El Parlamento de Macedonia rechaza enmendar la Constitución para impedir los matrimonios igualitarios en un futuro
Al gobierno macedonio de VMRO-DPMNE le ha salido el tiro por la culata. El partido conservador y ultranacionalista de Gjorge Ivanov pretendía aprobar una enmienda a la Constitución para blindar la institución del matrimonio y vetar que las parejas LGTB puedan acceder a él próximamente. Sin embargo, a pesar de su mayoría parlamentaria, VMRO-DPMNE no ha obtenido el apoyo necesario de las fuerzas de la oposición y no podrá restringirse el concepto de matrimonio en la Carta Magna del país balcánico.
La iniciativa partió del diputado de Vladimir Gjorchev (de VMRO-DPMNE) con la intención de “proporcionar protección constitucional y una clara definición del matrimonio, como la unión entre un hombre y una mujer”. Según el dirigente derechista “el matrimonio es cuestionado como institución, ya que hay tendencia a cambiarlo para que pueda ser celebrado entre dos hombres o entre dos mujeres”.
Aunque la votación se produjo el pasado lunes 23 de septiembre, el proyecto homófobo de modificación constitucional viene gestándose desde 2011. La iglesia ortodoxa macedonia se posicionó entonces a favor de las tesis de VMRO-DPMNE. Petar, uno de sus jerarcas, llegó a asegurar que «si se permite el matrimonio entre dos hombres o entre dos mujeres, entonces habría que permitir también matrimonios con ovejas, vacas y otros animales”.
Muy posiblemente, la influencia que Rusia ejerce en los Balcanes y la institucionalización de la homofobia de la mano de Vladimir Putin, ha empujado a VMRO-DPMNE a reactivar ahora el debate parlamentario, sin éxito. En todo caso, la homofobia social e institucional en Macedonia y en el resto de países exyugoslavos continúa latente.
El matrimonio ya se define como “la unión entre un hombre y una mujer” en la Ley sobre la Familia, vigente en la Macedonia desde 1996, cuando gobernaba el SDSM (que ahora ha votado en contra de modificar la Carta Magna). Una definición restrictiva del matrimonio en la Constitución, no obstante, no sería una acción redundante con las leyes vigentes. VMRO-DPMNE trataba de blindar esta cuestión para zanjar posibles exigencias de la Unión Europea, de cara al futuro ingreso de Macedonia (actualmente es país candidato a la adhesión).
La negativa al cambio constitucional del matrimonio por parte del SDSM, principal partido progresista de la oposición, no ha sido tanto por convicción ideológica como por estrategia política. Al menos eso es lo que se deduce de las declaraciones que han realizado los dirigentes del SDSM al respecto, considerando que “el cambio de la Constitución abriría la caja de Pandora” y que “los ciudadanos tienen problemas mucho más graves no se resolverán mediante la definición de matrimonio en la Constitución”.