte de los padres (cf. incesto) o de educadores con los niños que les están confiados.
Castidad y homosexualidad
2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.
2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.
2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.
(perdón, del comentario anterior sobran, basta que leais los articulos 2357-2359)
O sea, suprima esa referencia en el catecismo,y en su lugar exiga que se nos respete, asi como firme la Resolucion en la ONU que pide la despenalizacion de la homosexualidad en todo el mundo) que la santa sede tiene bloqueada, entonces empezaremos a creer a Bergoglio. No seais ingenuos, el argentino ha dicho que no piensa hacer cambio doctrinal alguno.
Ya que Luis nos a recordado la homofobia de la biblia, recordare una vez mas que La biblia a demás de ser homofóbica también dice, que se puede tener esclavo (Levítico 25:44-46), que tienen que ser sumisos a sus amos crueles (1 Pedro 2:18-19), sino lo son blasfeman contra Dios (1 Timoteo 6:1), y pueden ser azotados (Lucas 12:47), si el amo mata a su esclavo con agonía larga no pagara por ello, porque él era dueño de ese ser humano (Éxodo 21:20-21), Un esclavo no tiene derecho sobre su familia (Éxodo 21:2-3; Deuter. 15:12-18), serán esclavos toda sus vidas acepto los hebreos.
Para lo que dicen que la palabra siervo en la biblia no se refiere a los esclavos: los empleados y esclavos, ambos sirven, pero el empleado es libre, se puede ir si el jefe lo maltrata o golpea, o aunque sea bueno, y el jefe no tiene derecho a separar la familia de su empleado; Pero a los esclavos no se le permite irse ni tiene derecho sobre su familia, ¡ESO ES SER ESCLABO!
La biblia también dice, que «Dios» dio INSTRUCCIONES (no que les dio el permiso o que se los permitió, sino que dio las intrusiones de cómo hacerlo) a los israelitas para que invadieran un pueblo y mataran a todos los barones niños y hombres, y a las mujeres que no fueran vírgenes, pero «Dios» dijo que los soldados israelitas podían dejar vivas las jóvenes y niñas vírgenes y quedarse con ellas. Literalmente «Dios» les da la instrucción a los asesinos israelitas de violar las jóvenes luego de verles matado a sus padres, madres, hermanos y vecinos. ¡La peor y más humillante violación! (Núm. 31:17-18; Jue. 21:7,10-12; Deuter. 21:11-14).
Pero la biblia tiene aun mas misoginia: dice que la mujeres son mas inmunda (Levítico 12:1-2,5), y no pueden hablar en la iglesia (1 Corintios 14:34-35; 1Timoteo 2:11-15.), las matan si no son vírgenes, pero si el esposo “acecino”, solo mintió para salir de ella provocando su muerte, solo se le multa con dinero (Deuter. 22:13-21) y un largo etcétera de machismo.
La biblia también sorprende por las cosas que dejó de decir, ella te habla literal, directo y claro sobre no comer marisco porque es una ABOMINACION, pero no prohíbe el tener sexo con niñas y niños.
El incesto se permite en Génesis y Éxodo: Abrahán se caso con su hermana Sara; Nacor (hermano de Abrahán y Sara) se caso con su sobrina Milca (hija de su hermano Harán, sobrina de Abrahán y Sara); Isaac (hijo de Abrahán y Sara) se caso con su prima Rebeca (hija de Betuel, nieta de Nacor y Milca); Jacob “Israel” (hijo de Isaac y Rebeca) se caso con sus dos primas Raquel y Lea (hijas de Labán, nietas de Betuel); Amram (biznieto de Jacob y Lea) se caso con su tía Jocabed, sus hijos eran Moisés y Aarón (primer sumo sacerdote del pueblo de Israel); y Lot (Hijo de Harán) embarazo a su dos hijas.
Se casaban con parientes hasta de doble parentesco, y por generaciones seguidas (padres, hijos, nietos, biznietos… haciendo lo mismo). El incesto potencializa las anomalías genéticas, más del 50% de las enfermedades mentales se deben a la genética; las locuras y la esquizofrenia seguro eran frecuentes, y tenemos que distinguir entre esto y la verdadera palabra de Dios.
También la biblia tiene homofobia, pero en estos la sociedad actual todavía lo apoya, y aquí si encuentran los versículos homofóbicos rápido, repitiéndolos como disco rayado.
Más demostraciones de aperturismo del Papa Francisco: Acaba de excomulgar a un sacerdote por defender el matrimonio gay y la ordenación de las mujeres.
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=18582
Creo que se lo ha dedicado a todos sus fans «progres». Para que le pongan más incienso 😉
Nazareno, la noticia es de abril de 2013. Con el Papa recién elegido y la burocracia vaticana funcionando a todo ritmo. La noticia de la entrevista es de la semana pasada.
Si te cae mal y no le crees, estás en tu derecho… Pero de ahí a la incoherencia informativa, queriendo refutar una declaración explícita y actual con una decisión burocrática de hace meses con él recién elegido… pues le resta fuerza a tu argumento.
Y por cierto, si quieres solidez informativa, no vayas a según qué páginas…
No te inquietes Ben,que el incienso seguirá siendo servido a capazos. Es lo que tiene la Fé…
Yo no hablo de fe, hablo de datos. A los que tú no respondes.
Parece que la fe está de otro lado, porque quien se empeña en seguir viendo una imagen del Papa a su gusto eres tú. Evidentemente que yo querría más de lo que hay. Pero de ahí a no ver los evidentes avances, sólo puede deberse a un prejuicio y una creencia previa.
Y por cierto, «fe», se escribe sin tilde. Que utilizar mal un argumento queda mal, pero la mala ortografía no luce mucho tampoco.
Ben, los únicos datos sólidos existentes son los relativos a la gestión de Bergoglio hasta la fecha, que es intachable, respecto a la defendido por la línea oficial de la Iglesia Católica durante los pontificados e Juan Pablo II y del Papa Emérito.
Todo lo demás, es una gran campaña de prensa, sin ningún contenido efectivo. No estamos ante un Juan XXIII, y no hay ningún signo de que vayamos a verlo ni con Francisco ni con sus futuros sucesores. Otra cosa en que en tiempos de seria crisis social y económica, promocionar a la religión, sobre todo su versión más acomodaticia con el poder financiero y político más conservador, siempre es una apuesta segura. Lo hace Putin en Rusia, y por supuesto el grupo PRISA en España, y seguramente lo harán muchos más grupos de comunicación en todo el mundo. No tengo ninguna duda de ello.