Serbia: un joven es secuestrado por encargo de su familia para “curar” su homosexualidad
La Alianza Gay-Hetero de Serbia (Gej strejt alijansa, GSA) dio a conocer este martes un ejemplo de la homofobia social reinante en la república balcánica. Un joven gay de 29 años fue secuestrado en su propio domicilio la semana pasada por una banda contratada al parecer por su propia familia con el objetivo de intentar cambiar su homosexualidad.
El denunciante de 22 años, que se identificó como A.A., relató cómo el pasado 30 de septiembre recibió a las 8 de la mañana la visita de un desconocido en la vivienda que comparte con su compañero sentimental, M.M. El individuo amenazó a A.A., que se encontraba solo en el domicilio, con “enterrarlo” si no cooperaba, y tras atarlo lo obligó a llamar a su novio y pedirle que regresara urgentemente a casa. Cuando M.M. volvió, un segundo desconocido entró en el hogar de la pareja y se lo llevó en un coche en el que había dos personas más esperando. Uno de los secuestradores permaneció en la casa con A.A. para asegurarse de que no avisaría a la policía. Tras recibir una llamada, el individuo se marchó, no sin antes avisar al joven de que no le contara a nadie lo ocurrido.
A.A., sin embargo, llamó de inmediato a la policía; pero, tras dos días sin tener noticias y temiendo por la vida de su pareja, decidió ponerse en contacto con la GSA, quienes a su vez informaron a la jefatura de policía de Belgrado. El cuerpo de seguridad de la capital serbia puso en marcha un dispositivo de búsqueda en colaboración con las autoridades locales, que localizaron a M.M. sano y salvo el pasado 4 de octubre en casa de su familia. Tanto la víctima del secuestro como sus familiares fueron interrogados y M.M. viajó a Belgrado para reencontrarse con su novio y explicar los detalles de lo sucedido a la GSA.
Según M.M., tras introducirlo en el vehículo, dos secuestradores lo obligaron durante varias horas a permanecer con la cabeza doblada y las manos a la espalda en el asiento trasero, mientras un tercero conducía. Cuando llegaron al destino acordado, los individuos transfirieron al joven a varios miembros de su propia familia, que se lo llevaron en otro coche a un edificio religioso en la vecina república de Montenegro. Convencidos de que la orientación sexual de M.M. se debía a que estaba “poseído”, retuvieron al joven durante dos días en el lugar para someterlo a un ritual. Al no revelar ningún síntoma de “posesión”, M.M. fue devuelto a su domicilio familiar. Mientras tanto, la policía ya había preguntado por el joven en el mismo hogar, a lo que sus familiares contestaron que no vivía allí y no sabían dónde se encontraba, así como que los demás miembros de la familia estaban de viaje de negocios. El 4 de octubre, los agentes regresaron en busca de novedades y localizaron a M.M., que ha denunciado que el secuestro lo habían organizado sus familiares que se niegan a aceptar su homosexualidad y que, desde que se produjeron los hechos, vive en un estado de temor constante por su vida.
Serbia, homofobia social y tímidos avances legales
La GSA, que ha reclamado que los autores materiales del secuestro y sus organizadores sean procesados y castigados cuanto antes y que se dote de protección a la pareja, ha hecho un llamamiento a “todas las instituciones y autoridades estatales relevantes” para que se “comprometan a disminuir sistemáticamente la homofobia cuanto antes, incrementar la tolerancia en la sociedad y la prevención de la violencia” antes de que “las consecuencias de no hacer nada” se produzcan en forma de víctimas mortales.
Como conocen los lectores de dosmanzanas, la situación de las personas LGTB en Serbia es todavía difícil, debido principalmente a la homofobia social instigada por grupos nacionalistas y ortodoxos. En el plano legal, el país balcánico ha introducido legislación antidiscriminatoria y contra los crímenes de odio homófobos para cumplir con las condiciones de un futuro ingreso en la Unión Europea. Probablemente también con este objetivo, el Gobierno serbio emitió un comunicado con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia en el que calificaba la lucha contra “todas las formas de discriminación y protección de la diversidad” como “uno de los principales objetivos del desarrollo de una sociedad democrática”. Otro signo esperanzador es el proyecto de ley presentado el pasado mes de junio, que de ser aprobado otorgaría derechos limitados a las parejas del mismo sexo.
En dosmanzanas hemos informado además de los intentos frustrados de celebrar una marcha del Orgullo LGTB en Belgrado, la capital del país, en 2009, 2011, 2012 y este mismo año. El año pasado, el veto del Gobierno (que adujo motivos de seguridad) fue condenado por las Naciones Unidas y la Unión Europea. En 2010 sí se pudo celebrar la marcha, que, no obstante, terminó con graves incidentes protagonizados por contramanifestantes homófobos.