John Fletcher, general y sacerdote abiertamente gay, capellán general castrense de Canadá
El general de brigada y sacerdote anglicano John Fletcher, de 51 años, es el nuevo capellán general castrense del Ejército de Canadá. Fletcher es, por tanto, el máximo responsable de la atención religiosa a los miembros de las Fuerzas Armadas de ese país, uno de los más avanzados del mundo por lo que a visibilidad y normalización social del hecho homosexual se refiere.
Fletcher es abiertamente gay desde hace más de dos décadas, poco después de que en 1992 la justicia canadiense pusiera el definitivo punto final a la normativa que impedía a gays, lesbianas y bisexuales servir abiertamente en el Ejército de Canadá. El sacerdote y militar reconoce hoy día que antes no se atrevió a revelar públicamente su homosexualidad por miedo a que ello supusiera el fin de su carrera militar, a la que se dedica en cuerpo y alma desde hace 33 años.
El nuevo capellán general castrense, cuyo nombramiento se conoció en febrero pero que no ha tomado posesión hasta septiembre (tras el retiro de su predecesor) es muy consciente de que algunos pueden encontrar raro e incluso escandaloso que un sacerdote pueda ser tanto militar como gay, pero no parece temer que ello vaya a suponer problema alguno en el desempeño de sus funciones. Tampoco el Ejército parece preocupado. Según un portavoz militar, las Fuerzas Armadas de Canadá no hacen seguimiento de si sus miembros son gays, lesbianas o bisexuales. El propio Ejército canadiense se muestra incapaz de asegurar si Fletcher es o no su oficial abiertamente gay de más alta graduación. Lo que sí confirma el propio Fletcher es que al menos él es el primero en ocupar la capellanía general.
Una iglesia cada vez más inclusiva
Fletcher pertenece a la Iglesia anglicana de Canadá, tercera confesión religiosa más numerosa del país en número de fieles, después de la Iglesia católica y de la Iglesia Unida de Canadá (United Church of Canada). Dos ejemplos, por cierto, muy distintos por lo que a la inclusividad LGTB se refiere. Si para la Iglesia católica las relaciones homosexuales son pecaminosas, La Iglesia Unida de Canadá celebra bodas religiosas entre personas del mismo sexo e incluso tiene desde agosto del año pasado un líder abiertamente gay, Gary Paterson.
Una inclusividad a la que no llega todavía la Iglesia anglicana canadiense, pero a la que se acerca poco a poco. Ordena sacerdotes abiertamente gays (siempre que sean célibes) y aunque el tema es aún objeto de debate ya son once las diócesis anglicanas de Canadá en las que se bendicen las uniones entre personas del mismo sexo. Por lo que se refiere a la ordenación de ministros homosexuales que mantengan relaciones de pareja, también las posturas están divididas, pero en septiembre de 2012 el obispo de Saskatoon hacía historia al ordenar a la primera diácono casada civilmente con otra mujer (Canadá fue uno de los primeros países del mundo, recordemos, en aprobar el matrimonio civil entre personas del mismo sexo).
La Iglesia anglicana de Canadá participa, en este sentido, de las mismas tensiones que otras confesiones que forman parte de la comunión anglicana sufren debido a las distintas posiciones sobre el grado de inclusividad que debe aplicarse hacia las personas LGTB.
Felicidades al ejercito canadiense por su apertura y sentido como. También a la iglesia anglicana de Canada.
No penséis que todas las iglesias anglicanas son iguales. Son autónomas unas de otras y con leyes diferentes. La de España es la parte opuesta a Canada. Homófoba a mas no poder. Uno de los impedimentos para ordenar es ser gay. Que se lo pregunten al diácono anglicano de gente marginal de …