Un joven denuncia haber sido despedido por la ONG Nuevo Futuro-Sirio en relación a su proceso transexualizador
Daniel, un joven transexual de 25 años, ha sido despedido de la ONG Nuevo Futuro-Sirio (que cuida a menores con problemas mentales cuya tutela corresponde a la Comunidad de Madrid, de la que recibe financiación) pocos meses después de comunicar su intención de proceder a la rectificación legal del sexo. Según la versión de Daniel, la ONG no veía con buenos ojos que el enfermero-educador desarrollara con normalidad su proceso transexualizador al mismo tiempo que trabajaba. Nuevo Futuro-Sirio justifica el despido por una cuestión de indisciplina.
Lo cuenta El País. A Daniel le notificaron el despido a la vuelta de las vacaciones, el 15 de agosto, nueve meses después de comunicar a la dirección de Nuevo Futuro-Sirio su intención. Daniel sostiene que esa fue a la postre la razón del despido. “Pero ellos [los niños] ya me han visto cambiar en este tiempo, y nunca he tenido de ellos el menor desprecio ni un cambio de actitud. De alguna manera, en el trabajo hacemos de familia suya, pero parece que los chicos entienden mejor lo mío que otras personas”, ha declarado. Daniel afirma además que su decisión no debió de pillar por sorpresa a la dirección. “Desde que llegué, mi aspecto, mi corte de pelo y mi vestimenta era masculina. Lo único que sucedió fue que en abril de 2011 empecé a hormonarme, y esos rasgos se acentuaron. La voz se me hizo más grave y empezó a salirme barba. Si les comuniqué que iba a cambiar el nombre fue porque supuse que habría que modificar el contrato”, relata.
Desde la ONG se le propuso dejar el puesto mientras acometía el proceso, pero Daniel lo rechazó. “Al menos dos veces la directora me sugirió que me cogiera una baja o una excedencia. La excusa era que así podría hacer el proceso más tranquilo. Pero yo me negué. Primero, porque necesitaba el trabajo; segundo, porque no soy un enfermo”, cuenta. La carta de despido lo justifica porque “la dirección ha podido constatar la indisciplina y desobediencia en el trabajo, el abuso de confianza en el desempeño del mismo y la disminución continuada y voluntaria en el rendimiento” de Daniel. “Estos hechos han generado una ruptura total de la confianza en usted depositada, desvirtuando y anulando la necesaria figura de profesional referente, estable y de protección y cuidado para nuestros chicos, y añadiendo consecuencias negativas para la muy frágil salud mental de los mismos, aquí en tratamiento”, continúa la carta.
Tras la denuncia de Daniel, que cuenta con el asesoramiento del sindicato UGT, ambas partes han sido citadas para un acto de conciliación.