El estado de Guyarat, en la India, celebra su primer Orgullo LGTB
Primer Orgullo LGTB de la historia en el estado indio de Guyarat. En la marcha, celebrada este domingo en la ciudad de Surat, participaron unas 170 personas, muchas de las cuales cubrían sus rostros para no ser identificados. Un nuevo paso en la larga y complicada lucha por la visibilidad y la consecución de derechos para las personas LGTB en un país en el que ni siquiera la despenalización de las relaciones homosexuales, decretada por un tribunal en 2009, es aún firme.
La despenalización de las relaciones homosexuales fue dictada por el Alto Tribunal de Delhi en julio de 2009. Se trató de una sentencia histórica, que declaró inconstitucional una norma vigente desde la época colonial británica. Si bien la prohibición, que podía costar hasta diez años de cárcel, apenas se aplicaba en la práctica, pendía como una espada de Damocles sobre la población homosexual india y dificultaba cualquier tipo de actuación pública a su favor.
Sin embargo, y aunque la decisión parece difícilmente reversible, lo cierto es que la Corte Suprema de la India, a la que la decisión fue recurrida, todavía no se ha pronunciado. Y es que la despenalización de la homosexualidad cuenta con la oposición de sectores tradicionales y religiosos, tanto del ámbito hindú como del musulmán o del católico. Pese a todo, las perspectivas son favorables. En su momento la propia Corte Suprema se negó a paralizar cautelarmente la sentencia, y pidió al Gobierno indio que se pronunciara. El Gobierno declinó recurrir y decidió esperar a que la Corte se pronunciara sobre los recursos planteados por otras instancias. En febrero de 2012, de hecho, el abogado del Gobierno sí se pronunció contra la sentencia, siendo poco después desmentido por el propio Gobierno. La Corte Suprema, sin embargo, continúa sin hacer pública su decisión final más de cuatro años después de la sentencia de Delhi.
Mientras tanto, los activistas LGTB indios luchan por conseguir avances que vayan más allá de la mera despenalización. Y es que la situación no es fácil. En dosmanzanas hemos recogido algunos ejemplos de LGTBfobia y discriminación, como la expulsión de una pareja de lesbianas de su localidad, acusadas de deshonrar a paisanos y familiares, las amenazas de muerte a otra pareja de lesbianas por parte de sus propias familias (que las hicieron merecedoras de protección policial) o la complicada situación de los eunucos o hijras (en su mayoría, mujeres transgénero que viven en la miseria) sometidas habitualmente a acoso. También hemos recogido el ataque que en enero del año pasado sufría una exposición artística de contenido homoerótico. Tres meses más tarde, la Alliance Française de Delhi decidía cancelar una exposición similar debido a las quejas.
Pero también hay noticias positivas, sobre todo desde el ámbito de la visibilidad. Por un lado se van consolidando marchas del Orgullo como la de Delhi, que lleva ya celebradas cinco ediciones, en las que los activistas reclaman que se ponga fin a su inseguridad jurídica, que se legisle contra la discriminación en las escuelas, lugares de trabajo y espacios públicos y privados o que las personas transgénero puedan ver reflejada su identidad en los documentos oficiales. Por otro, estas marchas se extienden a otros lugares, como Bangalore o Pune, por mencionar solo dos ejemplos que hemos recogido en el pasado, y se acompañan de la celebración de eventos como Kashish (el Festival de Cine Queer de Bombay), cuya primera edición recogimos en 2010 y que hace unos meses se celebró ya por cuarta vez.
Os dejamos con un breve reportaje de la BBC sobre este primer Orgullo de Guyarat, en el que participaron finalmente unas 170 personas. Al parecer estaban dispuestas a participar el doble, pero la policía solo dio permiso para un número más limitado. Tras Surat, los organizadores ya planean un segundo Orgullo en diciembre en Ahmedabad, la mayor ciudad del estado.