La discriminación de las personas LGTB sigue siendo una realidad habitual en España
Este viernes se celebró el Día de Salir del Armario, una jornada a favor de la visibilidad LGTB con origen en los Estados Unidos y que poco a poco cala resto del mundo. El que allí es conocido como «National Coming Out Day» conmemora la multitudinaria marcha a favor de los derechos civiles LGTB que tuvo lugar en Washington el 11 de octubre de 1987. Con ocasión de esta jornada, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y el colectivo madrileño COGAM presentaron los resultados de un estudio que muestra como la discriminación de las personas LGTB en la vida cotidiana sigue a la orden del día en España.
El «Estudio 2013 sobre discriminación por orientación sexual y/o identidad de género en España” recoge las vivencias de 762 personas LGTB residentes en España y su autopercepción de la discriminación sufrida en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana. Los datos no dejan lugar a dudas. El 44,6% de los encuestados se han sentido discriminados por su orientación sexual o identidad de género en algún establecimiento privado abierto al público (en el ámbito concreto de la hostelería, el 30%). Sin embargo solo 1 de cada 3 personas tomó medidas, principalmente poner una queja en el propio local.
Más grave incluso resulta que el 31,2% de las personas encuestadas se hayan sentido discriminadas en el ámbito laboral. Lo más frecuente son las «bromas», sufridas por hasta un 73% de las personas encuestadas que se han sentido discriminadas, pero a ello se suma que casi la mitad de ellas ha sufrido trato discriminatorio por otros compañeros, una cuarta parte acoso laboral y una quinta parta trabas en la promoción profesional. En este caso, dos tercios han tomado medidas, principalmente ante la propia empresa (30,9%), un sindicato (9,2%) o una asociación LGTB (8,8%).
La educación, el agujero más negro
Sin embargo, es el ámbito de la educación el que vuelve a mostrarse como el principal lugar de discriminación para la población LGTB. El 76% reconoce haber sufrido homofobia, bifobia o transfobia en su centro de estudios, principalmente su colegio o su instituto y ejercida por sus compañeros (en el 92,8% de los casos). El 26,9% menciona también al profesorado.
Las víctimas, en su mayoría menores, se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad, y solo el 16% se atreven a tomar medidas ante este acoso (básicamente, presentar una queja ante el propio centro educativo).
Sensación de indefensión
Solo el 5% de los encuestados ha denunciado ante la justicia tras haber sido objeto de LGTBfobia, aunque un 40,6% cree que debería haberlo hecho. Un desfase que muestra la indefensión que sienten las personas LGTB. Dejando aparte que más de la mitad aduce desconfianza en el sistema, hasta un 29% de ellas no lo hizo además por razones de visibilidad. Numerosas personas siguen percibiendo que la revelación de su orientación es un riesgo para ellas y por tanto la salida del armario no es una opción libre.
Para los colectivos que han promovido el estudio, queda claro que la fragilidad de las personas LGTB «es un problema que las administraciones públicas deberían abordar con políticas proactivas que aseguren la igualdad real, una vez alcanzada la igualdad legal». «Si la demanda de ayuda implica una visibilización que no todas las personas LGTB están preparadas para afrontar, deben ser las administraciones públicas las remuevan los obstáculos para el libre ejercicio de los derechos de toda la ciudadanía», han expresado en un comunicado.
“Mientras en el Congreso debaten sobre una ley que quiere eliminar la educación contra los prejuicios basados en orientación sexual e identidad de género, lesbianas, gais, transexuales y bisexuales tenemos que seguir lidiando contra la discriminación desde nuestra infancia”, ha declarado Esperanza Montero, presidenta de COGAM (en referencia, en concreto, a la ley de Educación aprobada esta misma semana por el Congreso con el único apoyo del Partido Popular). La presidenta de FELGTB, Boti García Rodrigo, ha insistido por su parte en la necesidad de una ley de Igualdad de Trato y No discriminación. «No es un tema partidista ni ideológico, es un tema de seguridad jurídica urgente para una parte de la ciudadanía”, ha afirmado.
Puedes descargar el estudio completo (formato PDF) pinchando aquí.
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