El abiertamente gay Xavier Bettel se perfila como nuevo primer ministro de Luxemburgo
Vuelco político en Luxemburgo, donde el Partido Popular Social Cristiano, que salvo un paréntesis entre 1974 y 1979 siempre ha encabezado el Gobierno del país desde la Segunda Guerra Mundial, se verá descabalgado por una coalición entre liberales, socialistas y verdes que puede llevar al actual alcalde de Luxemburgo, el liberal Xavier Bettel, de 40 años de edad y abiertamente gay, a presidir el Gobierno.
En octubre de 2011 Xavier Bettel era elegido, a los 38 años, alcalde de Luxemburgo, y por tanto tercer alcalde abiertamente gay de una capital europea tras París (Bertrand Delanoë) y Berlín (Klaus Wowereit). Gracias a un sistema de listas abiertas, Bettel obtenía entonces 514 votos más que el anterior alcalde y cabeza de lista de su propio partido, el Partido Democrático (de ideología liberal). El joven político, que desde el año 2005 era el adjunto al alcalde encargado de los asuntos sociales, se convertía así en una de las figuras políticas más importantes del pequeño país. Se trata de un político abiertamente gay que nunca ha dudado en aparecer acompañado de su pareja en actos oficiales y que es uno de los grandes valedores del proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo que Luxemburgo comenzó a tramitar en agosto de 2010.
Xavier Bettel era además el cabeza de lista del Partido Democrático en las elecciones generales celebradas el domingo, en las que los socialcristianos, pese a repetir como partido más votado, sufrían un importante descalabro (con un 33,68% de los votos, perdían 4,36 puntos y pasaban de 26 a 23 diputados) que a la postre ha derivado en el fin del acuerdo de gobierno que mantenían con los socialistas (que con un 20,28% de los votos perdían solo 1,28 puntos, repetían segundo partido más votado y conseguían mantener sus 13 diputados).
Los socialistas han preferido integrarse en una coalición con los liberales (que con Bettel al frente ganaban 3,27 puntos, alcanzando el 18,25% de los votos y pasando de 9 a 13 diputados) y los verdes (que conseguían el 10,13% de los votos, perdiendo 1,58 puntos y pasando de 7 a 6 diputados). Entre los tres suman 32 diputados, uno por encima de la mayoría absoluta (el Parlamento de Luxemburgo tiene 60 diputados). El acuerdo entre los tres conllevaría, según todas las fuentes dan por casi seguro, que Bettel será el nuevo primer ministro.
El matrimonio igualitario se da por hecho
Queda fuera de duda que una de las consecuencias de la nueva coalición de gobierno será la aprobación del matrimonio igualitario en Luxemburgo, sobre todo si se tiene en cuenta que ya en la anterior coyuntura política (gobierno de coalición entre socialcristianos y socialistas) dicho logro se veía como muy probable.
El único punto real de conflicto desde que en 2010 en proyecto iniciara su tramitación había sido la extensión de los derechos de parentalidad. Inicialmente estaba previsto que solo permitiera el acceso a la “adopción simple”, pero no a la adopción plena (según la legislación luxemburguesa, la adopción simple supone que el adoptado sigue manteniendo vínculos de filiación con los padres biológicos. Sería una especie de acogida, pero con mayor fortaleza legal: el hijo adoptado dispone, por ejemplo, de derechos sucesorios). Sin embargo, el Consejo de Estado luxemburgués consideró que no estaba justificada dicha discriminación, tras lo cual la comisión jurídica del Parlamento decidía retirarla del proyecto hace pocos meses, abriendo la adopción a las parejas del mismo sexo en las mismas condiciones que las parejas heterosexuales.
Muy probablemente el proyecto se hubiera votado este otoño si el primer ministro dimisionario, el socialcristiano Jean-Claude Juncker, no se hubiera visto obligado a convocar elecciones hace unas semanas tras un escándalo de espionaje. En cualquier caso, si había alguna duda el nuevo escenario político las despeja. Muy probablemente Luxemburgo será el próximo estado europeo en aprobar el matrimonio igualitario.
Su partido es como el de Westerwelle pero decididamente pro-gay. En economía más a la derecha que los social cristianos.
Luxemburgo es un pequeño paraíso en el corazón de Europa al que le da lo mismo la economía porque ellos están bien. Desconozco cómo es la sociedad allí y qué es lo que piensan, pero un poco de alternancia política no les irá mal, menudo monopolio han tenido los democristianos durante todos estos años.