Para el portavoz de los obispos, lo molesto es el carácter igualitario del matrimonio: «ojalá hubiese una ley de matrimonio homosexual»
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, vuelve a la carga contra el matrimonio igualitario pese a los nuevos aires que vienen del Vaticano por lo que a la forma de referirse públicamente a la realidad homosexual se refiere. Eso sí, Martínez Camino ya no tiene problema en usar la palabra «matrimonio» aplicada a parejas del mismo sexo, siempre que se trate de una institución separada de la de las parejas de distinto sexo. Lo que de verdad parece molestar al portavoz de los obispos españoles es que se use el mismo marco jurídico para todas las parejas…
Ha sido en una entrevista radiofónica concedida a la cadena SER por Juan Antonio Martínez Camino, que dentro de un mes abandonará su cargo como portavoz de los obispos españoles. Una entrevista a la periodista Pepa Bueno a la fuerza marcada por la personalidad del nuevo papa Francisco, y que si queréis podéis escuchar en el siguiente enlace:
Si os queréis ahorrar la escucha, ya os contamos nosotros lo afirmado por Martínez Camino. Tras una larga conversación con Pepa Bueno acerca del papel de la Iglesia católica durante la dictadura franquista (en la que el portavoz de los obispos españoles muestra por cierto su carácter hábil y correoso y se lleva a la periodista a su terreno), Pepa Bueno le pregunta por las recientes afirmaciones del papa sobre que la Iglesia debería ocuparse de otros temas diferentes al matrimonio homosexual o el aborto. Martínez Camino le responde recordando un aspecto que los seguidores habituales de dosmanzanas conocen bien. «Mire, cuando el Gobierno Kirchner desarrolló la ley de destrucción del matrimonio semejante a la del gobierno anterior en España, ¿sabe usted lo que dijo? Dijo que esa ley, no solo era un error, que iba a traer consecuencias sociales negativas, sino que era una acción de Satanás. Es un mal diabólico destruir el matrimonio. El papa lo dijo», afirma Martínez Camino, en alusión a las palabras de Jorge Bergoglio en contra de la aprobación de la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo en Argentina cuando era todavía arzobispo de Buenos Aires.
Preguntado después por Pepa Bueno por la presencia de obispos en la manifestación contra el matrimonio igualitario de 2005, Martínez Camino señala que no fue la Conferencia Episcopal la que la convocó, pero aún así justifica la numerosa presencia de obispos en ella en comparación con otras manifestaciones convocadas contra el Gobierno socialista. «¿Por qué? Mire usted, luego la historia pasa las facturas. Nosotros pensamos, a lo mejor nos equivocamos, que la ley de destrucción de matrimonio de 2005 (…) lo que regula es el matrimonio de todos, no el de las personas del mismo sexo. ¿Cómo lo regula? Lo dice la exposición de motivos: ‘Hasta ahora el matrimonio era una institución machista. Nosotros vamos a hacer una institución no machista ni patriarcal…’ ¿Cómo lo hacemos? suprimiendo del Código Civil, del título que regula el matrimonio, cuatro palabras: padre y madre, esposa y esposo. En eso consiste esa ley, en que todos los españoles desde 2005 no son reconocidos por la ley expresamente como esposa y esposo, sino como cónyuge, A y B. Esa ley ha destruido el matrimonio».
Es entonces cuando Martínez Camino deja claro que lo que molesta a la jerarquía católica es el marco igualitario para todas las parejas, más allá de las palabras que se usen. «Mire usted, y que me entiendan bien los oyentes. Ojalá hubiese ley de matrimonio homosexual, es decir, una regulación del matrimonio para personas del mismo sexo, porque lo que hay ahora es la destrucción del matrimonio de todos. Entonces, ante esa situación, cambiar esa ley por 15 votos de diferencia, con el Senado en contra, y 15 votos en el Congreso, es más grave que cambiar el modo de Gobierno del estado, que cambiar de Monarquía a República. Es un hecho histórico de tal calibre, que a mí no me extraña que estuviésemos los obispos en esa manifestación, porque la historia nos pedirá cuentas».
«Los homosexuales no querrían una ley solo para ellos porque lo que querían justamente era un matrimonio igualitario para todos», le responde por cierto muy acertadamente Pepa Bueno.
En ese punto la entrevista pasa a ocuparse de otros temas, como las quejas de la Conferencia Episcopal sobre el trato a la asignatura de Religión en la nueva ley educativa promovida por el Gobierno del PP, que los obispos españoles consideran sigue siendo distinto al de asignaturas troncales como las Matemáticas o la Lengua. Martínez Camino crítica en concreto que la asignatura de Religión quede fuera de la educación infantil o que en bachillerato se contemple solo como una más entre trece optativas.
