Prohibida la celebración del Orgullo de Belgrado por tercer año consecutivo
Por tercer año consecutivo, el Gobierno de Serbia ha prohibido la celebración de la marcha del Orgullo LGTB por las calles de Belgrado, que debería haber tenido lugar el pasado sábado 28 de septiembre. Como en ocasiones anteriores, la razón esgrimida han sido los “motivos de seguridad pública”, aunque el primer ministro Ivica Dacic negara haber cedido a las amenazas y presiones de los grupos de extrema derecha. Los activistas LGTB decidieron, sin embargo, salir a la calle, ondeando las banderas arcoíris y proclamando “Esto es Orgullo”.
Ivica Dacic declaraba el pasado viernes ante la televisión serbia que, tras tres horas de reunión con los responsables de seguridad, había decidido prohibir la celebración de los actos del Orgullo LGTB previstos para el día siguiente. “Tras una larga discusión sobre si la marcha transcurriría sin incidentes graves, las evaluaciones de seguridad indicaron graves amenazas a la seguridad pública», afirmaba en sus declaraciones, insistiendo en que “esto no es una capitulación ante los violentos”, refiriéndose a los grupos homófobos de extrema derecha que amenazan cada año las manifestaciones en reivindicación de los derechos LGTB.
En una conferencia de prensa que tuvo lugar el pasado martes 24, el representante del grupo de extrema derecha Naši, Ivan Ivanovic, advertía que «a pesar de que no tenemos nada en contra de ellos, no queremos que se difunda por las calles propaganda LGBT», continuando con una nada velada amenaza: «la gente está profundamente insatisfecha y algunos nos dicen que un gran número saldrá a las calles para protestar. Si eso ocurre de nuevo, todos sabemos que veremos derrramamiento de sangre en las calles de Belgrado, y eso no le interesa a nadie».
Pese a todo, los activistas salen a la calle
Pero a pesar de las amenazas y la prohibición, al caer la noche del viernes cientos de activistas salieron a la calle, agrupándose frente a las oficinas del Gobierno serbio y dirigiéndose luego hacia el Parlamento flanqueados por la policía. Ondeaban banderas arcoíris y exhibían pancartas en las que se podía leer “Esto es Orgullo” mientras entonaban consignas proclamando “Somos serbios”, “Tenemos Orgullo” o «No nos rendimos». La manifestación transcurrió sin incidentes, hasta que los activistas se instalaron frente al edificio del Parlamento de Serbia.
El activista a favor de los derechos humanos y promotor de la marcha del Orgullo, Goran Miletic, declaraba que “esta noche hemos ejercido nuestro derecho a reunirnos pacíficamente, y no creemos que hayamos molestado a nadie en Serbia”. Miletic no dudaba en considerar que, con la prohibición, “todos hemos perdido, excepto los violentos que, por tercer año consecutivo, han demostrado que pueden decirle al Estado lo que puede o no puede hacer”.
El espíritu entre los activistas era de triunfo. El activista LGTB albano Kristi Pinderi no dudada en calificar la manifestación como «el desfile del Orgullo más pacífico y original, muy similar al de la época de Stonewall«. También reportaba cómo en la marcha algunos afirmaban: «aquí no hay talleres ni conferencias, ¡es auténtico activismo!». Pinderi terminaba remarcando que «habría que preguntar al primer ministro Ivica Dacic dónde estaban los extremistas cuando los activistas empezaron la marcha y cuando se quedaron el tiempo suficiente frente al emblemático edificio del Parlamento».
A continuación podéis ver un vídeo de cómo transcurrió la manifestación:
Reacciones de condena
Los embajadores de los países de la Unión Europea habían presionado a Serbia para que permitiera este año la marcha del Orgullo, como una prueba de su compromiso con la tolerancia y la diversidad previo a las negociaciones para el ingreso del país balcánico en la Unión, que comenzarán a principios de 2014. El comisario de Ampliación de la Unión Europea, Štefan Füle, consideraba que esta había sido para el Gobierno serbio “una oportunidad perdida para demostrar su respeto por los derechos humanos fundamentales”. Jelko Kacin, delegado en Serbia de la Unión Europea, estimaba que «se había tomado la peor decisión en el peor momento». Por su parte, la Embajada de los Estados Unidos emitió un comunicado expresando su “decepción” por la prohibición de la marcha.
En dosmanzanas hemos informado de los intentos frustrados de celebrar la marcha del Orgullo LGTB en Belgrado en 2009, 2011 y 2012. El pasado 2012, el veto del Gobierno fue condenado por las Naciones Unidas y la Unión Europea. También en 2011 se produjeron reacciones de condena a la prohibición por parte de asociaciones como ILGA y miembros del Parlamento Europeo. En 2010 sí se pudo celebrar la marcha, que terminó no obstante con graves incidentes protagonizados por contramanifestantes homófobos.