La única enfermedad relacionada con la transexualidad se llama transfobia
Como cada año, este 19 de octubre, Día Internacional de Acción por la Despatologización de las Identidades Trans, desde el Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual de Izquierda Unida (ALEAS-IU) volvemos a levantar la voz y a decir alto y claro que la única enfermedad relacionada con la transexualidad se llama transfobia. No es disforia, porque no somos enfermas ni enfermos, no es disforia, es transfobia social.
La reciente eliminación de la transexualidad como un trastorno psiquiátrico del DSM-5, dando la razón a los colectivos LGTBI que han estado demandando tal modificación durante largo tiempo, supone un avance en el reconocimiento de los derechos de las personas transexuales. No obstante, diariamente y de forma sistemática siguen vulnerándose los derechos de este colectivo, que sufre exclusión social y violencia constante por no cumplir con las normas de género establecidas, por el hecho de ser como quieren ser. Desde ALEAS-IU consideramos que sigue siendo imprescindible el trabajo de concienciación social y formación educativa, así como la elaboración y puesta en marcha de propuestas concretas para la inserción laboral de las personas trans.
Si bien todas las personas transexuales se ven sometidas al acoso, la humillación y la vejación, son las mujeres quienes la sufren en mayor medida, fruto del sistema patriarcal en el que vivimos. Del mismo modo, las personas transexuales migrantes que, en muchos casos, huyen de situaciones de extrema violencia en sus países de origen, se encuentran al llegar, no sólo con la transfobia, sino también con el racismo, acentuándose en gran medida su vulnerabilidad. Exigimos por ello, desde ALEAS-IU, la concesión de asilo a todos y todas las transexuales que no puedan regresar a sus países a causa de la transfobia gubernamental.
Desgraciadamente en numerosas ocasiones son los propios gobiernos y los organismos institucionales quienes auspician el mantenimiento de la violencia hacia las personas transexuales, negándose sistemáticamente a conceder la igualdad de derechos al colectivo trans. La lucha contra la transfobia pasa necesariamente por dejar de catalogar a las personas transexuales como enfermas, por lo que desde ALEAS-IU exigimos una vez más la retirada de la categoría “disforia de género” de los catálogos internacionales de diagnósticos, así como la eliminación de la evaluación psiquiátrica, unida a la posibilidad de la libertad de elección de nombre y sexo en los documentos oficiales, sin por ello tener que pasar ninguna evaluación de tipo psicológico o médico.
Así, sólo a partir de la concienciación, de la toma de medidas políticas concretas y de la modificación de los criterios científicos, que se supone están destinados a hacer más fácil la vida de las personas transexuales y no a complicarla, como de hecho ocurre, podremos avanzar en la consecución de la igualdad real y efectiva.
Alto y claro: no es disforia porque no somos enfermas ni enfermos; no es disforia, es transfobia social.