Menudo cretino este Martínez Camino. Pepa Bueno debió de haberle puesto en más aprietos y preguntarle que citara y diera nombres de matrimonios rotos por culpa del matrimonio igualitario. Menudo sinvergüenza, mentiroso y cizañero este personaje salido de la caverna más profunda. Oyéndole mentir y difamar, yo me preguntaba cuántos incautos no habrán caído en manos de este reaccionario y el daño que les habrá infringido.
Pues yo sigo sin entender porque se destruye. No sé parece como.si se dijera de una manera arbitraria. Es que no entiendo la lógica, osea tiro un plato al suelo y se destruye, tiro una bombay esta destruye lo que hay alrededor, me bebo 2 litros de aguarrás y destruyo mi aparato digestivo… pero si se casa una pareja homo, explota por los aires y con metralla una hetero??? No sé, me parece que esto de destruir es una autentica gilipollez sin pies ni cabeza
Este inepto no sabe de lo que habla. ¡Qué asco de gente!
Este inepto no sabe de lo que habla. ¡Qué asco de gente!
Una ley de creación de una Administración Pública gay y LGBTI. Una casilla en la declaración del IRPF para aportar a proyectos para la población gay y LGBTI. Unos institutos de secundaria con alumnado y profesorado todo LGBTI. Y alguna Universidad LGBTI. Hummm!!
También lo destruía el divorcio. Y muchos de los que votaron en contra se divorciaron… ¡¡varias veces!!
Y sigo diciendo… ¿¿¿Porqué coño hablan de lo que no saben??? Si ellos RENUNCIAN a la carne (¡¡¡jaaaaaaaaaaa!!!)
No seais ingenuos. Si hubiera una ley de «matrimonio homosexual», protestarian por el uso de la palabra «matrimonio», Si exisiteira eso, pedirian algo igual-pero-no-con-otro-nombre-e-inferior. etc etc etc. Si se hablara de despenalizar la homosexualidad, estarian en contra «porque abre la puerta al matrimonio». Cambian los paises, cambia (un poquito) la retorica, pero la homofobia es siempre la misma.
#2 Lo de que se destruye el matrimonio es una gilipollez sin sentido que repiten una y otra vez sin que jamás se hayan tomado ni la molestia de explicar.
Y me acabo de enterar de que después de la sectaria reforma educativa de Wert, ¡¡¡siguen sin estar contentos con el trato que se le da a la religión en la educación!!!! De verdad, que esta gente es muy avariciosa.
¡LA UNIÓN LEGAL DE LAS PAREJAS HOMOSEXUALES SÍ SE LLAMA MATRIMONIO!
Las palabras evolucionan y en la práctica no están sujetas a su raíz de origen, como la palabra “salario”, que literalmente significa “pago con sal”. A nadie se le paga con sal en la actualidad, pero el significado de la palabra evoluciono para referirse al pago con dinero o cualquier otra cosa de valor.
De la misma forma cambio el significado de la palabra “patrimonio”, que literalmente significa “lo recibido por línea paterna”. Esto se debe a que en el pasado los “únicos” que ganaban y manejaban los bienes eran los hombres, bienes que al morir lo dejaban a la próxima generación de sus familias. Pero las mujeres en la actualidad por si solas ganan y manejan sus bienes y también al morir lo dejan a sus familiares, y también a esto se le llaman patrimonio. Por lo tanto, los bienes que dejen una pareja de dos mujeres lesbianas como herencia a sus hijos ¡se le llaman PATRIMONIO!
Y ahora le toca a la palabra “matrimonio”, que literalmente significa “cuidado de la madre” (ella cuida) o “cuidar o proteger a la madre” (a ella la cuidan). Se refiere a lo que por tradición le tocaba solo a la mujer, que era criar a los hijos y garantizar que el padre cumpliera su deber de mantener económicamente a ella y sus hijos. Pero también eso ha cambiado, los hombres también se encargan de la crianza de los hijos y le están pidiendo a las mujeres que aporten económicamente al mantenimiento de la familia, y aun con estos cambios a su unión legal se le sigue llamando matrimonio. Por lo tanto, el compromiso legal que hagan una pareja de dos hombres gay, de que ambos cuidaran a sus hijos y que ambos aportaran económicamente al mantenimiento de la familia ¡se le llama MATRIMONIO!
Ojalá hubiese una ley contra la superchería.
Este señor es un mentiroso. En Irlanda también se oponían al proyecto de Unión civil que no tenía nada que ver con el matrimonio.