Jornada histórica en Nueva Jersey, 14º estado de Estados Unidos en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo

Tan solo pasaba un minuto de la medianoche cuando las bodas entre personas del mismo sexo podían llevarse a cabo finalmente en Nueva Jersey. Ayuntamientos y salas públicas habían sido habilitados para que las personas LGTB del estado pudieran ejercer el que ya era su derecho. Tras las celebraciones, la noticia que daba entidad de definitiva a la nueva situación: el gobernador Cristopher Christie retiraba su apelación ante la Corte Suprema contra la sentencia que dictaminó el matrimonio igualitario. Ya sin sombra alguna, Nueva Jersey es desde el 21 de octubre de 2013 el decimocuarto estado de los Estados Unidos en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Tras la sentencia de la juez Mary Jacobson, que ordenaba que las parejas del mismo sexo pudieran celebrar su matrimonio partir a del 21 de octubre, y la negativa de la Corte Suprema a aplazar su ejecución,  Nueva Jersey empezó a hervir de celebraciones tan solo pasado un minuto de la medianoche.

La primera de las bodas tuvo lugar en la localidad de Lambertville y fue oficiada por su alcalde, David DelVecchio. Las contrayentes fueron Joanne Schailey y Beth Asaro, esta última concejala del ayuntamiento. Precisamente ambas habían sido las primeras en hacer uso en 2007 de la entonces recién aprobada ley de uniones civiles de Nueva Jersey, que abría esa figura a las parejas del mismo sexo del estado. Joanne y Beth, que habían empezado los preparativos de la boda desde que se dio a conocer la resolución de la Corte Suprema el pasado viernes, estaban acompañadas por su hija de trece años y numerosos familiares y allegados. La sala del edificio de Justicia donde se celebró la ceremonia estaba adornada para la ocasión, a la vez que se había dispuesto una tarta nupcial para agasajar a los presentes.

Cory Booker, recientemente elegido miembro del Senado de los Estados Unidos por Nueva Jersey en sustitución del fallecido Frank Lautenberg, celebró a su vez un total de siete enlaces en Newark, cuyo consistorio preside. Estas han sido las primeras bodas oficiadas por Booker en su calidad de alcalde, pues se había negado a celebrar ningún matrimonio hasta que las parejas del mismo sexo obtuvieran ese derecho. Cuando al oficiar la primera boda formuló a los presentes la tradicional pregunta de si había alguna objeción que impidiera el matrimonio, una persona de entre el público se levantó y gritó: «esto es ilegal a los ojos de Dios». Una vez conducido el exaltado al exterior del edificio, el alcalde Booker prosiguió la ceremonia diciendo: «no habiendo escuchado ninguna objeción digna de tener en cuenta, procedo a continuar».

En Monmouth Junction, el senador estatal Ray Lesniak celebró una boda emblemática: la de Louise Walpin y Marsha Shapiro. Ambas fueron una de las parejas que presentaron la demanda ante el juzgado de primera instancia, reclamando su derecho al matrimonio para poder acceder a los mismos beneficios que las parejas heterosexuales. Con esa demanda, y el consiguiente fallo de la juez Jacobson, se abrieron las puertas de la igualdad para las personas LGBT en Nueva Jersey. Steven Goldstein, fundador de Garden State Equality, la organización que representó a Louise y Marsha ante los tribunales, también participó en la ceremonia entonando una oración judía.

La apelación contra el matrimonio igualitario es retirada

Una vez despuntado el día, al ambiente festivo por la multitud de celebraciones se unía una noticia que servía para ratificar el nuevo derecho adquirido: el gobernador Cristopher Christie retiraba la apelación que había interpuesto ante la Corte Suprema del estado contra la sentencia de la juez Jacobson. La razón que esgrimía la Fiscalía del estado, a través de su comunicado, era el contenido del fallo de la Corte Suprema en contra de la solicitud de aplazamiento de la sentencia de la juez Jacobson:

“El presidente de la Corte Suprema, Stuart Rabner, no ha dejado ambigüedad alguna acerca de la opinión unánime del tribunal respecto a la decisión final de este asunto, cuando escribió que ‘las parejas del mismo sexo que no pueden contraer matrimonio no son tratadas con igualdad bajo la ley actual’. Aunque el gobernador está en total desacuerdo con la Corte en que su criterio sustituya el proceso constitucional de los poderes electos o una votación popular, la Corte ha hablado con claridad en cuanto a su visión de la Constitución de Nueva Jersey y, por lo tanto, el matrimonio entre personas del mismo sexo es la ley. El gobernador cumple con su deber constitucional y garantiza que su administración hará cumplir la ley según lo dictado por la Corte Suprema de Nueva Jersey».

Así claudicaba por fin el gobernador Christie, tan contrario a la igualdad de derechos para las personas LGTB que incluso vetó la ley de matrimonio igualitario aprobada por las cámaras de Nueva Jersey en 2012. Sin duda, aparte de que los argumentos del fallo contra la solicitud de apelación aventuraban que esta tenía pocos visos de prosperar, debe haber pesado que Christie aparecería como el gobernador que intentaba anular centenares de matrimonios ya celebrados.

Y así, sin ninguna sombra pendiente, Nueva Jersey puede enorgullecerse de ser el decimocuarto estado de los Estados Unidos en aprobar el matrimonio igualitario (tras California, Connecticut, Delaware, Iowa, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, New Hampshire, Nueva York, Rhode Island, Vermont y Washington). A estos 14 estados se unen además Washington DC (la capital federal) y seis jurisdicciones tribales.